LA INTENDENCIA DE CANELONES DETECTA NUEVAS INFRACCIONES EN LA CUENCA DEL SANTA LUCÍA.

Guardaparques del Gobierno de Canelones detectaron recientemente la construcción de la apertura de un canal para uso particular con embarcación, y tala de monte nativo en predio privado en la Cuenca del Río Santa Lucía, protegida por las medidas del gobierno nacional e incorporada, en febrero de esta año, al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Continuando con el trabajo, enmarcado en el Control y Vigilancia Ambiental acordado por la Intendencia de Canelones y el Gobierno nacional, el pasado 21 de diciembre de diciembre, se detectó mediante control de rutina por parte de los inspectores y guardaparques de la Intendencia, que en un predio privado se estaba realizando obras de construcción de un canal de navegación en el juncal costero del Río Santa Lucía, en la localidad de Las Brujas.

El canal tiene una longitud aproximada de 200 metros por unos 4 metros de ancho y una profundidad de 1,50 mts, arrasando con el monte nativo y vegetación asociada. Detectada la irregularidad se tomó la decisión de paralizar la obra, adjudicándose que está dentro de un área protegida, dada por las distintas medidas de protección que existen para esta zona.

El Protocolo de Control Social y Vigilancia Ambiental sobre la Cuenca del Río Santa Lucía establece una serie de controles permanentes de la zona, entre los que se encuentra el control y vigilancia cotidiana por parte de los técnicos de la Intendencia, articulando con el gobierno nacional y los municipios. En este sentido en los últimos meses en la zona de Paso del Sordo se constató, a través del control ciudadano, la apertura de cruce y construcción de un camino a ambos lados del río, además de la tala de vegetación nativa. Vista las irregularidades se intimó a paralizar la obra, incautándose la maquinaria, e iniciando los procedimientos administrativos para aplicar las sanciones correspondientes en el marco de la normativa vigente.

De este modo el Gobierno de Canelones viene cumpliendo con el Protocolo de Vigilancia Ambiental que prevé controles mensuales aéreos para identificar y actuar rápidamente si el caso lo amerita; así como controles a través de la red hidrográfica de la cuenca, controles diarios por tierra, además del incremento del intercambio de información mediante controles satélites y control ciudadano, que ya cuenta con una experiencia de denuncias por medio de formularios.