“Para ser campeón, hay que tener educación”.

Pelota al Medio a la Esperanza incorpora Gestión Cultural en la formación integral de niños, niñas y adolescentes.

El programa Pelota al Medio a la Esperanza actúa y se proyecta con la convicción de que el deporte es una excelente oportunidad para la formación integral de niños, niñas y adolescentes; una estrategia ideal para crear redes sociales continuas, un medio óptimo para promover hábitos de vida saludables y buenos valores humanos, una herramienta legítima para fortalecer los procesos de socialización e integración.

El deporte es un canal de expresión, sobre todo en etapas formativas, o en niveles de amateurismo o competición universitaria. El concepto de deporte varía según el cristal con que se mire, primando valores de competencia y disciplina, pero siendo también válidas las acepciones sociales o populares de la palabra; hacer deporte es moverse, tomar aire, compartir, crecer, vincularse, jugar. Y también en ocasiones, competir. 

El lazo con las distintas ramificaciones del arte es la renguera del deporte. La cultura no es una cosa o la otra. La cultura es la expresión social en diferentes formatos, la pertenencia a determinado lugar, barrio o institución, el vínculo con la historia y con los diferentes agentes de la misma llamados vecinos. La cultura es la voz de esa expresión social. Esa voz ruge tanto en el teatro como en la cancha. 

El plan cultural es por lo tanto y en principio, el acercamiento a las diferentes formas de la expresión. En segunda instancia es la apropiación de los lugares, de los escenarios, de las dinámicas, de la forma de decir  y finalmente de hacer, deshacer, rehacer, y sobre todo explorar. 

Es en esta línea de trabajo, que el programa Pelota al Medio, incorpora la gestión cultural, a su amplia agenda de iniciativas sociales, buscando desenramar las trabas que obstaculizan el acercamiento entre deporte y cultura, y volver a tejer redes de expresión y comunicación, que acompañen la indispensable intervención del deporte. Así como inaugurar un espacio cultural y establecerlo como parte de un proceso deportivo para contribuir a la construcción de convivencia, mediante la promoción del debate y el diálogo.

Taller de Hinchada en centros educativos


Se hace necesario y urgente volver a posicionar al hincha en su condición original. No existen deportes como el fútbol o el básquetbol sin hinchas, sin banderas, sin canciones. El taller de Hinchada es, por lo tanto, una resignificación del fanatismo, un canal de pertenencia, de compromiso con la causa, y de convivencia con el otro, sobre todo con el del otro equipo.

“Para ser campeón, hay que tener educación”


El pintapié inicial de la propuesta cultural, no fue al azar. En abril del presente año, el liceo N°42 del barrio Malvín Norte, fue nombrado por el programa Pelota al Medio a la Esperanza como “Centro de Convivencia”, en base a su constante compromiso mostrado, en la búsqueda de fortalecer el respeto mutuo y la solidaridad recíproca de sus alumnos, comprometiendo de esta forma, la capacidad de los jóvenes para entenderse, para valorar y para aceptar las diferencias, los puntos de vista de otro y de otros.

Más de 35 estudiantes, de ambos sexos, representan al centro educativo en el encuentro Interliceal, “Por la Convivencia y el Juego Limpio”, evento que involucra la participación de adolescentes de liceos públicos en encuentros deportivos, seminarios educativos, talleres didácticos y paseos. 

Con el apoyo del cuerpo docente, se realizaron dos jornadas, en las cuales mediante dinámicas lúdicas de escritura, se compuso una canción de aliento para con el equipo y se trasladó esa canción al diseño de una bandera que acompañará al equipo en las instancias del Torneo. 

“Para ser campeón, hay que tener educación”, fue el estribillo de la canción que crearon los alumnos. Educación para con todos los diversos integrantes de la comunidad liceal; respeto hacia los docentes, directivos, asistentes de la educación, padres, madres y funcionarios; compromiso y compañerismo con todos los integrantes de su equipo; responsabilidad con sus obligaciones académicas. 

Los próximos liceos que desarrollarán esta iniciativa están ubicados en Rincón del Cerro, Paso Molino, Prado y Delta del Tigre.


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