Vázquez: “Diálogo y negociación colectiva son fundamentales para construir un mundo de trabajo que sirva a todos”.

“El diálogo y la negociación colectiva son fundamentales para construir un mundo del trabajo que sirva a todos”, afirmó el presidente Tabaré Vázquez, este lunes 5, como invitado de honor en la apertura de la 106.ª Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra. “La fortaleza del diálogo no radica en gritar, amenazar, golpear mesas o dar portazos, sino en reconocer a los demás como semejantes”, sostuvo.


“En el mundo actual, lo cierto es que sin diálogo no hay acuerdos, y sin estos no hay progreso ni desarrollo genuino y sostenible”, afirmó Vázquez, en el discurso que pronunció en la sesión inaugural de la conferencia. El presidente subrayó que “el diálogo y la negociación colectiva en los sectores privado y público, entre los gobiernos y las organizaciones sindicales y de los empleadores, son instrumentos fundamentales para construir un mundo del trabajo que sirva a todos”.

“La fortaleza del diálogo no radica en gritar, amenazar, golpear mesas o dar portazos, sino en reconocer a los demás como semejantes, en escucharlos, en no temer que tengan razón, en tener capacidad para proponer, negociar y acordar”, enfatizó el mandatario. “Allí radica la clave del contrato social y de la democracia, indispensables para el progreso”, manifestó.

Agregó que debe haber “diálogo y negociación en grandes temas, pero también a nivel de empresas o de ramas de actividad, en el salario, en la salud laboral, para las condiciones de trabajo, sin dejar atrás a los trabajadores rurales o domésticos, tan históricamente olvidados”.

También destacó “la participación social ejecutiva en la administración de la seguridad social, la formación profesional y otras políticas públicas”. Reconoció que “a veces cuesta, pero vale el esfuerzo porque nos hace mejores como individuos y como sociedad”.

Destacó que Uruguay “es referente mundial en tripartismo y diálogo social para el desarrollo sostenible como proyecto estratégico del país”, y recalcó que se debe apuntar "hacia una regulación laboral segura, ordenada y armonizada con las normas internacionales del trabajo al igual que con las políticas nacionales”.

“En el mundo actual, quien pretenda resolver sus desafíos con respuestas del pasado se condena al fracaso, quien se detenga, retrocede, y quien aspire a salvarse en soledad, está irremediablemente perdido”, subrayó. Acotó que “el futuro no se espera, se construye entre todos con diálogo y apostando a la paz como forma de convivencia”.

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