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En una instancia de mucha emoción, el jefe comunal se mostró conmovido ante esta política que lleva adelante su Administración y que busca oportunidad a familias de Maldonado para que puedan hacer realidad el sueño de construir su hogar. Un compromiso asumido en su programa de gobierno.
Este Programa consiste en comprar tierra, fraccionarla, dotarla de servicios y ponerla a la venta a precios accesibles.
En esta oportunidad se inscribieron 3063 interesados, de los cuales 514 estaban anotados para el sorteo anterior y no salieron, pero en esta oportunidad cuentan con doble chance en el bolillero. Quienes no resulten beneficiados en esta ocasión tendrán también doble oportunidad cuando se haga un próximo sorteo. Un 60 % de los terrenos está destinado a aquellas familias con jefe de hogar de hasta 35 años de edad -grupo A- y el 40 % restante es para familias en general que integran el -grupo B-.
Al hacer uso de la palabra, el intendente Enrique Antía destacó la solidaridad de los vecinos que antes de comenzar el sorteo aplaudían. “Comparten esa alegría y solidaridad que forma parte de lo que queremos para Maldonado y es que haya mucha solidaridad y encuentro de vecinos”, agregó. Indicó que las familias podrán hacer realidad el sueño de la casa propia: “No hay nada mejor que cumplir con lo que uno se propone”.
En ese marco, señaló que consiste en una acción bien planificada y hecha a tiempo para dar una solución que busca sumar en la búsqueda del techo propio. Agregó que también se está trabajando con terrenos en Las Flores, Pan de Azúcar, Pueblo Obrero, San Carlos, Balneario Buenos Aires y más predios en la capital departamental para lograr así un equilibrio.
El intendente añadió que antes de culminar el período se llegará a los 1000 terrenos y destacó lo que para él significa: “Es muy fuerte el impacto social, y los que vengan atrás nuestro seguirán con más, no lo puede parar nadie”. Asimismo, afirmó que es el único lugar del país que se hace esto y “ya hay interés en otros intendentes en llevar adelante este programa”.
Los terrenos fraccionados que se sortean en esta ocasión cuentan con todos los servicios y son financiados con cuotas accesibles. Este proyecto, que comenzó en 2015-2020, cuando se sortearon 430 terrenos, también busca generar oportunidades de acceso a la vivienda, evitar la instalación de nuevos asentamientos facilitando a la población alcanzar una solución habitacional.
De los 482 terrenos sorteados este miércoles, 337 están ubicados en un padrón lindero a lo que hoy es Urbanización al Norte -tienen 240 metros cuadrados cada uno- y los otros 145 están ubicados a muy pocas cuadras de ahí -de 200 metros cuadrados cada uno-, explicó el director general de Vivienda, Desarrollo Barrial y Salud de la IDM, Alejandro Lussich.
En cuanto al proceso, el jerarca informó que se estima que la entrega de los terrenos se podrá hacer efectiva durante junio o julio de este año.
Algunos de los beneficiarios del sorteo -de los 482 terrenos en Urbanización al Norte de Cerro Pelado- compartieron sus sensaciones en un momento especial de sus vidas; muchos de ellos hacía años que esperaban.
Es el caso de Leonardo, quien resultó ser la primera persona sorteada mientras sostenía en brazos a su pequeño hijo. “Éste es el tercer sorteo y gracias a Dios que se dio”, afirmó, mientras explicaba que su familia está compuesta por él y sus dos hijos.
Mariana también intentaba conseguir este sueño desde el año 2019 y sostuvo que prevé primero pagar el terreno para luego “poder hacer algo” porque actualmente vive en el fondo de la casa de su madre junto a su esposo y sus dos niños de cinco y seis años de edad.
Otra de las personas que estaba esperando este momento es Alejandra al tratarse del cuarto sorteo al que se anotaba. Ella vive en un apartamento junto a su pareja por lo que están felices ya que “la casa propia es la casa propia”.
Óscar, otro de los beneficiarios, se sumó a esa sensación de vivir lo que “antes era un sueño y ahora es realidad”. Es la primera vez que se anotaba y compartió que salieron a pasear junto a su pareja por el predio y que dijeron: “Ése va a ser nuestro terreno, en una esquina, y ahora averiguamos y nos tocó en una esquina, le rezamos a San Expedito, le vamos a hacer mil estampitas y las voy a repartir”, señaló emocionado. Óscar vive en el barrio Cerro Pelado, junto a su pareja y su hijo de nueve meses, en la casa de su hermana.
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