“Ahora miro la meta, porque en los 100 metros mejor mirar ahí y no la largada, sino te perdés la llegada. Se largó y ganó….”. Este podría ser un tuit típico de los Juegos. Sin final. Es cierto, poco se puede decir en 140 caracteres. Pero menos aún si quien escribe en Twitter es un atleta de los Juegos Olímpicos, sometido a las reglas establecidas por la organización para el uso de redes sociales: escribir en primera persona, estilo “diario personal”, no situarse en el “rol de periodista”, no utilizar fotos de compañeros sin pedirles permiso, no mencionar marcas… No, no y no.