Uruguay organizará Asamblea General de Organización Internacional de la Viña y el Vino

“El nuestro es un país importante (respecto a vitivinicultura mundial) que logró la trazabilidad de sus productos, que se destaca por las condiciones de elaboración, comercialización y genuinidad de los productos”, destacó el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, José María Lez. El jerarca aseguró que organizar el Congreso y la Asamblea General de la OIV, en 2018, contribuirá al posicionamiento del país.
“Uruguay es uno de los 46 países productores integrantes de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) y, en ese ámbito, toma decisiones a nivel de macropolítica institucional”, recordó el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI), José María Lez.

La OIV es, desde 1924 como oficina y desde 2001 como organización, una entidad intergubernamental de carácter científico y técnico de competencia reconocida en el campo de la viña y el vino. Ese es el ámbito para la innovación científica y técnica, la difusión de sus resultados y el desarrollo del sector vitivinícola internacional.

“En su historia vitivinícola reciente, Uruguay ha tenido una fuerte actividad en la OIV desde la creación del INAVI”, afirmó el jerarca.

Uruguay participa, desde 1991, en la secretaría general de la OIV, que asume la responsabilidad de coordinar la actividad de varios centenares de delegados científicos y de expertos en los ámbitos de competencia de la organización.

Además, nuestro país integra, en la persona de Lez, el comité científico y técnico de la organización. “Esto permite que Uruguay participe de las decisiones políticas y técnicas de la vitivinicultura”, apuntó el jerarca.
Recientemente la OIV anunció que Uruguay será sede del 41.º Congreso Internacional de la Viña y el Vino y la 16.ª Asamblea General, en 2018.

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, con el apoyo del INAVI, encargado de ejecutar las políticas vitivinícolas nacionales, presentó su candidatura en la 13.ª Asamblea. Autoridades de la cartera estatal consideran se trata de una oportunidad para que el sector vitivinícola mundial constate la evolución de la vitivinicultura de Uruguay en las últimas dos décadas.

Nuestro país fue anfitrión en 1995 del XXI Congreso Mundial de la Viña y el Vino en Punta del Este.
“Uruguay tiene el gran desafío de organizar estos eventos que van a tener una enorme repercusión internacional, en los ámbitos técnico y comercial y contribuirá al posicionamiento del país”, consideró el entrevistado.

“Uruguay es un país importante (en el concierto de la vitivinicultura mundial) que logró la trazabilidad de sus vinos, que se destaca por las condiciones de elaboración, comercialización y genuinidad de los productos”, aseveró.

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