Mandela, un ejemplo frente a la violencia, el odio y la revancha.

El Presidente de la Cámara de Representantes afirmó que los ejemplos de vida y de conducta pueden pesar mucho más que mil discursos, al referirse a las enseñanzas que dejó Mandela, homenajeado en el Palacio Legislativo ante una sala repleta de túnicas blancas.

Al conmemorar el “Día Internacional de Nelson Mandela” Amarilla afirmó que su ejemplo de vida marcó un sendero al que podemos mirar frente a los conflictos que enfrentamos como seres humanos, en la búsqueda de superarlos con justicia, en paz y sin abrir nuevas heridas o grietas para las generaciones futuras.

Este homenaje se llevó a cabo cumpliendo con una resolución de la Cámara de Representantes de julio de 2012, que llevara la firma del entonces diputado y hoy senador Ruben Martínez Huelmo, ante la presencia de representantes de la Comisión Mandela, integrantes del Instituto Nacional de las Mujeres, diputados y senadores.

Al hacer uso de la palabra, el Presidente Amarilla se refirió a los valores de Nelson Mandela y su vocación por servir a la humanidad en beneficio de la solución de conflictos. Se refirió también a su vocación por mejorar las relaciones interraciales, por su permanente accionar en pro de la vigencia de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y de los más vulnerables y, por sobre todo, por la lucha por la democracia y la paz mundial.

Amarilla recordó que Madiva, como lo reconoce su pueblo, fue educado en el Cabo Oriental por instituciones que seguramente fueron influencia en su vida que, al igual que su madre, sembraron semillas que germinaron muchos años después, “cuando los golpes de la vida lo hicieron comprender, madurar y moldear una personalidad que lograría triunfar con la igualdad ante la discriminación; con la paz sobre la violencia; con el perdón y la reconciliación sobre el odio y la revancha”.

El titular de la Cámara de Diputados recordó una de tantas frases inolvidables de Mandela cuando manifestó que el perdón libera el alma y elimina el miedo y de ahí que sea una herramienta tan poderosa.

Finalizó su exposición celebrando esa lección de vida que dejó Mandela, optando, cada vez que sea posible, por el amor frente al odio, por el perdón frente al resentimiento  y por la paz frente a la violencia.

El acto formal culminó con palabras del Vicepresidente de la República y Presidente de la Asamblea General, Raúl Sendic.

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