Espacio de orientación de ANEP procura inclusión educativa de niños y jóvenes con autismo.

Si bien una de las características que definen los trastornos del espectro autista son las dificultades para desarrollar vínculos con otros, muchos niños y jóvenes que los padecen pueden ser incluidos en el sistema educativo formal. Así lo entiende la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que dispuso un espacio de consulta y orientación para ayudar a las familias a optar por la mejor alternativa para sus hijos. 
En entrevista con la Secretaría de Comunicación de Presidencia, Adriana Cristóforo, directora de la Unidad de Promoción, Intervención y Desarrollo Educativo de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se refirió al abordaje de los trastornos del espectro autista desde la perspectiva de la inclusión educativa. 

La ANEP dispuso de un espacio de consulta y orientación para la inclusión en el sistema educativo de niños y jóvenes con estos trastornos. Es un lugar de referencia donde las familias pueden concurrir para asesorarse sobre la inclusión efectiva de sus hijos. 

La iniciativa se originó de una inquietud de la Federación de Padres de Niños Autistas que fue trasladada a una comisión intersectorial integrada por representantes de todos los niveles de enseñanza, del Hospital Pereira Rossell y por los propios familiares de los niños. Esta comisión se reúne en el marco de la Dirección Sectorial de Planificación Educativa de la ANEP, en procura de diseñar políticas para la inclusión efectiva.

“Este espacio se abre dentro de la Unidad de Promoción. Allí se recibirá a los papás que tienen alguna dificultad con la inclusión educativa de sus hijos y a todo aquel que esté atento a este problema y que pueda, desde su vinculación con el tema, participar. La Unidad recepciona la consulta de las familias y articula con los referentes institucionales de cada uno de los Consejos”, explicó la entrevistada.

En Educación Inicial y Primaria la entidad referente será la Inspección Nacional de Escuelas Especiales, en Educación Secundaria, el Departamento Integral del Estudiante; y en Educación Técnico Profesional (UTU) serán equipos multidisciplinarios y la Comisión de Inclusión Educativa. 

“Nosotros acompañamos a los papás en este proceso de contacto con las instituciones a través de estos referentes. Buscaremos en conjunto cuál es la institución que los puede recibir”, dijo. 

La inclusión para cada caso
Cristóforo recordó que existen lineamientos de la ANEP en cuanto al abordaje del tema, en base al mandato que le otorga la Ley de Educación y las líneas estratégicas para el quinquenio en procura de que todos los niños y jóvenes estén incluidos en algún formato educativo. 

Según explicó, estos niños, por sus características en general, tienen dificultades para incluirse, para desarrollar un vínculo con los otros, existe un repliegue, son “asustadizos”, a veces tienen dificultades en el lenguaje o problemas motrices. No hay una particularidad, pero sí hay criterios que son los que establecen el diagnóstico. 

El Consejo de Educación Inicial y Primaria dispone de un centro, la escuela especial N° 231, ubicada en el barrio Brazo Oriental, Montevideo, que trabaja con niños con estos trastornos y es un lugar sobre el que Cristóforo destacó la experiencia en relación con el tema. 

En paralelo, desde el Consejo se promueve la inclusión de estos niños en escuelas comunes. “Son muchos los niños con trastornos del espectro autista que pueden estar trabajando con otros niños en el marco de la promoción de políticas educativas basadas en diversidad y derechos. Así es que se están pensando las formas que permitan una inclusión efectiva”, argumentó. 

En cuanto a las habilidades o dificultades que puede desarrollar un niño autista en su trayecto educativo, la especialista explicó que depende del caso, porque existe un espectro muy amplio de niños y jóvenes que se pueden describir dentro de la categoría, y también hace a las particularidades educativas, a las modalidades de aprender de los niños, dado que existe una variedad muy amplia en cuanto a las formas.  

Cristóforo aseguró que tener claro estas diferencias es fundamental para ayudar a las familias a encontrar la mejor opción entre instituciones educativas para sus hijos, porque también incide la infraestructura del edificio, el número de grupos, la cantidad de niños por grupo. “Son una serie de variables a tener en cuenta en función de las características particulares de cada individuo”, agregó.  

Para concluir, la funcionaria aseguró que la evidencia internacional demuestra un crecimiento en la cantidad de niños diagnosticados, sobre todo porque en el pasado no era común la realización de evaluaciones diagnósticas. Ese incremento también se registra en nuestro país. 

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