Los otros juegos


Sin una política destinada a captar talentos, con peleas entre los grupos de poder y a 16 años de la última (y única) medalla, Uruguay irá con un solo representante a los Paralímpicos de Londres.



Norma Dutra pasa varias horas al día en la cocina de su casa, en el barrio del puerto en Paysandú, una zona algo deprimida de la capital sanducera. Allí prepara empanadas, tortas de fiambre y otras "viandas" que después vende en comercios y casas de familia. Ese es el sustento principal de su hogar. Y lo que ha permitido pagarle la cuota del club a su hijo Gonzalo Dutra, quien nada y compite en Remeros desde que tiene cinco años de edad.


Él nació con una malformación (le faltan los dedos y la mano izquierda), pero igual desde chico compitió en los torneos "convencionales" federales e incluso ganó una medalla frente a nadadores sin problemas físicos. El año pasado lo llamaron del Comité Paralímpico Uruguayo y lo animaron a participar en los Juegos Parapanamericanos (para atletas con discapacidad) en Guadalajara. Y no le fue mal: salió cuarto en su especialidad, los 100 metros pecho. No logró la marca para llegar a los Juegos Paralímpicos pero este año el Comité le consiguió una wild card, es decir, una invitación.

La mala noticia es que Dutra, de 17 años, es el único uruguayo que competirá en los Juegos Paralímpicos de Londres, que empiezan el 29 de agosto y utilizan las mismas instalaciones de los Juegos Olímpicos. Irá acompañado de su técnico Bruno Zanetti y de dos dirigentes, la presidente y el vicepresidente del Comité Paralímpico. Uruguay tiene cerca de 30 atletas discapacitados en actividad, según estima Daniel Facal, vice del Comité Paralímpico. Y ninguno logró la marca mínima para llegar a Londres. Otras fuentes hablan de más de 50 deportistas activos. Entre ellos, hay tres nadadores (contando a Dutra), una selección de fútbol de ciegos y una de basquetbol en silla de ruedas.

Es un hecho que Uruguay está muy atrás en este tema, incluso si se compara con países de la región. Argentina, con una población 13 veces mayor a la de Uruguay, lleva 60 atletas a Londres y Venezuela, con una población nueve veces mayor, lleva 30 atletas. Si se sigue el parámetro uruguayo, Argentina debería llevar 13 atletas y Venezuela nueve.

Es casi imposible que Dutra gane una medalla, no solo porque llega por invitación sino porque hay países que se dedican en forma profesional a esto de las competencias para atletas con discapacidades. Y, está claro, lo de Dutra es tan amateur que hasta se paga el club: solo media cuota porque está becado. "Me lo dejan en 300 pesos, por ahí", dice. Además, su especialidad (100 metros pecho) no existe en la categoría en la que competirá en los Paralímpicos, por lo que participará en mariposa y espalda.

El atleta ciego Jorge Llerena es el único uruguayo que consiguió una medalla en la historia de los Juegos Paralímpicos, que se realizan desde 1952. Llerena logró el bronce en los 200 metros llanos en Atlanta 1996. Fue una excepción: Uruguay jamás fomentó la competencia de alto nivel para los discapacitados.

Si los atletas convencionales (sacando el fútbol) deben hacer enormes esfuerzos personales para llegar a los Juegos Olímpicos, qué decir de los que tienen alguna discapacidad en un país que, en los hechos, no está preparado para las cosas mínimas: que una persona en sillas de ruedas suba a un ómnibus o que un ciego cruce la calle.

Uruguay nunca tuvo delegaciones amplias en los Juegos Paralímpicos (a Atenas 2004 fueron seis; a Atlanta 1996, Sydney 2000 y Beijing 2008, dos). Pero este es el peor registro: un solo representante. Eso puede estar relacionado a un gran caos a nivel dirigencial, que incluso llevó al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) a ordenar en marzo las elecciones anticipadas del Comité Paralímpico Uruguayo (ver recuadro), en una polémica donde la Mutual Uruguaya de Deportistas Ciegos y la Asociación Pro Recuperación del Inválido (APRI) denunciaron que durante años las autoridades paralímpicas fomentaron el "amiguisimo" y que a las competencias iban más dirigentes que deportistas.

Llerena dice que hoy Uruguay "está peor" que en su época y que se fomenta el deporte como recreación para los discapacitados pero no la alta competencia. Que no existe una política de deporte que busque "captar talentos, formarlos y educarlos" (ver entrevista).

HISTORIA. Hasta hace no mucho a Dutra ni se le había pasado por la cabeza competir contra otros nadadores con discapacidad. En parte porque en Uruguay eso no es posible: para hacerlo, debía viajar al exterior. Cuando el año pasado el Comité Paralímpico le propuso participar en competencias internacionales, de modo de perfilarse como paralímpico, a su madre le entraron dudas.

