Instituto de Inclusión Social Adolescente construirá complejo modelo para asegurar derechos de internos.

“Aspiramos a dejar construido, instalado y funcionando en Uruguay un complejo modelo en la región para el final de este período de Gobierno”, adelantó la presidenta del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Gabriela Fulco. El edificio se ubicará en el predio de La Tablada, tendrá 200 plazas y permitirá el cierre de construcciones deterioradas y el desarrollo de programas integrales de rehabilitación.


Fulco dijo el martes 19, en declaraciones a la prensa en la Junta Departamental de Montevideo, que el presupuesto habilita la construcción de un nuevo complejo de 200 plazas que estará habilitado al finalizar el próximo año, lo que permitirá cerrar estructuras deterioradas que no permiten el desarrollo de programas integrales de rehabilitación.

El nuevo complejo se construirá en el predio del casco de La Tablada, gracias a la cesión del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. La funcionaria indicó que esa ubicación posibilitará un amplio espacio para separar a los jóvenes por tramos etarios comprendidos entre  los 13 y los 15 años, como lo determina el Código de la Niñez y la Adolescencia, otro sitio para los jóvenes de 16 a 17 años y uno nuevo para los de 18 años.

El Inisa cuenta con el apoyo y asesoramiento de la cooperación internacional a través del memorando de entendimiento con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y con otras agencias especializadas del foro mundial.

Fulco precisó: “Aspiramos a dejar instalados en Uruguay un complejo modelo en la región latinoamericana para el final de este período de Gobierno (2015-2020), y no solamente construido e instalado, estará funcionando correctamente".

Aclaró que actualmente no hay situaciones de hacinamiento, sino que “es una cuestión de condiciones de habitabilidad, que son bastante nefastas para llevar adelante programas de rehabilitación, debido a que hay estructuras edilicias que tienen cien años, por el deterioro y no mantenimiento que han tenido a lo largo de los años, por la falta de cuidados".

Agregó que “esa situación es parte, evidentemente, de los incidentes que pueden ocurrir diariamente cuando no hay protección de derechos, porque se están vulnerando las condiciones de habitación de estos jóvenes y no se cumplen con los estándares internacionales".

Fulco dijo que se siguen detectando irregularidades en el trato entre jóvenes y funcionarios. "Nosotros tenemos varias investigaciones administrativas en marcha y muchos sumarios, también, que devienen de la presunción de situaciones irregulares relacionadas con maltrato físico y emocional en el sistema”, informó.

“De ahí también que en algunas ocasiones, además de los sumarios, hemos abierto la instancia penal porque hay presunción de que algunas de esas irregularidades deben ser llevadas a la órbita penal", indicó.

"Estamos trabajando muchísimo en la capacitación y el reciclaje del personal y ahora a partir del setiembre haremos un llamado a nuevos ingresos donde seremos muy cuidadosos con la selección del personal", añadió.

En tal sentido, dijo que se diseñó una curricular de capacitación y un nivel determinado para ese ingreso porque es trabajar en un campo de alta complejidad como la privación de libertad de menores, necesitamos gente vocacional y con una especialización que el sistema no tenía.

Como parte de este cambio cultural de la institución, la funcionaria participó en la firma de un convenio marco de capacitación laboral que brindará el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional para los jóvenes del Inisa que han trabajado en la Junta Departamental de Montevideo.

Enfatizó que este convenio es parte de la refundación que comenzó el Inisa desde mayo del año pasado, la cual promueve la inclusión social de los jóvenes y no pone el acento en el área judicial sino en opciones socioeducativas que permitan que puedan reintegrarse a la sociedad con todos sus derechos y potenciales.

Dijo que las pasantías laborales, por ahora en organismos públicos y que se pretenden ampliar al sector privado, contribuyen a que los jóvenes tengan figuras adultas que resulten modelos positivos en su proceso de identificación tanto en el mundo educativo como en el del trabajo, situación que muchas veces no sucedió en sus familias.

También resaltó que en el ámbito de la convivencia es mucha la diferencia entre quienes han participado en pasantías laborales y lo que todavía no lo han hecho.

“Este es un camino de apertura donde necesitamos el aporte y la sensibilidad del sistema de justicia, quien es que en definitiva quien autoriza la participación de los jóvenes en los convenios, y en paralelo son acciones que tenemos que poner en marcha, pero sobre todo es parte de un cambio cultural", puntualizó.

Presidencia.

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