Niños de la Escuela Nº 87 de Maldonado plasman emociones y experiencias en un libro

 Los docentes de la Escuela N° 87 de Maldonado incentivaron a niños y niñas de entre 4 y 12 años a escribir como forma de canalizar emociones y experiencias sobre la pandemia. A partir de esos textos (orientados a contenidos curriculares) los docentes idearon un libro donde plasmar el sentir de los estudiantes en esta difícil etapa y los 40 años de vida de la Escuela.



“El libro tiene un valor testimonial para la comunidad y logramos muy buenos resultados. Los niños realizaron producciones de calidad, con vocabulario ampliado porque la consigna fue clara y si una propuesta es significativa, va a ser bien recibida”, explicó Cecilia Conde, directora de la Escuela N°87 de Maldonado.

“Cuando surge el financiamiento se propone crear el libro 'Más que cuarenta años de historia, relatos de pandemia' para compilar esas emociones y experiencias y celebrar de alguna manera los 40 años de la escuela”, comentó Conde.

La institución presentó la idea sobre producciones escritas en el área “Lengua y Narrativas Cruzadas” en el programa denominado “Proyecto Oportunidad Desarrollo Educativo Social” (PODES) para las escuelas APRENDER, donde le fue otorgado el financiamiento de talleres de narración y la impresión de cuatrocientos libros.

“Escribir es un proceso, y cuando nos permite canalizar las emociones a través de las palabras cobra un sentido y los alumnos de sexto lo vieron”, agregó.

“Era imprescindible mantener el contacto, los vínculos, y las familias se acercaron a nosotros porque les pareció importante dejar una marca de lo que habían vivido”, indicó la directora acerca del contacto permanente a distancia. Esta estrategia de mantener la cercanía a pesar de la distancia responde a los objetivos del plan “Trazando vínculos desde la virtualidad 2020”, por los cuales abogó la institución conociendo la importancia de la inteligencia emocional y la inclusión en la comunidad educativa.

Nuevos anclajes

Desde la perspectiva de Conde “... las salas aprender son recursos invaluables para las Escuelas APRENDER, porque se dan los intercambios y surgen las ideas que se llevan a cabo en las áreas comunitaria, administrativa y pedagógica”.

Explicó que las maestras comunitarias enviaban ideas y fotografías sobre cómo crear huertas, y las familias respondían con la demostración de sus creaciones. "Creamos la huerta en la escuela con materiales reciclados como botellas gracias a esa experiencia (…) teníamos que trabajar los vínculos para luego materializar las ideas”.

“Tanto la huerta como las frases motivadoras que colgamos en la escuela son parte de una propuesta integral; en ella convergen varios proyectos desde el diseño universal del aprendizaje", puntualizó.

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