Ciudades del cono sur realizaron intercambio sobre gestión integrada y participativa del agua en la región

Los representantes uruguayos fueron Montevideo y Canelones.


A través de la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades, coordinada por el Gobierno de Canelones, se presentó una Mesa Redonda sobre Gestión Integrada y Participativa del Agua donde participaron más de una decena de ciudades de la región, entre las que se encontraban: de Argentina, La Cruz (Corrientes), Rosario, Venado Tuerto (Santa Fe), Godoy Cruz (Mendoza), Esteban Echeverría, San Isidro, Miramar, Lincoln (Buenos Aires), Chubut (Chubut) y Villa Carlos Paz (Córdoba); de Bolivia, Santa Cruz de la Sierra; de Brasil, Anchieta (Santa Catarina) y Sao Leopoldo (Río Grande do Sul); de Chile, Peñalolén (Santiago de Chile) y de Uruguay, Canelones y Montevideo. Además, hubo una gran participación de interesados e interesadas en la temática.

La actividad se realizó en forma virtual y fue coordinada por el Director General de Gestión Ambiental del Gobierno de Canelones, Leonardo Herou. Se trató de un espacio en el que se destacó el aporte de las ciudades invitadas, que intercambiaron sobre la problemática del agua y la gestión pública como respuesta de los gobiernos locales y nacionales.

En este sentido, se contó con la presencia del Intendente del Municipio de Esteban Echevarría, Fernando Gray, que actualmente tiene la Presidencia de Mercociudades, el Secretario General de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani, el Director de Gestión Ambiental, Federico Martínez, la Directora de DINAGUA del Ministerio de Ambiente, Milanka Sojachesnqui, el Director del Centro Universitario Regional del Este (CURE) de la Universidad de la República, Carlos Iglesias, y el Presidente de la Junta Departamental de Canelones, Carlos Grille.

Durante la jornada se presentaron distintas experiencias y se intercambió sobre los principios fundamentales para la gestión del agua, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), algunos de los cuales giran en torno al agua como recurso natural esencial y derecho humano fundamental, la innovación y el conocimiento en la gestión del agua, la importancia de la participación ciudadana, de la transparencia y el manejo de la información, los estímulos y controles para cuidar la calidad del agua, la descentralización, el rol de los municipios y la educación ambiental para el desarrollo humano sostenible.

Canelones presentó avances y resultados de sus políticas. Hizo referencia a los inicios de la gestión del agua, que comenzó en el 2008 con el Plan Estratégico Departamental de Calidad de Agua, lo que ha permitido avanzar en la generación de conocimiento y en la gestión de los sistemas acuáticos, recopilando información disponible y concluyendo que había deficiencias en relación a la información y a la falta de monitoreo.

A partir de este diagnóstico, Canelones, en convenio con el CURE, inició un plan de monitoreo permanente de los cursos de agua, que se ha ido consolidando a lo largo de todo el territorio, teniendo un muestreo con mayor cobertura y diagnósticos ambientales más certeros. Estos informes permitieron evaluar el grado de cumplimiento de la normativa vigente, tanto a nivel departamental como nacional.

A partir del monitoreo permanente se sucedieron una serie de intervenciones de gestión en los lagos de la costa, entendiendo la variabilidad de los sistemas y sus causas. Se fueron proponiendo medidas de gestión con participación ciudadana que incluyen cosechas mecánicas de nutrientes en los lagos y se definieron, además, áreas de protección ambiental que tienen un estrecho vínculo con la calidad del agua dulce del departamento.

En esta línea, se gestionó la laguna el Cisne, en la que se mantuvo una calidad de agua apta para consumo. El monitoreo participativo en los lagos de Ciudad de la Costa genera datos que la propia comunidad carga en la plataforma digital SIMAS para que la información esté disponible para toda la población. Asimismo, esta experiencia se trasladó a Aguas Corrientes y desembarcó en el río Santa Lucía y en la cuenca del arroyo El Bagre y su sistema costero de pequeña escala, que desemboca en el Río de la Plata.

Estos procesos han sido fuertemente acompañados de Educación Ambiental con un gran involucramiento de la comunidad educativa y de las organizaciones sociales de la zona.

A esto se suma, en conjunto con el CURE, el monitoreo automático que significó el desarrollo de equipamiento y tecnología con la colocación de boyas en los lagos, lo que ha permitido tener conocimiento de cómo las temperaturas del agua inciden en su calidad, monitoreándose además otras variables que hacen a la calidad del agua, como la masa de agua de fondo, masa de agua de superficie, oxígeno disuelto y temperaturas, entre otros aspectos que aportan conocimiento sobre los distintos ecosistemas.

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