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Más de 350 policías entre personal de Jefatura de Policía de Montevideo, Guardia Republicana y Bomberos participaron ayer del operativo de seguridad en torno al clásico de verano.
Tanto en la previa como durante el partido la Policía logró importantes incautaciones de pirotecnia a ambas parcialidades.

Ayer quedó claro la intencionalidad de ambas parcialidades de ingresar pirotecnia sabiendo que está prohibido. “Eso es lo más grave para nosotros, que a pesar de las reuniones de coordinación y las charlas con los referentes de seguridad, cuando vamos al operativo tenemos que hacer un gran esfuerzo tanto logístico como de recursos humanos detrás de personas que tratan de ingresar gran cantidad de pirotecnia al Estadio”, dijo a UNICOM el jefe general del operativo del clásico comisario mayor Alfredo Clavijo.
A su vez, está incautación sirvió para comprobar que la pirotecnia que ingresó no lo hizo por los lugares de revisación ya que si entraran por las puertas no se buscarían otros medios de ingreso.

Durante el operativo, la Policía detuvo a 16 mayores: 15 hombres y una mujer. Dos de ellos por tenencia de estupefacientes, un par por hurto interior de vehículo con incautación de objetos hurtados, otros dos por pirotecnia con vehículo incautado y el resto por desorden. Los dos que robaron en el interior del vehículo se encuentran a disposición judicial, el resto fue liberado.
Lo que llevo a esa cantidad de detenidos fue la conducta activa del personal policial que estuvo alerta y pudo preceder en los momentos precisos por estar en los lugares indicados.
La salida se desarrolló con normalidad, la desconcentración fue ágil y sin grandes complicaciones. En los alrededores del estadio dos ómnibus que transportaban a hinchas de Nacional fueron apedreados por parciales de Peñarol. En total fueron seis los ómnibus dañados, cifra bastante inferior a la del clásico pasado, cuando se registraron 18 unidades de transporte dañadas.
En conclusión, más allá de todas las recomendaciones que se hacen, las parcialidades incumplen con lo dispuesto y buscan todos los medios clandestinos para ingresar la pirotecnia. Esta predisposición de no cumplir las reglas pone en riesgo la integridad física de las personas que están dentro del estadio que van a ver un espectáculo deportivo y disfrutar de un partido de fútbol.
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