Unos Juegos Olímpicos con intentos de silenciar las redes


“Ahora miro la meta, porque en los 100 metros mejor mirar ahí y no la largada, sino te perdés la llegada. Se largó y ganó….”. Este podría ser un tuit típico de los Juegos. Sin final. Es cierto, poco se puede decir en 140 caracteres. Pero menos aún si quien escribe en Twitter es un atleta de los Juegos Olímpicos, sometido a las reglas establecidas por la organización para el uso de redes sociales: escribir en primera persona, estilo “diario personal”, no situarse en el “rol de periodista”, no utilizar fotos de compañeros sin pedirles permiso, no mencionar marcas… No, no y no.


Se supone que estos son “los” Juegos de las redes sociales. Cuatro años atrás, en Beijing, había 100 millones de personas en Facebook. Ahora, más de 900 millones. Twitter pasó de seis millones de usuarios a más de 600. Paradójicamente, sin embargo, el Comité Olímpico (COI) ha establecido un decálogo de uso que se afirma sobre todo en lo que no se puede hacer. En unas escuetas cuatro páginas del documento titulado “IOC Social Media, Blogging and Internet Guidelines for participants and other accredited persons at the London 2012 Olympic Games”, la organización se despacha con lo que atletas, periodistas y público pueden y no pueden hacer y decir en Facebook, Twitter, You Tube, blogs y cualquier otra manifestación virtual, durante el transcurso de los Juegos.Según números del COI, en estos Juegos hay más de 2.000 atletas -presentes y pasados- que hacen uso de de las redes.  Twitter y Facebook se han convertido en vías de comunicación privilegiadas para estos deportistas, sobre todo para aquellos de disciplinas no tan masivas, que sin embargo consiguen relacionarse con un público muy amplio. Ellos son los más afectados por estas reglas, tal como explicó el corredor estadounidense Nick Symmond a Mashable. “Todo esto es ridículo. ¿Por qué razón alguien querría coartar un tipo de medio que logra incrementar la exposición de tu evento?”, preguntó el deportista. “Si estás tratando de que estos sean los Juegos más vistos de la historia del mundo, ¿por qué le decís a la gente responsable de contar esta historia “Ehh, no puedes hacer esto, no puedes compartir”.Negocio redondo
Las regulaciones del COI alcanzan a todos los atletas, pero también a los periodistas acreditados para cubrir la competencia. En el fondo de estas decisiones está el hecho cada vez más marcado de que los Juegos son, lejos del espíritu amateur, una ocasión en la que se facturan muchos millones de dólares. Ahora la organización intenta proteger lo que ha cobrado muy caro: los derechos de transmisión que adquirieron un puñado de cadenas internacionales y medios poderosos, los que temen que lo que muestran en sus pantallas se vea opacado por lo que se  expone en redes sociales.

Algo así fue lo que pasó en el Mundial, cuando muchas marcas que no habían pagado por ser la cara oficial de esa competencia lograron colarse en la “conversación” que se generó en redes sociales. Lo hicieron a través de estrategias más o menos tramposas, la más directa de las cuales implicó contratar a atletas individualmente para que promocionaran sus productos. Esta vez los deportistas no pueden asociarse con ninguna marca ni mencionarlas en redes sociales.

Según las reglas del COI, entonces, el uruguayo Andrés Silva (@asilvaofficial) no podría subir a su Twitter una foto del jamaiquino Usain Bolt atravesando la meta de los 100 metros,  ni siquiera si estuviera allí mismo en las gradas mirándolo en vivo y en directo. A menos que, luego de la premiación, logre pedirle permiso. Tampoco debería comentar su triunfo de ninguna manera. ¿Aunque tal vez en primera persona el comentario lograría engañar a la censura?

Los periodistas también tienen limitaciones a la hora de comunicar en redes. De nuevo, hay demasiado dinero en juego para considerar la libertad de expresión más absoluta. Sólo la cadena NBC pagó US$1.200 millones para transmitir los Juegos en Estados Unidos. Según las reglas, los medios ni siquiera pueden usar las imágenes tomadas por espectadoras que les sean enviadas directamente.  Para poder transmitir material desde la Villa Olímpica, desde cualquier sede e incluso desde los lugares en los que los atletas practican, hay que estar debidamente acreditado como periodista ante el COI.  Pero aún si el periodista tiene esta acreditación, le está vedado subir a Internet cualquier tipo de foto, video o audio de los eventos.

El público también está sometido a algunas restricciones, aunque en este caso los largos brazos controladores del COI tendrán más problemas para alcanzarlos si rompen las reglas. El pago de la entrada no le da derecho al público a sacar fotografías, grabar video o audios de lo que sucede dentro de los estadios y sedes, salvo que se usen solamente para consumo propio, es decir, para ver en casa con familia y amigos. En este caso el COI tiene pocas herramientas y pocas posibilidades de evitar que esas imágenes efectivamente no se suban a las redes. La organización dice que lo que busca, sobre todo, es evitar que las fotografías se usen comercialmente.

Todo lo anterior se contradice de plano con lo que la organización afirma una y otra vez, cada vez que habla de estos temas: "animar a los participantes y otras personas acreditadas a realizar comentarios en medios sociales o sitios web durante los Juegos Olímpicos; es completamente aceptable que un participante o cualquier otra persona acreditada haga un comentario personal, blog o tuit".

El paso de los días demostrará hasta qué punto serán efectivos los mecanismos de control. Hace una semana más de 60.000 personas fueron invitadas para ver el primer ensayo técnico de la ceremonia de apertura. A todas se les pidió expresamente que guardaran “la sorpresa”, pero bastaron unos pocos minutos de iniciada la práctica para que comenzaran a salir los tuits y posts con detalles de lo que se veía.

Las reglas
Atletas
-Pueden postear en redes sociales pero siempre en primera persona, estilo “diario personal”.
-Si comparten fotografías en las que se muestren a otros atletas, deben pedirles permiso. No se especifica si el permiso tiene que ser por escrito.
-No pueden usar las redes en el rol de periodista. Es decir, no deben “informar sobre la competencia o comentar sobre las actividades de otros participantes”.
-No pueden mencionar ninguna marcaPeriodistas
-Deben regirse por las anteriores reglas a las que están sometidos los atletas.
-Para transmitir cualquier tipo de imagen desde la villa olímpica o sedes deben estar acreditados.
-No pueden subir imágenes de ningún tipo a InternetPúblico
-No se puede tomar imágenes, videos o audios de las competencias, salvo para uso personal.
El Observador

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