Norma tenía miedo que su hijo viajara solo, según cuenta el entrenador Zanetti, un artiguense que vive en Paysandú. "Ella y su hermana siempre sobreprotegieron a Gonzalo". Ya había pasado lo mismo antes, las primeras veces que debió salir de Paysandú a participar en competencias nacionales.

"Hablé horas con ella, hasta que lo liberó", relata Zanetti. Pero también admite que, una vez que estuvo convencida, ella hizo un esfuerzo enorme para que su hijo compita. "Cuando íbamos a Montevideo, la madre vendía el doble de empanadas para pagarle el pasaje", recuerda. El entrenador dice que Dutra siempre fue uno más del plantel de natación de Remeros y se adaptó a todo. "Es un chiquilín muy coordinado, excelente deportista", opina. Está entre los ocho mejores de la categoría a nivel nacional.

Hace unos meses, justo cuando viajaba en ómnibus a Montevideo a reunirse con las autoridades paralímpicas, se enteró que había recibido una wild card para Londres. Dutra vive con su madre y su abuela, mientras su hermana estudia en la capital. "Hace muy poco nos enteramos que era el único uruguayo que iría a Londres", dice Norma, orgullosa. El muchacho va al liceo de mañana y entrena de tarde: de lunes a sábado de 15 a 17 horas en la piscina y tres veces a la semana hace una hora de gimnasio.

A fines de agosto viajará a Londres y competirá en una de las piscinas del Centro Acuático. El pasaje se lo paga el Comité, al igual que el equipo deportivo. Los gastos están todos cubiertos en la villa. Dutra espera mejorar sus tiempos, "dar lo mejor y hacer una buena carrera para representar a Uruguay". El entrenador dice que "se defenderá y ganará experiencia".

Es decir, igual que pasa con los atletas que compiten ahora en los Juegos Olímpicos, volver con una medalla es prácticamente una utopía. "Esto es igual que en el deporte convencional: competiremos contra profesionales", se ataja Zanetti. Y cita el ejemplo de los paralímpicos brasileños, quienes viajan con psicólogos, médicos y nutricionistas. "Y hay nadadores que cobran viáticos", cuenta. Una realidad que está a años luz de la uruguaya.

DE CERO. ¿Por qué Uruguay no tiene un solo atleta que haya clasificado directamente a los Juegos? "Lo que pasa es que el nivel no está muy alto y somos pocos. En mi club, por ejemplo, no hay otro paralímpico", dice Dutra. "Si hubiera más apoyo se sumaría más gente".

Para el presidente de la Mutual Uruguaya de Deportistas Ciegos, Sergio Pérez, hoy es difícil para un atleta discapacitado ir a competir al exterior. "Así que solo compiten a nivel nacional, se desmotivan y abandonan", resume Pérez.

Facal, el vicepresidente del Comité Paralímpico, dice que durante mucho tiempo "no se hizo una buena promoción" para encontrar talentos. "No hubo renovación, no entró gente joven".

La idea, ahora, es empezar desde cero. Las nuevas autoridades del Comité iniciaron un proyecto para que el país tenga un "semillero" de deportistas paralímpicos. "Hay discapacitados... El problema es que hay que buscarlos y trabajar con ellos para que dentro de cuatro años podamos tener una participación más numerosa", afirma Facal.

Una fuente vinculada al organismo dice que el Comité "precisa salir al mundo" porque "le apretaron las clavijas desde el comité internacional".

Graciela Reiris, coordinadora general de la Asociación Pro Recuperación del Inválido (APRI), denuncia que durante muchos años "los discapacitados visuales fueron postergados" y se les ha cortado rubros para participar en torneos. Y agrega: "La directiva anterior tenía una falta de respeto total hacia los ciegos. Como no ven, hacían gestos delante de ellos en las reuniones".

El presidente de la Mutual dice que el atleta ciego Alvaro Pérez, que había clasificado a los Parapanamericanos en 800 y 400 metros llanos, fue dejado afuera "arbitrariamente" por la anterior directiva del Comité, lo que motivó la denuncia que el propio Pérez hizo ante el MEC y ante el Ministerio de Turismo y Deporte. La organización de deportistas ciegos considera que la wild card se la deberían haber dado a Pérez, que está a nueva décimas de la marca, y no a "un nadador de 17 años que solo va a foguearse y a cerrar la piscina". Facal responde que el problema es que solo se otorga una wild card por país y que Pérez había sido denunciado por las autoridades salientes del Comité por "mala conducta" en los Juegos Paralímpicos de Beijing.

Además de Dutra, en los últimos Parapanamericanos de Guadalajara participó un tenista en silla de ruedas y la selección de futsal de discapacitados visuales, que quedó cuarta y no clasificó a los Juegos Paralímpicos. Los futbolistas ciegos no tienen con quién competir en Montevideo: entrenan entre ellos.

