El 18 % de profesionales egresados en 2014 recibieron apoyo del Fondo de Solidaridad

A 20 años de la creación del Fondo de Solidaridad, fueron homenajeados los profesionales que aportaron desde el comienzo a ese mecanismo y ahora se retiran para jubilarse. El presidente de la institución, Marcos Supervielle, destacó que 18 % de los egresados de la Universidad de la República en 2014 recibieron, por esa vía, becas para concretar su formación.
El Fondo de Solidaridad, creado por la Ley 16.524 del 25 de julio de 1995, determina el aporte de los profesionales egresados de la Universidad de la República, luego de cinco años de recibidos, a un fondo común que permite luego otorgar becas para la universidad estatal y para las carreras de nivel terciario del Consejo de Educación Técnico Profesional la Universidad Tecnológica.

El presidente de la institución, Marcos Supervielle, destacó que debe reconocerse a aquellos que contribuyeron durante veinte años en forma regular y sistemática y que han dejado de hacerlo porque se jubilaron. Otra razón es informar qué ha pasado con sus aportes, en ese sentido informó que 18 % de los egresados de la Universidad de la República el año pasado fueron becarios del Fondo de Solidaridad.

Supervielle explicó que los padres de 97 % de ellos recibieron una educación inferior a la de sus hijos y, a su vez, uno de cada tres solo había cursado primaria y en algunos casos incompleta.

El titular del Fondo de Solidaridad señaló como trascedente que "debe romperse con la banalización de la beca". En este momento 8.000 jóvenes son becarios, lo que, consideró, evidencia un importante crecimiento en la generación de oportunidades.

Los estudiantes que reciben las becas integran familias de ingresos limitados; el 85 % de ellos proceden de fuera de Montevideo. "El beneficio abarca todas las carreras terciarias de la Universidad de la República y del Consejo de Educación Técnico Profesional (UTU) y también de la Universidad Tecnológica (UTEC)", dijo el presidente de la institución.

Supervielle destacó el esfuerzo de parte del Gobierno en solidaridad con dos categorías de profesionales: aquellos que reciben muy bajos ingresos, para quienes se eleva el mínimo imponible a la hora de realizar el aporte. El segundo grupo son los profesionales jóvenes a los que se les solicita un aporte mínimo durante cinco años.

"Para llevar adelante esto y que el Fondo de Solidaridad mantenga su nivel debe incrementarse el aporte de los profesionales consolidados, que deberían pagar aproximadamente unos 1.000 pesos más al año", concluyó Supervielle.

Comentarios