Los migrantes también sufren por la pandemia del coronavirus

Desde los venezolanos que cruzaban diariamente a Colombia por comida y medicina, y les han cerrado la frontera, a los afganos que huyen de Irán para evitar contagiarse del Covid 19, o los millones de trabajadores extranjeros y sus familias, todos los migrantes sufren por falta de trabajo y una reducción en las remesas. La ONU recuerda que los migrantes deben tener acceso a la salud y deben ser tratados como cualquier otro ciudadano en esta emergencia.


La Organización Internacional para las Migraciones aseguró que las medidas que se toman para controlar el coronavirus están afectando a los migrantes de todo el mundo.

“Son seres humanos, son vecinos, son familias, son personas que nuestros hijos conocen de la escuela. Se ven afectados de la misma manera en que todos nos vemos afectados por esta emergencia de salud pública. Y creemos que el mensaje más importante es tratar a las personas con dignidad y recordar que el pleno respeto por sus derechos humanos no cambia bajo estas circunstancias”, dijo a Noticias ONU, el portavoz de la Organización, Joel Millman.

Millman afirmó que quienes sufrirán las peores consecuencias son aquellos que trabajan en el sector de la restauración, la construcción y otros oficios que tradicionalmente desempeñan los migrantes en Norteamérica y Europa, lo que también afectará las remesas, de las que dependen muchas familias en América Latina.

“Si la actividad que los Estados y las ciudades están alentando es quedarse en casa y no ir a bares y restaurantes, no congregarse en teatros, todas estas cosas diferentes, esto tendrá un gran impacto en la capacidad de los trabajadores migrantes de enviar dinero a sus hogares, que es esencial para sus familias y para los mismos países donde se encuentran. Esta es una gran preocupación nuestra”, agregó.

El portavoz añadió que a pesar de que la Organización comprende las razones por las cuales estas medidas se están tomando, pero recordó a los países la importancia del acceso universal a la salud pública.

“Las sociedades son más saludables si todos son más saludables. Si tienen un migrante que posiblemente podría estar propagando una enfermedad contagiosa, desearían que esa persona tenga acceso a médicos y examinadores y profesionales que puedan saber si esta persona es o no un peligro para sí mismo o para sus vecinos”, dijo.

El estigma a los migrantes

Millman asegura que a la agencia le preocupa que, como ha sucedido antes, la pandemia se asocie con los extranjeros, los viajeros o los migrantes.

“Hemos visto esto con el SIDA en décadas pasadas y la tuberculosis, incluso vemos que a menudo se usa en todo el mundo. Los países siempre asocian a los migrantes con un aumento de la tuberculosis, por ejemplo. Esto no solo demoniza a los migrantes, sino que pone en riesgo a sus ciudadanos. Los migrantes por miedo evitan ir al hospital, o si van no los atienden, y esto es malo para todos”, asegura el portavoz.

Las consecuencias del cierre de fronteras para los venezolanos

En el caso de los migrantes venezolanos, Millman dice que estos se verán muy afectados con el cierre de la frontera terrestre con Colombia, medida tomada por ese Gobierno esta semana en respuesta al COVID-19. 

“En Colombia están pasando miles de personas por día desde Venezuela para conseguir comida y medicinas, es algo que va a afectar muchísimo a los migrantes”.

Millman agregó que el cierre de fronteras incita a los cruces clandestinos, lo que podría traer un impacto mayor que la migración regular y ordenada en estos momentos.

“Si están cruzando de manera criminal en las noches en lugares no oficiales, y si están impactados por una enfermedad, sería aún peor, porque no solo da ganancias a los criminales que los ayudan a cruzar, pero esconder intencionalmente o no las condiciones de mala salud es un peligro aún más fuerte”.

El portavoz aclaró que la agencia comprende el porqué de estas medidas, pero dijo que espera que sean temporales.

“Necesitamos saber quién está cruzando. Por eso siempre hemos abogado por una migración segura, transparente y regular. Creemos que es bueno que los países puedan saber quién entra y tener la oportunidad de inspeccionarlos”.

El caso de Irán y Afganistán con el coronavirus

La Organización ha expresado estar dispuesta a ayudar a los países en diferentes cruces fronterizos, como lo está haciendo en Afganistán, por ejemplo.

“La República Islámica de Irán ha sido fuertemente golpeada por esta pandemia y muchos afganos que vivían allí está regresando a sus hogares. Se habla de 9000 personas al día. Actualmente estamos trabajando con los Ministerios de Salud y la Organización Mundial de la Salud para monitorear los flujos fronterizos”.

Hasta el momento se han confirmado más de 13.000 casos y 724 muertes en Irán, y las preocupaciones aumentan entre la población afgana de ese país.

El mes pasado la Organización Internacional para las Migraciones lanzó un plan de preparación y respuesta, para esos y otros países. En Asia, por ejemplo, se distribuyen desinfectantes de manos y toallas de papel a migrantes que se dirigen a los Estados Unidos y que se someten a controles de salud en los centros de la Organización. El mes pasado se le donaron a China insumos médicos esenciales para ayudar a proteger a los trabajadores de la salud que están cumpliendo tareas en los puntos de acceso.

La OIM se encuentra asimismo brindando asistencia técnica para realizar un seguimiento de todos los vehículos que ingresan y que salen en los seis puntos de control principales localizados en la capital de Mongolia. 

La Organización está ayudando a los Estados Miembros en la coordinación transfronteriza y haciendo los mayores esfuerzos posibles para optimizar la vigilancia en los puntos de acceso (aeropuertos, puertos marítimos y cruces de fronteras terrestres). Asimismo, está apuntalando las redes comunitarias para mejorar las actividades de comunicación de riesgos y ayudando a asegurar que la información relacionada con el modo de conservar la salud llegue hasta los más vulnerables, incluyendo a los migrantes con independencia de su condición.

La frontera entre Afganistán y Pakistán ha sido cerrada por dos semanas. En Herat, se han prohibido también las reuniones públicas, medida que ha sido tomada para combatir la transmisión.

La situación de los migrantes en El Mediterráneo

De acuerdo con Millman, aún no se tienen datos de si la pandemia está evitando que se realicen peligrosos viajes desde África a través del Mediterráneo, y resaltó que de todos modos ya existe una tendencia a la baja.

“Tuvimos mucha actividad desde el sur de Asia por parte de Turquía hasta el Mediterráneo en las últimas semanas, pero si hablamos solo de África, las principales rutas que unen Libia con Italia, Argelia, Marruecos y España, estos números han caído tan bruscamente en los últimos años. Hace dos años subieron hacia España en números sin precedentes, pero de 58.000 personas cayó a 28.000 el año pasado, y el viaje de migrantes hacia Italia ha caído fuertemente. En este momento no tenemos datos que indiquen que los migrantes no están cruzando por miedo a la pandemia, pero los números siguen bajos en general”.

Suspensión temporal de los viajes para reasentar a los refugiados

La OIM, junto a la Agencia de la ONU para los Refugiados, también han anunciado que van a suspender temporalmente los viajes para reasentar a estas personas en países seguros.

Algunos países han suspendido las llegadas de refugiados por la situación de salud pública.

Las familias refugiadas se ven directamente afectadas por estas medidas, que cambian rápidamente durante sus viajes, y algunas sufren largos retrasos, mientras otras se quedan varadas o sus miembros son separados.

Además, ambas entidades de la ONU temen que los viajes internacionales puedan aumentar la exposición de las personas refugiadas al virus.

La suspensión, que entrará en vigor en los próximos días, es una medida temporal, que se aplicará solamente hasta que sea necesario, por la crisis internacional del coronavirus. 
©ONU

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