La economía uruguaya crecerá a mayores tasas que las actuales a partir de 2017.

“Organismos multilaterales, autoridades y analistas privados pronostican una fase de reversión a la actual coyuntura de desaceleración” de la actividad en Uruguay, con un aumento a “tasas mayores para los próximos años”, dijo el presidente del Banco Central, Mario Bergara. La economía “no está en fase de crecimiento rápido como ocurrió hasta 2014, pero el manejo macro y reformas estructurales” permiten ser optimistas, añadió.


"La economía uruguaya avanzó positivamente en la última década en base a factores externos, pero también a las políticas internas desarrolladas en conjunto con múltiples reformas estructurales en el sector financiero, laboral y fiscal”, explicó Bergara en declaraciones a la prensa este miércoles 27, tras asistir a la presentación en Montevideo del informe del economista jefe del Banco Mundial para América, Augusto de la Torre.

Bergara reconoció que en la actualidad Uruguay atraviesa “un período de crecimiento bajo”, pero explicó que el Gobierno de Tabaré Vázquez “sostiene razonablemente una situación en materia de ingresos y crecimiento, con la perspectiva de que a partir de 2017 comenzarán a verificarse tasas de crecimiento mayores y se recompondrán las situaciones que preocupan”.

La Rendición de Cuentas enviada por el Poder Ejecutivo al Parlamento indica que “se espera que la economía aumente 0,5 % este año, registre tasas paulatinamente mayores a partir de 2017 y alcance una senda de crecimiento de largo plazo en 2019”.

Al margen de la actual situación, el presidente del Banco Central destacó que “en la perspectiva global hay una muy buena percepción de Uruguay”. “Esto lo reafirman los organismos multilaterales, las agencias calificadoras de riesgo y los mercados, lo que se demuestra en la respuesta excelente que dan cuando Uruguay busca financiamiento externo”, puntualizó.

En ese sentido, valoró que “el informe del Banco Mundial “ubica a Uruguay en una evolución positiva con muy buena reputación y credibilidad a nivel internacional”.

“Hubo un manejo macroeconómico junto a las reformas estructurales para navegar tiempos difíciles como los de hoy”, indicó. "Gracias a estas reformas hoy ni se mencionan lo que en el pasado eran el epicentro de las crisis: el dólar con sistema de administración y el sistema bancario débil", añadió.

Luego de la crisis económico-financiera de 2002 “había deudas que pagar y, por lo tanto, no fue un momento de tanto ahorro porque había que recuperar el producto y superar las condiciones sociales de la población con niveles de pobreza insultantes para la sensibilidad uruguaya”, resaltó.

Los últimos gobiernos desde 2005 han mantenido “un equilibrio razonable en el orden macroeconómico, la perspectiva de sustentabilidad de crecimiento de largo plazo y han atendido las necesidades sociales”.

“Estamos basados en un diagnóstico que se va verificando”, puntualizó. Ejemplificó que con el tipo de cambio “se busca evitar subas y bajadas drásticas”.

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