Operación “Yasuní” permite rescatar a once víctimas de explotación en el Chuy

La investigación fue llevada adelante por la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e INTERPOL (D.G.L.C.C.O. e INTERPOL) y la Dirección de Investigaciones del Chuy.


Tras recibir denuncias por parte de vecinos de la ciudad de Chuy respecto a la creciente presencia de ciudadanos extranjeros (varios de ellos muy jóvenes) que recorrían la ciudad tratando de recaudar dinero puerta a puerta, tanto para una supuesta protectora de animales como para ayudar a personas en situación de calle, se inició una investigación.

Ésta corroboró la existencia de esas actividades por parte de un grupo compuesto por unas 15 personas (cinco adolescentes), mayoritariamente ecuatorianas, todos los que se alojaban en un hostel de la zona.

A raíz de esto se solicitó la colaboración del Departamento de Investigación de Delitos Especiales de la D.G.L.C.C.O. e INTERPOL, que junto con la Dirección de Investigaciones del Chuy establecieron que los integrantes de este grupo habían sido reclutados en Ecuador por una organización auto denominada “Formation of Lions”, quienes aducían llevar adelante una obra social con el fin de ayudar a personas y animales en situación de calle.

El reclutamiento se llevaba a cabo en pequeñas brigadas compuestas por jóvenes (captados previamente por la organización) que salían entre 8 y 10 horas por día a las calles del país andino con dos fines: solicitar dinero (tanto en hogares como en la vía pública) y reclutar nuevos adeptos para la causa. Pare esto último se concurría a lugares de contexto crítico en busca de jóvenes o adolescentes en situaciones de vulnerabilidad y se les ofrecía la oportunidad de incorporarse a un proyecto de vida (La Fundación), donde no solo ganarían dinero, sino que mientras lo hacían estarían colaborando con una actividad tan loable como el brindar ayuda a ancianos y animales. En algunos casos la captación se hacía a través de Facebook.

Finalizada la jornada todos los miembros retornaban a las oficinas de la supuesta Fundación donde vertían lo recaudado durante el día, recibiendo un pequeño porcentaje para gastos personales.

Posteriormente, los reclutados eran formados mediante clases motivacionales impartidas por los líderes de la organización bajo la premisa de que los integrantes que más dinero recaudaban eran mejores que los otros, por lo que se establecía un régimen de recompensas para los más prolíferos y de multas para los que no llegaban a las “metas”.

Para llegar a nuestro país

los jóvenes debieron atravesar Perú, Bolivia, Paraguay y Brasil en compañía de los “coordinadores” (sumándose durante el trayecto ecuatorianos y venezolanos mayores de edad), realizando todos los cruces fronterizos evitando los circuitos formales.

Una vez en Uruguay se les entregaban pequeños envoltorios con alimentos para mascotas y también caramelos u otras golosinas para que los vendieran puerta a puerta “a voluntad” y se les pedía que, al ofrecerlos, nombraran a la referida Protectora de Animales (siendo ésta una ONG internacional) para generar empatía en las personas, quienes al pensar que estaban ayudando a un emprendimiento de la zona serían más propensas a colaborar.

Esta actividad duraba todo el día, debiendo estar de regreso en el alojamiento a las 19 horas donde vertían lo recaudado durante la jornada.

Continuando con las actuaciones se realizó un allanamiento en un hostel y se detuvo a una mujer colombiana y dos hombres venezolanos, al tiempo que se rescató a 11 víctimas de explotación: seis mayores de edad ecuatorianos y venezolanos (de entre 18 y 24 años) y cinco menores de edad (cuatro ecuatorianos y un venezolano).

A su vez se incautaron libretas con anotaciones sobre la fundación, folletos, remeras de uniformes y tarjetas de identificación personal, así como también dinero (pesos, reales, dólares, guaraníes, pesos mexicanos y bolivianos).

Puestos ante la Justicia, se formalizó “la investigación respecto de los tres detenidos por la presunta comisión de un delito de trata de personas agravado en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de asociación para delinquir”, disponiéndoseles “como medida cautelar la prisión preventiva por el término de 150 días”.

Los menores rescatados se encuentran siendo contenidos por parte del INAU, tomando conocimiento de la situación de los mismos las representaciones diplomáticas de Ecuador y Venezuela acreditadas en nuestro país.

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