Otro que aspiraba a una wild card era Eduardo Dutra, quien corre en silla de ruedas, y el año pasado tuvo notoriedad pública debido a una campaña de recaudación de fondos para poder comprar una silla nueva. La que tenía, había cumplido su vida útil. Al final Nike le donó una, pero Dutra tampoco pudo conseguir una marca para llegar a Londres. En julio de 2011, cuando lo entrevistó El País, el deportista dividía su jornada entre los entrenamientos y la venta callejera de paños en la rambla y Pagola.

La última novedad del deporte paralímpico es que hace pocas semanas se volvió a integra la selección de basquetbol en silla de ruedas, tras casi 10 años sin competir como tal. A las últimas competencias había ido solo una de los das instituciones que existen en el medio. Los equipos no estaban integrados por diferencias entre las autoridades.

Ahora la selección de basquetbol se prepara para ir a la Copa Andina en Perú, pero no consiguió que ningún club montevideano les preste su cancha para entrenar. "Ni pagando, ¿eh?", se queja Facal, el vicepresidente del Comité. "Lo único que nos ofrecían era entrenar a las once de la noche. Y algunos muchachos tienen que trabajar al día siguiente, no pueden".

Como no conseguían nada, empezaron a entrenar en una cancha de cemento, una superficie que desgasta los tubos de las sillas de ruedas. Pero, al final, el Liceo Militar les cedió su gimnasio con piso de parquet. Y gratis. La selección de basquetbol viaja el lunes a Lima: sus integrantes sueñan con poder ir a Río de Janeiro en 2016 y que la delegación paralímpica uruguaya sea (un poco) más nutrida. Pero para eso deberán dejarse de lado las rencillas entre los grupos de poder del deporte paralímpico y pensar en el bien común. Para que los atletas discapacitados no sean, una vez más, los eternos olvidados.

30
deportistas discapacitados están en actividad en Uruguay, según estima el Comité Paralímpico

60
atletas lleva Argentina, un país con población 13 veces más grande, a los Juegos Paralímpicos.

300
pesos paga cada mes Gonzalo Dutra, el uruguayo que irá a los Juegos, para entrenar en su club.

EL GOBIERNO INTERVINO
Interna complicada
En marzo el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ordenó que el Comité Paralímpico Uruguayo realizara elecciones anticipadas, después que la Asociación Pro Recuperación del Inválido (APRI) y la Mutual Uruguaya de Deportistas Ciegos, que integraban la organización, presentaran denuncias contra la directiva que entonces presidía Juan Carlos Paullier.

El nuevo vicepresidente, Daniel Facal, dice que "el ministerio constató irregularidades" y que algunas denuncias eran por mal manejo de fondos ya que, entre otras cosas, se gastaba más en pasajes para dirigentes que para los atletas. Actualmente hay una auditoría económica en curso.

Graciela Reiris, coordinadora general de APRI, dice que el Comité "no actuaba de acuerdo a sus estatutos" y que las autoridades anteriores "estaban viciadas" porque "desde la creación del Comité en la década de 1970 estaban siempre los mismos". Según Reiris, cambiaba el presidente, "pero el resto eran los mismos que pasaban de un cargo a otro" y los estatutos dicen que nadie puede estar más de tres períodos en la directiva.

"Se movían por amiguismo. Viajaban los que ellos querían: los primeros eran las autoridades. Y después, si sobraba dinero, veían a quién más llevaban". El resultado de ese proceso, según Reiris, es que va a haber un solo deportista en Londres.

En tanto, la Mutual Uruguaya de Deportistas Ciegos denunció ante el MEC que el atleta ciego Alvaro Pérez había sido discriminado, porque no recibió apoyo para ir a competir a los Juegos Parapanamericanos.

La resolución del MEC, según publicó en marzo el portal 180, dice que el Comité funcionaba de manera antiestatutaria desde 1996 e intimaba a elecciones antes del 15 de abril. Al acto no se podían presentar la entonces secretaria, Cristina Roselló, ni la tesorera, Maidan Caputi. Consultada por Qué Pasa, Roselló se negó a responder porque no quiere "más enredos". Pero sí declaró que la lista ganadora responde al anterior consejo.

CÓMO SE FINANCIA EL COMITÉ
El Comité Paralímpico subsiste con una partida mensual de 26.000 pesos que le manda el Ministerio de Turismo. Con ese dinero, por ejemplo, se compraron equipos deportivos para Londres. No hay apoyo e privados. Cuando hay un viaje al exterior, el ministerio a veces hace aportes extraordinarios.

CONVOCATORIA
El Comité Paralímpico busca personas discapacitadas, especialmente niños y adolescentes, que quieran hacer deporte. Los interesados pueden comunicarse con el vicepresidente, Daniel Facal, al 095 91 55 42. O entrar a www.comiteparalimpicouruguayo.org.
SEBASTIÁN CABRERA - Suplemento ¿Que Pasa? - Diario El Pais de Uruguay

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