La prueba PISA pone énfasis en matemáticas


PISA no habla de aprobación o no aprobación, ni de fracaso o éxito. Esta idea fue la que ayer se enfatizó durante la jornada de trabajo con periodistas. La prueba Pisa, criticada por manejar estándares no adecuados a nuestra realidad, o por realizarse en comparación a países de mayor desarrollo, fue mostrada ayer desde otra perspectiva, desde los técnicos a periodistas de todo el país.


Unos seis mil estudiantes comenzarán en agosto la prueba Pisa y desde la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), se mostró cómo será la prueba de este año. Si bien se aclaró que no era una conferencia de prensa, la ANEP dio a conocer ayer las características de la Prueba Pisa en materia técnica, los porqué, y cómo fueron algunos de los puntos de las características técnicas de la evaluación.

El profesor Pedro Ravella, director del Instituto de Evaluación de la Universidad Católica y experto en evaluación, quien estuvo a cargo de la Prueba Pisa en Uruguay, en uno de los documentos entregados ayer en el informe llamado Qué hacer con los resultados PISA en América Latina, afirma que en “Uruguay y Argentina… se buscó quitar trascendencia a los resultados, con declaraciones contradictorias o falaces, del tipo ‘no nos fue tan mal pero igual PISA no se adecua a nuestra realidad’ o ‘en realidad lo más importante es la formación integral y la educación en valores’”.

Según se explicó ayer en la jornada de trabajo, la prueba PISA intenta “describir cómo los jóvenes de quince años están capacitados para desarrollar ciertas habilidades” pero “no todos los datos se pueden saber, y existen otras evaluaciones que en el cúmulo permiten al docente tomar decisiones y saber cómo estamos”, explicó María H. Sánchez coordinadora Nacional del Programa ANEP–PISA.

En cuanto a la crítica mencionada por Ravella, y en particular en el caso de desigualdad de contextos y conocimientos, Sánchez dijo que “en el caso de las preguntas realizadas, se estudian milimétricamente para que no sean más difíciles las de Australia y las de Uruguay o viceversa”.

Explicó Sánchez que “las actividades de prueba no vienen del extranjero, sino que cada país es invitado a elaborar las pruebas”. En Australia “se evalúa lo que cada país opina sobre cada ítem”. Sostuvo que “se evalúa lo que se pregunta, si es adecuado a los programas educativos, a la edad, y demás”. Cada país puede incorporar cinco preguntas específicas sobre su país.

Destacó que Pisa “evalúa no a los estudiantes, sino cómo los sistemas educativos preparan a los jóvenes de quince años para un desarrollo en la vida laboral, cómo utilizan los conocimientos que tienen en la práctica”.

Participación y ranking

En nuestro país, participarán unos 6 mil jóvenes con hasta 15 años y dos meses de edad (entre 1 de mayo de 1996 y 30 de abril de 1997). Las pruebas duran dos horas con un recreo de quince minutos. En el año 2000 el 81% de la economía mundial participaba de la prueba y Uruguay se sumó en 2003. En 2009 participó el 87% de la economía mundial.

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