Control de motos regularizó el tránsito en Colonia.

Los controles comenzaron a fines de 2013 de manera esporádica y atendiendo situaciones muy puntales. A raíz de la alta demanda de alcaldes y vecinos de las distintas ciudades en 2014 el jefe de Policía de Colonia, Inspector Mayor retirado Adán Cuello, ordenó incrementar la fiscalización.

Se implementó un operativo de saturación que funcionaba una o dos veces por semana. Dependiendo de la ciudad se destinaban de 5 hasta 12 policías que en tres o cuatro móviles salían a fiscalizar el tránsito. 

Se firmó un convenio con la intendencia departamental por el cual los policías están autorizados a cobrar multas y el 30% de lo recaudado se destina a una cuenta de la Jefatura destinada a la compra de materiales de oficina. “De esta manera satisfacemos la demanda social ya que hay policías controlando el tránsito, se recauda y lo más importante: se incautan motos que estaban requeridas", explicó a UNICOM el director de Coordinación Ejecutiva, Inspector Mayor Alejandro González.

Con la puesta en funcionamiento del plan Aruera en marzo de 2015 algunos aspectos cambiaron y se descentralizaron los controles. La Jefatura de Colonia cuenta con tres jefaturas territoriales y cada uno de los jefes tiene la obligación de hacer dos jornadas de controles a la semana.

El operativo es realizado por personal de las comisarías locales, Grupo Especial de Patrullaje Preventivo (GEPP), Brigada de tránsito y Bigrada Especial para la Prevención y Represión del Abigeato (BEPRA).  

Respecto al impacto que ha tenido la fiscalización de las motos en el departamento, González entendió que se logró la regularización del tránsito. Los números que arrojan los controles actuales en comparación a los del comienzo son sensiblemente inferiores. “Casi no hay motos incautadas, no es que se trabaje mal pero no hay motivo para llevarlas”, concluyó González.

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