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Barrio Miguez a propuesta de la Edila de Armas llevará nombre de Angélica Ruiz de Herrera

 La Edila Colorada Susana De Armas, había solicitado que la maestra y filántropa tuviera dicho reconocimiento en Nomenclátor Departamental.


En la pasada Sesión de la Junta Departamental fue votada dicha solicitud.




Adjuntamos Planteo y Biografía


María Angélica Ruiz de Herrera (Muñeca)


Su vida fue intensa, dedicada al servicio de la sociedad fernandina, especialmente a los jóvenes.

Nacida el 5 de mayo de 1918 en el paraje “Las Rosas” de Maldonado. Su descendencia provenía de familias canarias. Sus padres Juan Ruiz y Ángela Clavijo, tuvo tres hermanos (Urbana, Amanda y Juan). Su padre murió de apendicitis cuando Muñeca tenía 4 años. Su madre -Ángela Clavijo- continuó con la explotación del campo familiar, en el ramo de lechería.

Con su hermana Urbana asistió a la Escuela Rural No. 11 del paraje Cerro Pelado. En 1926 su familia se mudó a la ciudad de Maldonado. La nueva casa, ubicada en las actuales calles Sarandí y Dr. Támmaro, tenía un gran terreno al fondo que les permitía cultivar su propia huerta. Muñeca comenzó entonces a asistir a la Escuela No. 2. Y luego lo hizo al Liceo Departamental. Estudió magisterio rindiendo los exámenes libres, ya que no existía aún en Maldonado el Instituto de Formación Docente. Se recibió de maestra el 17 de enero de 1942. Su carrera docente la comenzó cubriendo una suplencia en la Escuela No. 2. Al poco tiempo fue destinada a la Escuela Rural No. 56 de Mataojo. Al año siguiente actuó en la Escuela No. 5 de Punta del Este. Logró efectividad docente en la Escuela No. 6 de Pan de Azúcar. Con el tiempo consiguió un cambio con Pochocha Freire, retornando a la Escuela No. 2, en aquel entonces su Directora era Laura Larrosa de Zanoni. A principio de los años cincuenta fue convocada por el Inspector Departamental para que se hiciera cargo de la Dirección de la Escuela Rural No. 66 de Corrales de Abasto (Canteras de Marelli). Se trataba de una escuela muy humilde, cuyo local era alquilado al Sr. Marelli, el dueño de la cantera. Se contaba con dos pequeños salones. Asistían dos maestras (Blanquita Larrosa y Muñeca), una a la mañana y otra a la tarde. Muñeca se preocupó de visitar a los vecinos y de conocer sus necesidades. Formó una Comisión de Padres. Realizó gestiones para obtener el terreno que actualmente ocupa la Escuela. Fue así que, además de las tres hectáreas donadas por el Dr. Ernesto Seijo, consiguió que Primaria comprara dos más, conformando finalmente un predio de cinco hectáreas. Logró, con el trabajo voluntario de padres y vecinos, cercar el predio. Consiguió que los arquitectos de la Intendencia confeccionaran los planos del nuevo local sobre la base de sus propios diseños. Pudo obtener de Enseñanza Primaria una suma de dinero, y junto con aportes de particulares, se construyó dos salones, dos baños, una despensa y la cocina. Por esa época eran dos las maestras: la propia Muñeca y Olga Amorín de Posse. Muñeca plantó un bosque de eucaliptus e hizo el parque. Organizó una Escuela Granja y construyó la casa del peón y su familia. Luego amplió las facilidades de la Escuela, construyó otro salón. Fue entonces cuando empezaron a enseñar tres maestros. En febrero de 1965 Muñeca fue delegada del Departamento a las Jornadas Nacionales de Educación Primaria en el Medio Rural. Se jubiló de Enseñanza Primaria en octubre del año 1975, oportunidad en la que recibió una medalla a la trayectoria. Además fue docente de Matemáticas en el Liceo Departamental y en la Escuela Industrial (UTU), profesora fundadora (de Idioma Español) en el Liceo de Pan de Azúcar en el año 1945. Ejerció la docencia en UTU durante 42 años ,Directora de dicho centro de enseñanza entre los años 1970 y 1971, y desde 1973 a 1981. Su actuación coincidió con una época especialmente difícil, pero fue respaldada por la totalidad de los docentes. Con su ejecutividad que la representaba, puso manos a la obra. Cercó el predio, construyó nuevos salones sobre la calle Dodera, logró la expropiación de los terrenos circundantes hasta completar la totalidad de la manzana. Formó una comisión de apoyo que fue presidida por el Sr. Tobías Polakof, y luego por el Prof. Ginés Cairo Medina. Durante su gestión aumentó el alumnado ( de 80 alumnos, al finalizar su gestión llegó a casi 1.200). También aumentó la oferta de cursos, los que llegaron a ser 27.

En 1981 recibió una medalla en mérito a su trayectoria en UTU. En 1982, al cumplir los 30 años de labor, el Consejo Nacional de Educación le entregó una medalla y un diploma “en reconocimiento a una meritoria actividad al servicio de la enseñanza”.

Se casó el 20 de agosto de 1945 con el carolino Rudemar Herrera. Tuvo un único hijo, Julio Cesar, el 21 de abril de 1948, quien fallece en un accidente automovilístico.

