Mejora posición de mujeres en estructura familiar aunque prevalece desigualdad en tareas

Entre 2006 y 2014 se registraron muchos cambios en la estructura familiar en Uruguay, donde la pareja por igual comparte la responsabilidad del sustento familiar, pero las tareas hogareñas y de cuidados están a cargo solo de las mujeres, señaló la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Mariela Mazzotti, al presentar las Estadísticas de Género 2014 “Avances y desafíos para la igualdad de género”.
Mazzotti explicó que este trabajo evidencia la situación de varones y mujeres en diversos ámbitos, destacando aquellos espacios donde aún prevalecen las desigualdades de género.

En esta ocasión se presenta la evolución de diversos indicadores entre 2006 - 2014, calculados a partir de la Encuesta Continua de Hogares (2006-2014), la de Uso de Tiempo 2013 y la Primera Encuesta de Prevalencia de la Violencia Basada en Género y Generaciones de 2013, todas a cargo del Instituto Nacional de Estadística.

La directora informó que hay una importante dinámica de cambio en la estructura de las familias uruguayas. En tal sentido, sostuvo que, según los datos recabados, tradicionalmente y hasta 2006 mayoritariamente había familias organizadas con hombre proveedor y mujer ama de casa y cuidadora de los niños.

En tal sentido afirmó que a partir de 2006 y hasta el 2014 aumentaron sustancialmente las familias organizadas por los dos proveedores, razón por la cual mujeres y hombres comparten la responsabilidad de suministrar los bienes materiales que requiere esa familia.

No obstante, recordó que el uso del tiempo que las mujeres dedican a las tareas de cuidados es el doble de lo que le dedican los varones.

“Las mujeres ahora salieron al mercado de trabajo, comparten la responsabilidad económica del sustento de la familia, pero las tareas hogareñas de cuidados siguen estando bajo su responsabilidad”, explicó.

Las nuevas situaciones familiares son producto de cambios progresivos que se están dando en la sociedad, como por ejemplo, la existencia de menos matrimonios formales, más parejas por mutuo acuerdo o el aumento del divorcio.

La funcionaria especificó que, en este caso, el estudio analizó la dinámica interna de las relaciones que se dan adentro del hogar y de las responsabilidades que se van sumando.

Para Mazzotti, “las mujeres asumen la responsabilidad económica del hogar, pero necesitan generar mayores cambios culturales en el desempeño del rol de los varones al interior de las familias, para que asuman su responsabilidades de cuidado”.

En la parte económico-laboral, la encuesta marca que, si bien en términos generales, cuanto más años de estudio mejores oportunidades laborales, para el caso de las mujeres la variable educación no rige de la misma manera si la comparamos con los varones.

Sobre todo para el caso de las mujeres con más años de estudios, la brecha salarial con respecto a los varones es muy grande porque ellas ganan 30 % menos que los varones con la misma cantidad de años de estudios. “Hay un fenómeno de “techo de cristal” que opera como una barrera para el desarrollo de las mujeres a nivel laboral”, puntualizó.

Respecto del desarrollo de la población económicamente activa y a los niveles de estudio que las mujeres alcanzan a nivel regional, Uruguay está en una buena situación, afirmó la funcionaria.  

No obstante específico que Uruguay es deficitario en la región con respecto a la participación política de las mujeres. "Somos uno de los países con menor representación política, con más baja participación de las mujeres a nivel de los cargos legislativos o de responsabilidad en empresas económicas", apuntó.

También es uno de los países que presenta mayor prevalencia de tasas de muerte por violencia basada en género.

Mazzotti dijo que “en el área del trabajo y la educación estamos muy bien, pero en el área de participación política y en la estructura familia, tenemos problemas”.

Añadió que Inmujeres seguirá trabajando en términos de valores culturales y promoviendo una discusión profunda sobre las relaciones igualitarias entre mujeres y varones.

Se trabajará específicamente en la distribución del poder porque es un concepto que se aplica tanto en la participación política con el acceso de las mujeres a cargos de decisión; y también en relación a la violencia doméstica que es una de las formas de distribuir poder dentro del hogar.

“Todavía persisten valores que indican que muchos hombres fueron educados como para poder dominar y sentir que pueden imponer su voluntad sobre la mujer hasta con violencia. El tema del poder, de alguna forma, unifica o hace luz a estas problemáticas privadas y públicas que tenemos las mujeres", señaló.

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