Ronda de convenios colectivos de 2016 incluyó 75 % de cláusulas de género.

“En 2005 había solo 15 % de convenios laborales con cláusulas de género y en la ronda del año pasado ya fueron 75 % los que las incluyeron, con licencias por cuidados familiares, guarderías, salas de lactancia, apoyo para gastos educativos, complementos al subsidio que otorga el Banco de Previsión Social (BPS), prestaciones para personas con discapacidad y fondos sociales", dijo el titular de Trabajo, Ernesto Murro.


Al hablar de empleo, Murro dijo en el acto central por “Más igualdad, compromiso de Estado. Punto final a la violencia de género” que en el primer gobierno de la recuperación de la democracia (1985-2000), la cantidad de hombres que trabajaban era casi el doble que la de las mujeres. “La brecha disminuyó y hoy la diferencia es de 17 puntos porcentuales2, sostuvo.

Murro afirmó que hay menores tasas de ocupación de las mujeres en los departamentamos de Cerro Largo, Treinta y Tres, Paysandú y mayores en Maldonado, Flores y Montevideo.

Mencionó que algo similar ocurre con la desocupación. Expresó que Uruguay está en el menor promedio anual de mujeres desocupadas y, al respecto, hay un 43 % menos de desocupación en las mujeres respecto a 2005.

Actualmente, hay que enfrentar otras realidades, porque cuando las mujeres piden un trabajo solicitan menos horas, horarios más flexibles y especiales, mencionó el ministro.

Añadió que Uruguay estuvo 15 años sin negociación colectiva y esto fue especialmente perjudicial para las mujeres.

“Estamos ante la más amplia negociación colectiva del sector público y privado de la historia del Uruguay, en que las clausulas de género se multiplicaron por seis desde 2005”, señaló.  

Murro enfatizó que en 2005 había solamente 15 % de convenios con clausulas de género y en la ronda de 2016 fueron 75 %, que incluyeron licencias por cuidados familiares, guarderías, acompañantes, salas de lactancia, apoyo para gastos educativos, complementos al subsidio que otorga el BPS, prestaciones para personas con discapacidad, fondos sociales en gremios como la construcción y los gráficos, a los que se agregaron las trabajadoras domésticas, los metalúrgicos y, en diciembre, la Administración Central.

Las cláusulas de género también contemplan mejoras en la capacitación con logros del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), donde la mitad de las personas que se han capacitado son mujeres, apuntó.

También precisó que a partir de 2008 se dinamizó el sistema cooperativo, área en la que las mujeres cumplen un rol que consideró fundamental. “La reforma de la ley de jubilaciones en 2009 benefició especialmente a las mujeres, unas 60.000 accedieron a jubilaciones y dentro de ese número unas 25.000 se pudieron jubilar debido a las nuevas disposiciones de la ley”, dijo.

El sistema de salud multiplicó por 10 desde el año 2008 el ingreso de jubilados y pensionistas al Fondo Nacional de Salud (Fonasa). “Lo mismo sucede con la licencia por maternidad, paternidad y medio horario, en que se han multiplicado por cuatro los beneficiarios de esta nueva normativa vigente desde 2013”, agregó.

Murro también se refirió a la inclusión y la formalización, situación que se ha visto reflejada en las mujeres. "Si miramos el total de cotizantes del BPS al 2015, comparado con 2004, los hombres mejoraron un 53 % y las mujeres un 67 %", señaló. Agregó que si se mira expresamente a los dependientes de la actividad privada, los hombres mejoraron un 73 % y las mujeres un 89 % en los registros del BPS.

Subrayó que son datos que demuestran los avances. “Por primera vez desde el año 2012 en Uruguay la informalidad, según distintos indicadores, es menor en las mujeres que en los hombres”, comentó.

Murro dijo que la brecha salarial mejoró en el sector público y se estancó en el sector privado. Al respecto señaló que acordó con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) una investigación específica en tres sectores de actividad, como el comercio, por la alta composición femenina, la construcción, por la alta prevalencia masculina, y la salud privada no médica, en particular, por la alta presencia femenina y por ser el que muestra la mayor brecha salarial. Esa investigación se realizará este año y se presentará en el segundo semestre, puntualizó.

En referencia al trabajo doméstico, Uruguay continúa el proceso de formalización, pero hay que trabajar en la profesionalización de las trabajadoras domésticas y la formalización del trabajo, aseguró.

Sobre la protección de la maternidad y la paternidad, Murro dijo que se trabajará en el sector público, que tiene ciertos retrasos respecto del privado. Se firmó un convenio en diciembre pasado con la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), para la equiparación de las licencias en la Administración Pública en función de los lineamientos existentes en el sector privado.

Las cláusulas de género en los convenios se han sextuplicado, afirmó.

En relación con la seguridad social, dijo que se envió el proyecto de ley de pensiones alimenticias al Parlamento nacional y en diciembre este organismo aprobó la Ley N.º 19480. “Este hecho tiene un gran impacto de género, porque son las madres las que persiguen los cambios de trabajo de los hombres para que sus hijos reciban las pensiones alimenticias”, destacó.
Presidencia.

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