El Liceo N° 18 cumplió 60 años y continúa dejando su huella

 El sábado 19 de noviembre, el Liceo N.° 18 de Montevideo celebró su 60.° aniversario con una jornada a puertas abiertas en la institución. En este festejo se compartió una muestra que reflejó el trabajo de un proyecto colectivo del que toda la comunidad educativa fue protagonista: “El 18 deja huella: 60 años de vida”.
Como expresó la directora del liceo, María José Guerra, “dejar huella implica ser y construir en el espacio y el tiempo en el que vamos transitando. Tiene que ver con la identidad, con el impacto que dejamos en nuestro camino, como seres sociales, emocionales, culturales”.

Concretamente, en la celebración se realizó una muestra del trabajo que docentes y estudiantes del liceo han llevado a cabo en distintas áreas del conocimiento. Entre ellas, se destaca el “Mural 60 aniversario” que luce en la pared del hall de entrada, y que constituyó el resultado de un concurso entre las diferentes clases.

Asimismo, se desarrolló una exposición de las distintas generaciones que han pasado por el liceo desde su fundación en 1962, titulada “Huellas”. También tuvo lugar una actividad lúdica interactiva, “Juguemos con la historia”, a la vez que se realizó una muestra del taller “Boxeo sin contacto” y el “Campeonato micro:bit”.

Por su parte, se presentaron los proyectos “English corner”, “El país de la Geometría”, “Mujeres matemáticas”, “Íconos culturales del barrio”, “Ensables musicales”, “Muestra de ciencias” y “Robótica”, y se hizo un taller de huerta.

Finalmente, hubo campeonatos de ping-pong, fútbol, vóleibol, se realizó una actuación del coro del liceo y se llevó a cabo un baile con orquesta por parte de un exalumno de la institución.

Se trató de una jornada muy disfrutable para toda la comunidad educativa, que contribuyó al fortalecimiento del sentido de pertenencia e identidad institucional, así como a la mejora de los aprendizajes de los estudiantes, que continúan dejando sus huellas.

“En estas van imprimiéndose las singularidades de nuestros jóvenes, en su proceso de formación y crecimiento. Algunas huellas tienen 60 años, otras recién comienzan a marcarse incipientemente para hacerse firmes y decididas luego de su paso por nuestro centro”, concluyó Guerra.

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