Montevideo: Finalizó el "Barrido Inclusivo".

75 mujeres culminaron una nueva edición del programa Barrido Inclusivo que promueve la inclusión en el mercado laboral.


El programa, que inició en el año 2002 bajo el nombre Barrido Otoñal, es impulsado por la Secretaría de Empleabilidad para la Inclusión Social y la Asesoría para la Igualdad de Género.

Es ejecutado mediante convenio con cuatro organizaciones no gubernamentales: Ciedur, La Bonne Garde, Casa de la Mujer de La Unión y El Abrojo.

Barrido Inclusivo funciona como una experiencia socio-educativa-laboral que promueve el desarrollo de las condiciones personales y sociales, la inclusión en el mercado formal de empleo y la concreción de emprendimientos para la generación de ingresos propios.

En esta edición participaron 75 mujeres (jefas de hogar, trans, inmigrantes, clasificadoras, privadas de libertad, liberadas y atendidas por las ComunaMujer) mayores de 18 años, con personas a su cargo, desempleadas y con nivel de instrucción que no supera quinto año de secundaria.

El programa se extendió durante 9 meses, contó con 30 horas semanales que incluyeron 10 de capacitación. La remuneración fue establecida en el consejo de salarios del sector.

Realizaron tareas de barrido de veredas, entorno de árboles y contenedores, limpieza de cordones y papeleras municipales.

En la jornada de cierre de esta edición, grupos de trabajo de cada organización realizaron diferentes presentaciones en las que expresaron sus vivencias en el trabajo realizado. 

En la actividad, desarrollada en las instalaciones del Cedel Carrasco, participaron la directora de la Asesoría para la Igualdad de Género, Patricia González Viñoly y la coordinadora de Barrido Inclusivo, Rosario Russi.

González Viñoly destacó el trabajo transversal, con una mirada integral "ya que las mujeres que participan han tenido dificultades en el acceso el mercado de trabajo por distintos motivos. La idea es mejorar sus condiciones para facilitar el ingreso al mercado de trabajo. Por otro lado, es un programa de empoderamiento de las mujeres a través de la vivencia personal pero, especialmente, a través de la construcción colectiva, ya que provienen de lugares donde las redes de contención son débiles”.

Además, González Viñoly resaltó el trabajo posterior al ciclo del programa, que busca darle sostenibilidad a través de la base de datos para vincular a las mujeres no sólo con las organizaciones sociales, sino en su inserción en el mercado laboral.

“No hay procesos automáticos pero, si se mira el punto de arranque de estas mujeres al comienzo y lo que expresaron hoy, vemos un proceso de mejora de sus condiciones tanto en sus nuevas capacidades como en la forma en que se perciben a si mismas luego de esta experiencia”.

El próximo llamado para una nueva edición del programa comenzará en el mes de setiembre de 2018, a través del cual se sortearán los 75 cupos disponibles entre las mujeres inscriptas.

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