Uruguay ratifica declaración regional del CAS y llama a la comunidad internacional a concertar mecanismos

 Bajo la órbita de una nueva reunión ordinaria entre los Ministros del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), Uruguay fue parte firmante de una Declaración de Principios y Valores de la región para la producción de alimentos en el marco del desarrollo sostenible. 




Con el fin de informar y difundir la relevancia del acuerdo, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte y la Secretaria Técnica del CAS, Alejandra Sarquis, participaron de una conferencia de prensa a distancia, este miércoles 5. 

A modo introductorio el mandatario del MGAP, expresó que la declaración de los Ministros de Agricultura de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, miembros del CAS, coincide en que los países enfrentan desafíos comunes, que se plantean en el marco de las negociaciones internacionales en materia de desarrollo sostenible. Atento a ello,  es muy valioso compilar en una declaración, los principios y valores compartidos por los Ministerios de Agricultura de la región.

Uriarte agregó que pese a que estos principios y valores están ampliamente reconocidos en el plano internacional, los países miembros elaboraron esta estrategia para hacer un llamamiento a la comunidad internacional a concertar  acuerdos y mecanismos globales que permitan pasar de lo declarativo a lo operativo.

Posteriormente, cedió la palabra a Alejandra Sarquis con el fin de exponer la importancia que el Consejo tiene para el intercambio entre los Ministros regionales.

Al respecto la Secretaria Técnica explico, que el CAS es el foro ministerial de consulta y coordinación de acciones regionales, integrado por los Ministros de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Comenzó a funcionar desde su conformación, en el año 2003, a iniciativa de los ministros de los mencionados  países, para lograr la coordinación de acciones y la generación de políticas regionales.

"Todos sabemos, y cada vez más, que cada país no es un ente separado, sino es la región en conjunto, los países en conjunto los que salen adelante, sobre todo en nuestro sector agroalimentario donde tienen tanto peso las exportaciones", agregó.

Luego, el titular del MGAP retomó la palabra y explicitó ciertos puntos acordados en la reunión a distancia entre países, realizada este 4 de mayo. (Acceda al enlace de la conferencia completa)

El primer postulado que integra el acuerdo firmado, hace referencia a la Seguridad alimentaria.  En el marco actual de pandemia, la región está llamada a cumplir un rol central frente a los desafíos que presenta el contexto internacional. Nuestros países se ubican dentro de los principales proveedores mundiales de alimentos sanos, nutritivos y de calidad, de conformidad con la Agenda 2030 y en particular, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “Fin de la pobreza” y  “Hambre cero”.

Asimismo, Uriarte recordó que para Uruguay es fundamental continuar creciendo en el control y cuidado de la inocuidad de los alimentos.

El cambio climático es un desafío de toda la humanidad, al adoptar medidas que reviertan este fenómeno, debemos dar prioridad fundamental de salvaguardar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre. Los sistemas de producción de alimentos son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático. Los desafíos que impone el tema hacen imprescindible centrar los esfuerzos en la adaptación, a fin de garantizar la resiliencia del sistema y mantener la producción necesaria para la seguridad alimentaria.

Necesitamos producir más y mejores alimentos, al mismo tiempo que generar mecanismos que aseguren el acceso físico, social y económico a éstos. Destacamos el aporte de la agricultura y la ganadería sostenible a la seguridad alimentaria, al desarrollo económico y al arraigo territorial.

El quinto punto hace referencia al Pago por servicios ecosistémicos.

“América Latina y el Caribe es la mayor región proveedora de servicios ecosistémicos a nivel mundial, abarcando más de la mitad de los bosques primarios y de la biodiversidad mundial. Coincidimos que la comunidad internacional se debe un debate franco y profundo para concretar de forma urgente sistemas eficientes de cuantificación y capitalización de las externalidades positivas globales resultantes de los servicios ecosistémicos que se generan en los sistemas agropecuarios o agroforestales”.

En el postulado sobre Género y Pueblos originarios, Uriarte dijo que Uruguay es líder en el trabajo en políticas de género, en especial en el MGAP y que no duda que será tenida como ejemplo por otros países.

 Las mujeres rurales cumplen un rol central en la seguridad alimentaria, especialmente en la producción familiar, campesina e indígena y son especialmente vulnerables al cambio climático en nuestro sector. La población indígena presenta tasas de pobreza que son en promedio dos veces más altas que para el resto de los latinoamericanos. Debemos acordar mecanismos efectivos que permitan cerrar las brechas de género, ya que representan un factor clave para la reducción de la pobreza y el logro de sistemas alimentarios sostenibles, económica, social y ambientalmente.

La Cooperación  Internacional ubicada en el octavo lugar, hace referencia al valor de la cooperación internacional como herramienta para compartir experiencias, transferir conocimiento y tecnología y crear sinergias positivas para la acción climática y la sostenibilidad ambiental.

“Se deben fortalecer las acciones de cooperación Sur-Sur,  ajustadas a las necesidades locales”

Y finalmente, el Ministro dijo sobre el último punto, Comercio Internacional,  que es fundamental el logro de un sistema de comercio internacional más justo, transparente y previsible. Los subsidios distorsivos de la producción y el comercio, así como las barreras paraarancelarias son negativos para los consumidores y productores.

“Hacemos desde el CAS un llamamiento a los miembros de la OMC (Organización Mundial del Comercio) a limitar y a reducir, al menos a la mitad, de aquí a 2030, la suma de los niveles autorizados de ayuda interna causante de distorsión del comercio y la producción que se mantienen actualmente en la agricultura a nivel mundial. Las medidas que se impongan deben ser basadas en evidencia científica, ya que a veces dificultan el acceso a la alimentación por tratarse de medidas paraarancelarias”

 Las contribuciones de los distintos miembros de la OMC a estas reducciones tendrán que ser proporcionales a la magnitud de los niveles autorizados actuales de esos miembros y a su posible repercusión en los mercados mundiales, y tener en cuenta las necesidades de los distintos miembros en materia de desarrollo, a fin de lograr que se alcance el objetivo a nivel mundial para 2030.  El comercio abierto desempeña un papel fundamental para garantizar y respaldar la seguridad alimentaria mundial y el cumplimiento de los ODS. Atento a ello, insistimos en la necesidad de avanzar de forma decidida con el proceso de reforma de la agricultura en el marco de la OMC, concluye el documento.


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