Diego Labat asumió la presidencia del Banco Central del Uruguay

El nuevo presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat, mantendrá la libre flotación del dólar con intervenciones puntuales, procurará una gestión para reducir la inflación, reconstruir la credibilidad en las medidas del ente y elaborar una agenda para la desdolarización de la economía. También indicó como desafío la mitigación de los efectos del coronavirus en el país.

Este viernes 20 se realizó la ceremonia de asunción del presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, en el edificio central del organismo. Estuvo acompañado por la secretaria general, Lucila Rinaldi, el director saliente, Washington Ribeiro, y representantes del comité gerencial.

En su oratoria, Labat explicó que el primero de los tres pilares que desarrollará en su gestión será el funcionamiento normal del sistema financiero. El segundo: mitigar los efectos de la expansión del coronavirus en la actividad económica y, en este punto, recordó las medidas para facilitar el crédito y el comercio lanzadas esta semana. La tercera línea de acción será una la política monetaria que asegure la liquidez de la economía.

El jerarca definió que se mantendrá la libre flotación de la moneda, con intervenciones en el mercado cada vez que se entienda necesario, sin reglas inflexibles, porque incrementan la volatilidad, con un valor de la moneda basado en los fundamentos económicos. Como ejemplo, señaló que la libre flotación permite un ajuste automático ante golpes externos que afecten al tipo de cambio, como los efectos del coronavirus en la actualidad.

Sobre la inflación, señaló el compromiso para su equiparación con guarismos internacionales, porque, sostuvo, es una condición necesaria para el desarrollo del país. “Aún en tiempos de turbulencias, el banco no renuncia a todas las herramientas que tiene para el control de la inflación”, especificó Labat. Adelantó que el Comité de Política Monetaria sesionará con más frecuencia.

Según el nuevo presidente del BCU, el punto central para reducir la inflación es la reconstrucción de la credibilidad. Si bien dijo que anunciará medidas en las próximas semanas, expresó: “La principal fuente de credibilidad la vamos a dar con los hechos, cuando los agentes económicos vean que cada anuncio lo cumplimos”.

También indicó que procurará cambios legales para incrementar la independencia del banco a la hora de realizar las rendiciones de cuentas y la construcción de una agenda de desdolarización de la economía.

Para Labat, el sistema financiero uruguayo es sólido, consolidado, es un ejemplo internacional de regulación y combate al lavado de dinero y, además, apuesta a su mejoramiento de aquí a cinco años. En ese orden, señaló como desafíos el incremento del nivel de intermediación financiera, la profundidad del mercado en este rubro y el costo del acceso al sistema de los ciudadanos y las empresas. “Hay que trabajar en eso y colaborar con la mejora del sistema de pago”, subrayó.

Asimismo, destacó el buen intercambio durante el período de transición entre las administraciones, que permitió el funcionamiento normal de la institución, incluso bajo las restricciones provocadas por la situación sanitaria reinante. También agradeció el apoyo de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay.

Por su parte, Ribeiro elogió la trayectoria de Labat y destacó su rol en el proceso de transición. Consideró que el novel presidente demostró una visión clara y concreta de lo que espera en el Banco Central.

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