Actividades varias para este fin de semana en el Arboretum Lussich

La Dirección General de Educación Inicial y Primaria celebró el Día Nacional del Libro con una actividad cultural e inclusiva donde los niños fueron los protagonistas

 En el Museo Pedagógico José Pedro Varela y la Biblioteca Pedagógica Central Maestro Sebastián Morey Otero se desarrolló una jornada donde los protagonistas fueron los escolares, y la excusa del encuentro fueron los libros. Hubo interpretaciones escénicas, lecturas y relatos orales de niños y hasta danza.

La jornada festiva comenzó en la mañana en el edificio que comparten el Museo Pedagógico José Pedro Varela y la Biblioteca Pedagógica Central Maestro Sebastián Morey Otero, en la Plaza Cagancha de Montevideo. La maestra Bernadette Bujan concurrió en representación de la directora general interina de Educación Inicial y Primaria, mag. Olga de las Heras.

“Hoy (viernes 26 de mayo) estamos celebrando el Día Nacional del Libro, y qué privilegio que contar con la presencia de los niños”, dijo la inspectora Carla Bordoli, directora del departamento de Biblioteca y Museos, dependiente de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP). “Pensamos una propuesta que le hicimos llegar a todas las escuelas y era: qué podían hacer ellos para que un niño le aporte a otro niño, y a partir de esa consigna eligieron distintas actividades”, agregó Bordoli.

En la mañana del viernes, la biblioteca y el museo fueron visitados por alumnos de las escuelas N° 198 y 279 de educación especial, ambas para niños con discapacidades visuales. Estos escolares eligieron compartir cuentos propios y leerlos en sistema Braille. También se hicieron presentes niños de 5° grado de la escuela N° 269 de educación común, que interpretaron una obra teatral.

“Vamos a interpretar la obra ‘La Biblioteca Mágica’, donde hay una biblioteca, de donde salen personajes que nos invitan a leer, a transportarnos a mundos fantásticos. Estamos muy contentos por eso”, dijo el maestro de 5° año de la escuela N° 269 Maestro Julio Castro de Montevideo, Horacio Camandulle, quien, además es actor profesional.

Los pequeños “actores”, alborotados, quisieron contar lo que realizarían minutos después. “Es una representación que nos llevó varios días. Cada uno de nosotros eligió un personaje, escribimos un parlamento de cada personaje, y tuvimos que memorizar la letra para hoy”, dijo Romina, de 10 años, quien interpretaría el papel de Matilda, la protagonista de una comedia infantil de 1996.

Ernesto, en tanto, estaba lookeado como Gokú, un personaje de animé del videojuego Dragon Ball. “Lo elegí porque me gusta el mensaje que tiene el dibujo, no se rinde y consigue todo a través del esfuerzo”, relató.

Agustín quería contar que a él le habían tocado “los efectos especiales”. “Estoy escondido y tiro de una tanza para que los libros pequeños se muevan. Queremos decir que los libros son una cosa maravillosa que te puede transportar a otros mundos. Yo muevo los libros, entonces de ahí salen fantasmas, representados por los personajes”, explicó. La pequeña Ariana, en tanto, haría el papel de Mariana Ávila (o Mariana Aventura), una youtuber muy exitosa entre los escolares. Y otro niño estaría encargado de prender y apagar las luces. Sería el iluminador de la obra.

La obra concitó la atención de docentes, padres y de los niños de otras escuelas. Alumnos ciegos -de las escuelas 198 y 279- pudieron entender la obra porque una maestra les iba relatando escena por escena. El final de la obra tenía “un mensaje”, como había adelantado el maestro Camandulle: dejarse seducir por la imaginación de los escritores, que crean múltiples personajes en sus libros.

Dos niñas de la escuela especial N° 279 de discapacidad visual leyeron un cuento, escrito en Braille. Y luego fue el turno de Cristian Nahuel, de 11 años, quien narró una ficción de su autoría. Cristian concurre a la escuela N° 198 del Reducto y tiene baja visión, como lo decía su bastón verde.

“Escribí una historia sobre un programa .exe, que es como tu parte mala. Cristian.exe es como una parte mala de mí, y una vez soñó conmigo cuando tenía la peor vida de todas. Quiso vengarse porque yo tenía la mejor vida de todas y él la peor vida de todas. Cuando me conoció, nos hicimos amigos y así se convirtió en el primer .exe bueno de toda la historia”, explicó el niño Cristian, quien tiene algo de visión en su ojo izquierdo, pero no ve con el derecho.

