Arismendi: “Me hago cargo de lo que no hicimos y de lo que hicimos desde 2005 en adelante”.

La ministra de Desarrollo Social -Mides-, Marina Arismendi, expresó su pesar por el lamentable episodio ocurrido en un residencial de adultos mayores, días pasados, que dejó como saldo la muerte de 8 ancianos. “Yo me hago cargo de lo que no hicimos, de lo que hicimos y de lo que hicimos bien desde el 2005 en adelante”, afirmó. 

"Me hago cargo del 2005 absolutamente de lo que no hicimos, de lo que hicimos bien y de lo que hicimos muy bien; en el caso del Mides -la atención a los adultos mayores- no era una tarea que tuvieramos en ese momento porque la prioridad era sacar de la emergencia, sacar del hambre, sacar de la vulnerabilidad, cosa que seguimos haciendo con otras características" explicitó la ministra.

Indicó que desde el 2014 la inspección social de los hogares de ancianos la realiza el Instituto de Adultos Mayores (Inmayores) del Mides. La ministra destacó la tarea llevada a cabo en los últimos tiempos por Inmayores “que se puso el tema al hombro y trabajó sin horarios”, explicó que a futuro se atenderá este tipo de situaciones mediante el Sistema Nacional de Cuidados, con capacitación de personal y distintos tipos de aportes, aseguró.

Entre las carencias que surgen en el medio de este tipo de tragedias, mencionó la falta de información sobre la medicación que percibían las personas internadas en este residencial, para lo cual la próxima implementación de la historia clínica en línea será de gran ayuda y un respaldo de la medicación que percibe cada persona y que en este caso específico hubiera sido muy importante.

Por otro lado, aclaró que el trámite para que la Dirección Nacional de Bomberos habilite un local se redujo en tiempo y costos. “De todas formas quiero decir que hablar de esto en medio de una tragedia es muy difícil para todos y ni que hablar de las familiar de los fallecidos”, concluyó.

En el año 2015 fueron aplicadas amonestaciones y advertencias a este centro puntualmente sobre algunos aspectos de la situación en la que atendían a las personas, los recursos humanos disponibles o el tipo de alimentación, incluso con la opinión favorable de los familiares sobre el centro.