Lograr trayectorias continuas, completas y protegidas requiere una labor colectiva

El titular del Codicen, Wilson Netto, dijo que alcanzar las metas del Gobierno en materia educativa requiere del trabajo colectivo de los consejos desconcentrados, con respeto por las autonomías y trabajo en conjunto. “Es la forma de asegurar trayectorias continuas, completas y protegidas de estudiantes”, sostuvo. Además resaltó el acompañamiento de los docentes como constructores y no solo conductores de la educación.
El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Wilson Netto, expuso en el marco del Encuentro sobre la Transformación del ADN de la Educación, realizado el 24 de setiembre en las instalaciones de la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales, en un acto presidido por la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz. También participaron todos los directores generales de los desconcentrados de la ANEP (Consejo de Educación Inicial y Primaria, Consejo de Educación Secundaria, Consejo de Educación Técnico Profesional (UTU) y Consejo de Formación en Educación).

Netto sostuvo que las metas fijadas para este quinquenio son ambiciosas: tender a la universalización del acceso a la demanda de niños de tres años; mejorar las condiciones de egreso de primaria, universalizar el egreso de educación media básica, duplicar el egreso en media superior, en definitiva que todo joven de hasta 17 años de edad esté vinculado con la propuesta educativa. Dijo que, para concretarlas, los desafíos son políticos, institucionales y pedagógicos.

Aseguró que es imprescindible la integralidad y una "educación de calidad para todos”. En este sentido, valoró las mejoras de infraestructura y la accesibilidad e indicó que el Plan Ceibal desempeña una función importante. “Las condiciones de educabilidad y accesibilidad permiten el acercamiento, pero es necesario que haya aceptabilidad”, refirió en alusión a que es necesario que a los jóvenes les atraigan las propuestas.

Netto enfatizó los acompañamientos para trayectorias continuas, completas y protegidas. “El Estado asume su responsabilidad y no deja librado a la fortaleza de los niños, adolescentes, jóvenes y sus familias que el trayecto por el sistema educativo tenga estas características”, explicó.

Para lograr ese respaldo, acotó que son vitales los sistemas de información de alerta temprana en tiempo real y los dispositivos que permitan acompañar el proceso previsto para este quinquenio. A esto, según mencionó, se debe sumar el trabajo colectivo de los consejos, con respeto por las autonomías, pero en una labor de equipo. “No actuar en forma fragmentada, tener un horizonte común, redunda en mejores trayectorias”, dijo.

En este sentido, el jerarca reconoció que como sociedad Uruguay no se atrevió a las especificaciones de logros, y que es un proceso que se debe concretar a fin de graficar qué se pretende enseñar y qué se pretende que aprendan niños y jóvenes, así como ofrecer garantías a los estudiantes, a sus familias y  al cuerpo docente.  

“Es imprescindible ver el territorio como una unidad de acción. No más programas aislados, ahora son comunes y llevados al territorio con herramientas adecuadas, con ‘la cara de la gente’, y ya no más con expedientes atrasados”, relató Netto, quien dijo no creer en el viejo modelo de centros aislados, ni en liceos que derivan alumnos para la UTU y, de ahí, para otro lugar. Al respecto, ejemplificó con la posibilidad de utilizar espacios compartidos entre Primaria y Secundaria en lo que refiere a comedores de escuelas de tiempo completo que puedan ofrecer servicios a liceos.

“Queremos trabajos colectivos, en equipo, pensando como unidad. Hay que ofrecer respeto, atención y monitoreo”, indicó. En este sentido, agregó que existen los medios y los cuerpos docentes dispuestos a cambiar una realidad “que no convence”, y que para ello los educadores serán constructores de la educación y no solo conductores.

Asimismo, instó a avanzar en un modelo educativo que deje de lado el concepto de una educación "para unos y otra para otros".  

“Estas transformaciones que estamos provocando buscan que la educación tenga sentido para los niños y para los jóvenes, por ende, para el país. Hay que encontrar los caminos para concretar estas metas ambiciosas que dejan al Uruguay en un equilibrio diferente al que tenemos hoy, modificando una matriz de 25 años en los que costó mucho avanzar en logros y resultados, sobre todo en cuanto al egreso de primaria y los conocimientos adquiridos, y el tránsito en educación media (básica y superior)”, concluyó. 

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