Instalaron mesa de trabajo para abordar el daño generado por las cotorras en los cultivos

 El Gobierno de Canelones, a través de la Agencia de Desarrollo Rural, instaló una mesa de trabajo para abordar el daño y el conflicto que vienen generando las cotorras en los cultivos agrícolas. El encuentro fue realizado en la Sociedad de Fomento Rural ubicada en Rincón del Colorado.
Participaron de la actividad la Coordinadora del Gabinete Productivo de la Intendencia, Tania Yanes, el Director General de la Agencia de Desarrollo Rural, Pablo González, autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, del Ministerio de Salud, del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, del Instituto Nacional de Vitivinicultura, de la Comisión Nacional de Fomento Rural, alcaldes, representantes de las Facultades de Agronomía, Ciencias y Veterinaria de la Universidad de la República y las productoras y productores perjudicados.

El objetivo de esta instancia de trabajo fue comenzar a planificar procesos para el control y seguimiento de las aves y plantear alternativas de manejo adecuadas que contribuyan a lograr una disminución significativa en las zonas afectadas.

El Director General de la Agencia de Desarrollo Rural, Pablo González, explicó que “esta actividad surge de la demanda fundamentalmente de productores frutícolas y por la mesa de mujeres rurales”. Agregó, además, que en el departamento de Canelones “tenemos una problemática con las aves, por eso vamos hablar de manejo y no de control o erradicación”. En este sentido, el jerarca señaló que se deben “involucrar todos los actores para poder desarrollar estrategias en conjunto y tener la capacidad de manejar a la población para que mantengan su ecosistema y se reduzcan los daños”.

Por su parte, la productora rural Griselda Mendieta comentó que el principal problema es que no se logra hacer un control de la especie y se dañan los cultivos, debido a que “no se pueden usar los productos y se han agrandado las poblaciones”. Asimismo, dijo que esta situación produce “una pérdida muy grande que no la podemos controlar porque nos ofrecen un método muy costoso. Por eso buscamos la colaboración de las instituciones públicas y privadas. Sabemos que es a largo plazo pero este es el primer paso”.

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