Durante muchos años Muñeca fue integrante de la Comisión del INAME (Instituto Nacional del Menor). Dicha Comisión fue la responsable de la construcción del edificio del actual INAU sobre la calle 18 de Julio, frente a la actual Junta Departamental.

Trabajó en distintas obras de la Parroquia San Fernando, de la que era feligresa. Cuando el Padre José Casañas se desempeñó como párroco de la catedral por primera vez (1988-1996), Muñeca trabajó en la recuperación de los techos del templo y en distintas obras emprendidas en ese tiempo (como ser la apertura de las naves laterales). En sus últimos años colaboró con la Comisión Pro-Obras de la Catedral San Fernando. Muñeca fue integrante también del Equipo Económico y Social de la Parroquia, responsable de la organización de la tradicional Semana San Fernando desde 1988, desarrollando una importante labor en favor de las obras parroquiales. La primer comisión de la Semana San Fernando la integró junto con los señores Pepe Cal, Juan Carlos López, Pocho Tortorella y el Padre Casañas. En setiembre de 2004 sus compañeros del Equipo le entregaron una hermosa plaqueta “...en testimonio de 16 años de entrega al servicio de la comunidad...”. Asimismo trabajó en la construcción de la Casa de la Paz y la Alegría, perteneciente al obispado.

También como iniciativa de la Parroquia y respaldada por el Padre Casañas, aprovechando un salón existente en el barrio Perlita, a principio de los años noventa Muñeca comenzó a reunirse con madres carenciadas, a enseñarles costura y a darles una merienda a sus hijos. Surgió así en ella la idea de crear un CAIF (Centro de Atención a la Infancia y a la Familia). Esta fabulosa institución que actúa en nuestro medio tiene como misión promover el crecimiento, desarrollo integral, y bienestar de los niños menores de 4 años en mayor vulnerabilidad social, así como favorecer el vínculo entre éstos con los adultos referentes y fortalecer las prácticas de crianza para asegurar su inserción familiar y social. Aquel pequeño y modesto salón propiedad de la Parroquia, se transformó, mediante importantes obras edilicias, en un relevante edificio de dos plantas que en la actualidad alberga más de doscientos niños, cuyas edades oscilan de 0 hasta 4 años. Muchas de las reformas del edificio fueron sufragadas por la propia Muñeca. El CAIF “Las Semillitas” constituye un motivo de legítimo orgullo de los vecinos del barrio Perlita, de la ciudad de Maldonado y, especialmente, también lo era de la propia Muñeca.

Debido al éxito de Muñeca en la gestión al frente del CAIF (quien ostentaba el cargo honorario de Coordinadora) cuando dejó de funcionar el Hogar de Niños del INAU en la Granja Cuñetti, le ofrecieron el edificio. Parte del CAIF funciona en dicho inmueble, así como una sala de computación para adultos de tercera edad.

Muñeca integró la primer Comisión de Salud Pública responsable de la construcción del edificio del Hospital de Maldonado “Dr. Elbio Rivero”. Durante años presidió la Comisión del Hospital, instituyendo, por su iniciativa, el denominado “Día del Hospital”; actividad de recaudación realizada anualmente que moviliza a toda la ciudad de Maldonado. Durante su gestión se lograron importantes mejoras para el hospital.

Numerosas instituciones de nuestro medio han reconocido públicamente la actuación constante y destacada en favor de la sociedad que ha realizado Muñeca. Así, la Intendencia Municipal de Maldonado le entregó una distinción por ser “ejemplo de vida de nuestra comunidad” (Unidad de Políticas Diferenciales, octubre 2006). Las instituciones de servicio Rotary Clubes de Maldonado y Maldonado-Este le otorgaron la distinción SATO (Servicio a través de la Ocupación) “...por su destacada labor al servicio de la comunidad…” en 1999, y el reconocimiento del Presidente de Rotary International a la excelencia profesional y su dedicación al lema “Dar de sí antes de pensar en sí” en 2004.

También en marzo de ese año la Intendencia de Maldonado la distinguió en el Día Internacional de la Mujer. Asimismo fue homenajeada por la organización femenina ZONTA y el Club de Leones de Maldonado.

El 26 de agosto de 2008 recibió también el homenaje de la Junta Departamental de Maldonado “…por su destacado ejemplo de vida y rica trayectoria colmada de aportes a nuestra sociedad…”. En esa oportunidad, a través de la Escribana Mabel Plada, Muñeca agradeció al legislativo departamental el homenaje que se le tributaba, “…porque la emoción es grande, que sea yo la que trasmita el agradecimiento a todos ustedes por este homenaje que ella considera inmerecido. Porque su lema es que, al dar, es más lo que se recibe que lo que se entrega. Porque cuando se hace con amor se recibe amor. El amor, la dedicación y la ayuda a los semejantes son un camino de doble vía. El que da lo hace con cariño, el que recibe y lo agradece está volcando su cariño y dando felicidad a aquel que dio…”.

Falleció el 3 de mayo de 2011. Dos días después habría cumplido 93 años.

Se puede afirmar -sin hesitaciones- que su vida fue un ejemplo de entrega, humildad, trabajo y ayuda desinteresada a los más carenciados e indefensos.

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