Uruguay pasó de un enfoque que vendía al mundo opacidad a uno de desarrollo integral.

“Uruguay cambió de paradigma y pasó de un enfoque que generaba instrumentos para la opacidad a uno relacionado a la transparencia, afirmó el presidente del Banco Central, Mario Bergara, al referirse al sistema financiero. Dijo que el primer enfoque “ofrecía la opacidad como forma de inserción, sobre todo regional", pero "ahora tenemos una visión de desarrollo integral donde vendemos transparencia al mundo".
“Parte de la transparencia está en que las políticas se expliquen y hayan ámbitos de intercambio de ideas”, aseguró Mario Bergara al comenzar su disertación este jueves 19 en Desayunos Útiles, instancia organizada por la revista Somos Uruguay.

El presidente del Banco Central del Uruguay aseguró que nuestro país “pasó de una lógica de opacidad a una de transparencia como parte ineludible de la inserción en el mundo a base de cooperación y transparencia”.

En el pasado “tratábamos de venderle opacidad a los vecinos y ahora tenemos una visión de desarrollo integral donde vendemos transparencia al mundo”, enfatizó.

El jerarca destacó que para lograr este cambio Uruguay se basa en la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, el fortalecimiento de las regulaciones del sistema financiero, una nueva fiscalidad internacional y el creciente debilitamiento del secreto bancario, “que era el centro de la opacidad que brindaba Uruguay”.

Dijo que todos los países tienen algún régimen de secreto bancario y señaló que debe haber “un equilibrio entre la privacidad y el interés general”. Valoró que actualmente hay más causales y procedimientos que varios organismos pueden utilizar para levantar el secreto bancario.

“Uruguay debe ser abierto e insertarse con visión global a base de credibilidad y esto viene por la vocación de transparencia”, expresó. “No hay alternativa, Uruguay necesariamente debe tener una inserción sana y creíble”, enfatizó.

Bergara dijo que a partir de esta crisis “surge una demanda por mayores estándares de transparencia, prevención de lavado de activos y control de flujos financieros”, donde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aparece como el “organismo coordinador de esta nueva situación”.

Sostuvo que “hay una creciente demanda de transparencia en el mundo a partir de la crisis financiera mundial que surgió como fruto de la desregulación, el desorden organizacional y de soslayar la importancia de la supervisión”. En la última década Uruguay realizó cambios normativos e institucionales para cumplir con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y hoy tiene mejor evaluación que la mayoría de los países del G 20.

Agregó que el país también avanza “de manera fuerte y sistemática” en el fortalecimiento regulatorio y la supervisión del Banco Central.

A partir de 2001 y sobre todo luego de los cambios introducidos en 2007 se recibieron 2.300 reportes de operaciones sospechosas. En este caso el Banco Central opera como asesor e integrante de un mecanismo de prevención de lavado de activos que ha mejorado sustancialmente en los últimos años, con lo cual "Uruguay está muchísimo mejor que antes de 2006 que tuvo una evaluación muy negativa en la materia", concluyó.

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