La celebración vespertina
La directora del departamento de Biblioteca y Museos contó que en la tarde concurrieron niños de la escuela N° 197 de discapacidad auditiva, quienes representaron una obra de Petrona Viera, “La Ronda”. “Todos sabemos que Petrona fue una artista muy importante de nuestra cultura, y por algo ANEP catalogó a este 2023 como el año de Petrona Viera. Ella de niña quedó sorda, aprendió lengua de señas y luego aprendió a pintar. Estos niños la recordaron haciendo la obra ‘La Ronda’”, dijo.

También asistieron en la tarde niños de 4° año de la escuela N° 2 de Montevideo, quienes escribieron un cuento colectivo, y lo compartieron teniendo a otros niños como audiencia. Para finalizar, asistentes a la escuela N° 265, de educación artística, “hicieron una interpretación literaria que expresaron a través de la danza, la música y la escenificación”, explicó la maestra Silvia Paola, directora del Museo Pedagógico José Pedro Varela.

La maestra Anina Stanko, directora de la escuela N° 265 de educación artística, comentó: “Vinimos a la Biblioteca Pedagógica a ofrecer una performance multidisciplinar, homenajeando a Petrona Viera, una gran artista plástica, y a José Morosoli, un escritor contemporáneo. Pensamos que ellos también se podrían conocer y jugar en los recreos de la escuela, y así nació nuestra obra, que tiene un poco de literatura, un poco de teatro, un poco de teatro y un poco de expresión con la voz”, detalló la propuesta que combina distintas expresiones artísticas.

Por su parte, la maestra Karina Patrón, inspectora nacional de Educación Artística, quiso “destacar la importancia del objeto libro, porque no sólo ilumina la mente, sino que ilumina nuestra vida”. “En este caso, en una escuela de educación artística se promueve una actividad interdisciplinaria, que parte de la lectura y la jerarquización de un gran escritor uruguayo como José Morosoli. Entendemos que es fundamental transitar este recinto del Museo Pedagógico, que a su vez es reservorio de patrimonio, de cultura, y de lo más caro de la pedagogía uruguaya”, valoró.

Puede parecer aburrido, pero no
Los niños de 5° año de la escuela N° 269 Maestro Julio Castro quisieron explicar, con sus palabras, qué son los libros para ellos. Dijo Agustín: “Para algunas personas que no aprenden a leer bien… hay que aprender a leer bien, porque vos vas leyendo y palabras que no sabés escribir, te las acordás leyendo más. Y ya no tenés que pensar cuál es la palabra, porque ya la viste en un libro”, explicó.

Para Ernesto, leer es “mejor que todo”: “No sé por qué pila de gente deja de leer y cada vez menos niños leen, pero está genial, y si te metés un poco en el libro es re divertido y aparte, es más sano que ver tele o jugar videojuegos”, dijo el chico que personificaba a Gokú del videojuego Dragon Ball.

A Romina le encanta leer, aunque suele “trabarse” al leer en voz alta, porque se pone nerviosa. “Yo pienso que tal libro no me va a gustar, pero lo leo por varios días y me termina atrapando la historia. Leo más en casa que en la escuela, porque me pongo muy nerviosa y me da pena que me escuchen”, confesó.

Ariana dijo que algunos niños evitan la lectura porque son textos muy largos o porque simplemente, no quieren aprender. “Y está bien aprender, está bien leer, aunque te pongas nerviosa. Porque ponerte nerviosa es parte de la práctica”, dijo en voz alta, y pareció un mensaje para su amiga Romina.

Emma, por su parte, comenzó diciendo que a ella no le gusta leer. “Pero opino que es muy importante aprender a leer, y al final, de una u otra manera, hay que leer sí o sí. Hay niños que dicen que es horrible, que es aburrido, pero si por ejemplo a vos te gustan los dinosaurios y no te gusta la historia, podés aprender historia con los dinosaurios”, sostuvo, en lo que fue una moraleja muy sabia.

“Hoy, en realidad, más allá de celebrar el Día del Libro, por las características de este evento, también celebramos la diversidad, la inclusión, todo lo que tiene que ver con la creatividad y la imaginación”, reflexionó Carla Bordoli. “Estos niños nos demuestran que más allá de las barreras, podemos tener gusto por la lectura y podemos acercarnos al otro mediante la empatía. Más allá de las palabras -orales o escritas-, hay otras maneras de manifestarse y llegar a otros: con gestos, con movimientos, con música y danza. Y vemos cómo ellos superan todos esos obstáculos y nos dan un gran mensaje a todos”, concluyó.

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