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Uruguay pone como antecedente en su aspiración a integrar el Consejo de Seguridad de la ONU en el próximo bienio su lucha por la paz y la seguridad como miembro fundador del foro mundial, así como su histórica participación en misiones de estabilización en distintas regiones en conflicto, resumió el canciller Rodolfo Nin Novoa. Esta postulación es respaldada por los restantes 33 países de América Latina y el Caribe.
La candidatura de Uruguay para asumir uno de los 10 asientos de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) significa asumir importantes responsabilidades en la difícil tarea de mantener la paz y la seguridad en un mundo lleno de conflictos, advirtió Nin Novoa en un foro organizado en Montevideo por el no gubernamental Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir).
El canciller destacó ante todo el trabajo profesional del equipo de la cartera a su cargo en su búsqueda por lograr que Uruguay integre ese espacio de alta trascendencia internacional por su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad en el mundo.
El seminario “Uruguay en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: Retos y Posibilidades”, desarrollado el miércoles, contó con la presencia también de Alberto Volonté, ex embajador del país en Argentina y consejero del Cefir, Ope Pasquet, miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, y otras personalidades nacionales y de países vecinos.
En su disertación, Nin Novoa indicó que este tramo de la campaña es continuación del trabajo realizado en el periodo anterior de gobierno (2010-2015) por un grupo encabezado por el hoy vicecanciller de Uruguay, José Luis Cancela, uno de los grandes impulsores de esta postulación desde su actuación como Representante Permanente del país ante la ONU, donde llegó a ser elegido presidente de la primera comisión para el desarme y la seguridad de 2008 a 2013.
Uruguay ocupó por primera y única vez el Consejo de Seguridad en 1965, cuando “los temas que integraban la agenda eran siete, mientras que en la actualidad hay identificados más de 50”, precisó Nin Novoa.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado de modo permanente por China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos, los únicos con capacidad de veto, y otros 10 estados elegidos anualmente por la Asamblea General del foro mundial, con mandato de dos años y con derecho a voz y voto.
La aspiración de Uruguay de volver a ese escenario mundial en 2016 y 2017 fue respaldada de modo expreso por los restantes 33 países de América Latina y el Caribe, que los consideran candidato único de la región, según lo resuelto en la reunión de representantes de ese grupo de estados ante la ONU, realizada el 2 de febrero en Nueva York.
Es lo que técnicamente se conoce como “endoso”, es decir la decisión del grupo regional de apoyar en forma consensuada, unánime y en bloque la candidatura de Uruguay para tal posición, según explicó entonces a la Secretaría de Comunicación el actual representante del país ante la ONU, Gonzalo Koncke.
La visión de política de Estado impulsada por el Gobierno nacional de abrirse al mundo fue iniciado en 2005, cuando se comentó a trabajar en una nueva candidatura para integrar el Consejo, recordó Nin Novoa.
Para el canciller, Uruguay debe conocer a fondo los temas prioritarios en su acción en el Consejo de Seguridad y a la hora de participar, como miembro fundador del foro, reafirmará los principios del organismo.
Se debe promover el desarrollo de los países en todas sus dimensiones, así como la defensa de todos los derechos humanos, la estabilidad política, la gobernabilidad democrática, la integralidad territorial de los Estados, son condiciones necesarias para la reducción de los conflictos.
Uruguay es uno de los principales contribuyentes a las misiones de estabilización y mantenimiento de la paz desde que se crearon en 1947 en cuanto a tropas, en términos absolutos, y es el primero en América Latina y el Caribe con un despliegue desde entonces de más de 40.000 efectivos en los escenarios más difíciles, repasó el funcionario.
Actualmente suman 1.461 los integrantes uruguayos en las cuatro operaciones en las que participa, número que descendió en los últimos meses tras la decisión de retirarse paulatinamente de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah). El mayor contingente es hoy el estacionado en la República Democrática del Congo, mientras que hay dos efectivos en el Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en India y Pakistán y otro par en Costa de Marfil.
En estas operaciones, Uruguay se destaca por la protección de civiles que resultan desplazadas donde las mujeres, niñas y niños tienen una vulnerabilidad mayor debido a las reiteradas violaciones a sus derechos humanos perpetradas en los distintos conflictos.
Una de las premisas en la estrategia del país en el Consejo de Seguridad es priorizar la atención de miles de niños que atraviesan conflictos armados, especialmente los que son utilizados como soldados, apuntó el canciller.
Otro planteo que se hará será buscar el empoderamiento político y económico de las mujeres que se creen son claves para la prevención a largo plazo de la violencia sexual y de género.
Nin Novoa subrayó que para esto es fundamental la adopción de una perspectiva de género que contemple adecuadamente las necesidades de las mujeres y las niñas en todas las situaciones de conflicto y luego de estos.
Aseveró que se trabajará también para incorporar una mayor cantidad de mujeres en los Cascos Azules, en el entendido que esta incorporación colaborara con una visión inclusiva de las mujeres en circunstancias de conflictos y pos conflictos.
En materia de formación de recursos humanos, informó que en la cancillería se capacita en temas de derechos humanos a los contingentes uniformados que saldrán del país en el futuro.
Uruguay en el Consejo de Seguridad tiene un claro rol de desempeñar a la vez de la implementación de esta agenda avanzando en una participación plena para la resolución de conflictos y la consolidación de la paz, puntualizó.
De la misma forma se dará importancia al fortalecimiento y la universalización de estrategias para tratar de tener un mundo libre de armas nucleares, químicas y biológicas. Sobre este aspecto, Nin Novoa destacó que Uruguay mantiene una activa política en pos del desarme.
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