“Las transformaciones estructurales para un progreso social requieren políticas duraderas”

En el Diálogo Interactivo de Cambio Climático que se desarrolla en la ONU, la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, instó a los países a renovar su compromiso para un progreso social que requiere un sistema multilateral. Señaló que, por ejemplo, Uruguay logró que las fuentes renovables contribuyan con más de 50 % a la matriz energética gracias a políticas públicas duraderas.

“No había forma que la Carta de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) firmada en su creación en 1945 previera cual sería nuestro mundo 70 años después, pero sí estableció de manera atinada la necesidad de fortalecer el marco multilateral para hacer frente a los desafíos del progreso económico y social a escala global”, señaló De León en el comienzo de su alocución este domingo por la tarde en el foro mundial.

Indicó que 2015, así como lo fue 1945, será un año histórico para el fortalecimiento del marco multilateral y la promoción de las condiciones que habiliten un progreso social, económico y ambiental duradero para todos nuestros pueblos. Agregó que las  próximas instancias, deberán necesariamente orientar nuestras sendas de desarrollo de manera equilibrada entre estas tres dimensiones.

“Uruguay está en una búsqueda de un desarrollo que nos permita continuar reduciendo la pobreza y superar las inequidades propias de las grandes estructuras económicas globales”, informó.

“En sólo 10 años logramos reducir la pobreza de 39 % a 13%” de los 3,3 millones de habitantes y reducir drásticamente la indigencia, aseguró.

En este camino hacia un real desarrollo, la ministra dijo que Uruguay apostó a una estrategia de claro compromiso político, a través de objetivos claros trazados en un diálogo constructivo, profundamente democrático y enmarcado en el derecho internacional.

“En energía se generaron transformaciones estructurales. En 2008 se definió una política energética de largo plazo, con inversiones que alcanzaron anualmente a 3 % del producto interno bruto (PBI)”, explicó.

“Hoy nuestra matriz energética incluye más de 50 % por ciento de generación eléctrica desde fuentes renovables”, apuntó, tras agregar que, en algunos casos, hasta 62 % se produce en parques eólicos.

Además, la funcionaria informó que Uruguay aprobó a fines de los años 80 un marco legal de largo plazo, que permitió la detención definitiva de la pérdida del bosque natural, generado un incremento substancial de las áreas de montes naturales restauradas.

“Como efecto derivado de esta trasformación, 20 años después llegaron  inversiones extraordinarias en el sector industrial de la forestación, con altísima tecnología y con los máximos estándares ambientales”, añadió.

Al mismo tiempo, indicó que el sector ganadero, a causa del incremento de la productividad con un rebaño que suma cuatro vacunos por persona, ha reducido la intensidad de emisiones de gases invernadero a través de inversiones y políticas públicas.

“La Agenda Post 2015 y el Acuerdo de París deben reconocer fuertemente el irrenunciable rol del sistema multilateral y el liderazgo de las políticas públicas duraderas”, alentó.

“Como hemos visto en el caso de Uruguay, son efectivas puntas de lanza de las transformaciones estructurales que necesita el mundo para que podamos promover aquel progreso social del que nos hablaba la Carta de la ONU de 1945 y ante el cual hoy estamos nuevamente llamados a renovar el compromiso”, sentenció.

En ese sentido, expresó que Uruguay quiere dar un mensaje profundo, propio de un país pequeño y en desarrollo, que está en una búsqueda seria y comprometida para construir alternativas a un desarrollo probadamente ineficaz.  

“Avanzar juntos requiere reconocer que todos los países no son iguales, que todos tenemos responsabilidades, pero que los estados pobres y en desarrollo son lo que menos hemos contribuido al cambio climático y los más vulnerables a sus daños y perjuicios”, subrayó.

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