“El Poder Ejecutivo se responsabiliza de un problema estructural y complejo, como es el embarazo adolescente”.

Al presentar una estrategia intersectorial para reducir indicadores de embarazos no intencionales entre adolescentes, el ministro de Salud, Jorge Basso, aseguró que es necesario coordinar acciones ante esta problemática. “No seguiremos dando respuestas fragmentadas o parciales. Debemos superar la sumatoria de políticas de múltiples organismos para encontrar el diseño necesario y así resolver este complejo problema”, adelantó.


“Venimos asistiendo, hace demasiado tiempo, a la realidad de altos porcentajes de embarazo no intencional en adolescentes, lo que no es un fenómeno ni reciente ni exclusivo del Uruguay, pero sí es complejo y multifactorial, por lo tanto es de difícil solución”, explicó el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, en el acto lanzamiento de la Estrategia Intersectorial para prevenir el embarazo no intencional entre adolescentes, que se realizó el 20 de setiembre en Torre Ejecutiva.

El jerarca valoró que este abordaje es fundamental para prevenir el embarazo adolescente y acompañarlo en aquellos casos en que se haya consumado. “Los actores del Poder Ejecutivo se está responsabilizando de un problema que tiene un núcleo duro, estructural, al cual nos revelamos. No estamos para seguir dando respuestas fragmentadas o parciales. Debemos superar la sumatoria de políticas de múltiples organismos para encontrar el diseño que, como Gobierno, debemos tener para resolver un problema complejo”, agregó.   

Junto a Basso estuvieron presentes: la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg; la ministra de Educación, María Julia Muñoz; la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi; el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García; el titular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Wilson Netto; la presidente del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay, Marisa Lindner; y la presidenta de la Administración de Servicios de Salud del Estado, Susana Muñiz, entre otras autoridades.

Muñoz manifestó confianza en que sea posible construir un “discurso común”, con criterios y formas de intervención compartidas que prioricen la prevención y garanticen los derechos de las adolescentes. Resaltó la importancia de brindarle a niñas y adolescentes herramientas e información desde temprana edad para que, a partir del conocimiento de sus derechos, sean capaces de cuidar sus cuerpos y decidir por ellas.

“Acompañar la trayectoria en un centro educativo no implica solo el aprendizaje curricular para pasar de año en año, significa formar mujeres y hombres libres con conciencia de su cuerpo, con voluntad de su futuro y con ideas de porvenir, que puedan visualizarse como ciudadanos en otras edades y con otros intereses”, sostuvo. “Debemos problematizar el embarazo adolescente no deseado, porque las cifras nos interpelan a todos”, añadió.

En este sentido, Wilson Netto sostuvo que el seguimiento de las trayectorias continuas, completas y protegidas que desarrolla la ANEP incluye el tema del embarazo adolescente. Recordó que el ámbito educativo es el espacio universal laudado por la sociedad para los jóvenes y de ahí la necesidad de procurar su revinculación en caso de que se hayan alejado.

Netto indicó que el sistema debe evaluar si está ofreciendo las propuestas adecuadas (contenido y organización temporal y espacial) para aquellas adolescentes que, siendo madres, permanecen estudiando. En este contexto, recordó que la dimensión de transformar culturalmente a la sociedad también le compete a la educación. La definió como una acción de más largo plazo, pero que considera posible. “Ya no se puede avanzar de forma aislada”, dijo.

Arismendi se refirió también al aspecto cultural. Dijo: “La niña que durante mucho tiempo cuidó a sus  hermanos o abuelos llega un momento que quiere cuidar a su propio niño y siente (al ser madre) que gana un lugar de reconocimiento y valor en la comunidad". Y cuestionó: “¿Esa adolescente es dueña de su cuerpo y de su opción? Aunque diga que es deseado, ¿realmente podemos aceptar que esa sea la respuesta o los factores externos, como los vínculos familiares, la falta de perspectiva, de proyecto de vida inciden directamente en esa muchacha que tiene cabeza de niña? ¿Puede decidir?”.

“Creo que este desafío que nos estamos planteando es excelente. Nos obliga a pensar y a darnos cuenta que tenemos visiones distintas, incluso dentro de una misma institución”, agregó.  

Álvaro García aseguró que este tipo de acciones se alinean a la labor de la Dirección de Planificación que se instaló en este período en la OPP. “Tenemos muchas expectativas en esto. Una sociedad no puede avanzar si no se pone la mirada por encima del muro inmediato, de las temáticas urgentes y cotidianas. Es necesario tener una mirada más larga, que ayudará a que las políticas de corto plazo no nos alejen de los objetivos en ciclos de cinco años como los de la democracia”, indicó.

Presidencia.

Comentarios