Vulnerables

Las desigualdades de género se entrecruzan con los riesgos y vulnerabilidades asociados al cambio climático.


Por su rol histórico en la división del trabajo, las mujeres son las responsables de los cuidados y tienen por ello una sabiduría específica para la solución de las situaciones críticas que las hacen particularmente significativas en cualquier estrategia de prevención. Las desventajas históricas, su limitado acceso a recursos, y el escaso nivel de participación a la hora de influir en decisiones, las hace altamente vulnerables al cambio climático, pero también protagonistas en las políticas de prevención y soluciones de sustentabilidad para la vida.

“Está claro que hay un sector muy importante de vulnerabilidad que son las mujeres y los niños pobres. Y en esa misma perspectiva es que los efectos del cambio climático impactan en ese sector de manera desigual, y por lo tanto requieren de soluciones diferenciales, para efectivamente lograr la igualdad”, señaló la subsecretaria del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Raquel Lejtreger.

El desafío de incorporar en las acciones y decisiones que se tomen desde las políticas de estado, tanto la perspectiva de género como el enfoque del cambio climático, ya está planteado en nuestro país y en el mundo.

En este marco se realizó, el pasado 27 y 28 de agosto, el Seminario “Cambio Climático y Género: sensibilización, capacitación e intercambio", que contó con la participación de actores de la administración pública y de la sociedad civil. Raquel Lejtreger, lo definió como “un primer evento de estas características en Uruguay, importante, en un tema cuya discusión en nuestro país aún es muy incipiente”. La actividad representa un paso más en el esfuerzo por sensibilizar, articular ambas temáticas, e intercambiar buenas prácticas y lecciones aprendidas.

Pese a lo incipiente, hay ejemplos en Uruguay donde el abordaje desde ambas perspectivas se hizo presente en un mismo proceso. Lejtreger señala en particular la recuperación de las inundaciones del 2007 en Durazno, "donde a diez meses de la inundación permanecian más de 200 personas en los refugios", en la búsqueda de soluciones para ellos se constató que la mayoría “provenían de hogares de jefatura femenina, con muchos hijos, y que por estas características no podían adecuarse a determinadas formas de salida que estaban prefijadas, por ejemplo la autoconstrucción era inviable sin una solución para el cuidado de sus hijos”. Este diagnóstico daba cuenta de una situación en la que género y cambio climático se entrecruzaban; y ante ello, la necesidad de buscar soluciones a medida “que efectivamente pudieran generar un resultado sostenible”.

“No se trata de ver cambio climático aislado o género aislado. Para lograr el desarrollo sostenible tenemos que poner estos dos temas como parte de los grandes objetivos que nos propusimos, así además está planteado en el informe final del grupo de trabajo abierto para los objetivos de desarrrollo sostenible, esas son dos de las líneas estratégicas pero no son temas aislados y es bueno ​ver cómo se relacionan entre ellos y cómo podemos actuar y tomar decisiones de manera sinérgica”, concluye la subsecretaria del MVOTMA.

Son diversos los actores preocupados y comprometidos con estos temas. En particular el desarrollo de este seminario fue una iniciativa del Centro de Comunicación Virginia Woolf (Cotidiano Mujer), que contó con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay (FESUR) y de la Agencia de Noticias IPS (Inter Press Service) de Cuba, el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE) de Presidencia de la República, el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático (SNRCC), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA).

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