Turismo en áreas protegidas.

Las áreas protegidas contribuyen a la conservación del patrimonio natural y cultural del país y ayudan a reducir las presiones causadas por algunas actividades humanas sobre estos ambientes. En ellas el impacto se reduce a la mínima expresión y, por tanto, se transforman en sitios de referencia para apreciar los beneficios de la protección. A su vez, cumplen un rol en el mantenimiento de los servicios ambientales que sustentan la base productiva del país.

Generan oportunidades para las comunidades locales y la sociedad: la recreación, el turismo, la educación, la investigación, el desarrollo de actividades productivas compatibles con la conservación, así como el mantenimiento de tradiciones y culturas locales que fortalecen nuestra identidad. Permiten crear, en ese sentido, oportunidades para el desarrollo local y, en consecuencia, constituyen un instrumento para el ordenamiento del territorio y el desarrollo sostenible.

Si esta semana de turismo elegís visitar un área protegida no te pierdas este interactivo.

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