El camino es la recompensa


El Instituto Nacional del Adulto Mayor (Inmayores) del MIDES realizó un evento de cierre de gestión. A tres años de su creación, el ministro Olesker hizo un balance y evaluación de la consolidación de esta institución rectora en políticas de vejez y envejecimiento. En la oportunidad también se presentaron los datos del relevamiento a hogares de larga estadía en todo el país.


Con el séptimo piso del MIDES colmado por personas vinculadas a la temática, la directora de Inmayores, Adriana Rovira; el director de Políticas Sociales, Andrés Scagliola y el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, presentaron los resultados del relevamiento de hogares de larga estadía. 

Rovira resumió el camino transitado por la dependencia. Empezó por la construcción de un espacio dentro de la estructura, pero también el inicio de una nueva forma de ubicarse frente a la temática. Para ello la directora resaltó como factor fundamental, la alianza estratégica con los actores sociales involucrados y con la academia. Esto implicó que la política pública tuvo que replantearse las agendas de temas con la sociedad civil.

Para la directora, el inicio fue complejo y fue muy difícil que la sociedad se abriera ante una nueva dependencia. “¿Cómo hace un instituto nuevo, no legitimado, para discutir lo que todos quieren discutir?”, preguntó Rovira y contestó que la única alternativa posible fue ubicarse en la brecha de la política pública. “Ese lugar vacío de intervención con el que nadie quiere lidiar, pero que es de fuerte demanda de la sociedad civil” afirmó la directora.

Rovira puntualizó que generar rectoría en la materia implicó enfrentarse a zonas oscuras, con poca información. Pero ese fue el desafío de estos años. “Está claro que un instituto rector no resuelve todos los temas y puntos que una agenda de vejez presenta para un Estado, pero también está claro que la agenda sectorial tampoco lo resuelve”, expresó Rovira. Antes de finalizar su alocución aprovechó para invitar a todos a continuar participando activamente.

El principio de todo

Andrés Scagliola, por su parte, habló del camino recorrido dentro del ministerio. Recordó que en el año 2010 se encontró con el Área de las Personas Adultas Mayores. El equipo estaba conformado por cuatro funcionarios. Scagliola comentó que quería plantearle al equipo encarar el tema desde el paradigma de los Derechos Humanos y el equipo llegó a la reunión con el mismo planteo. Gracias a esto, el director comentó que “la hoja de ruta fue muy sencilla”.

Scagliola manifestó: “sin lugar a dudas, si hoy hay instituto tiene que ver con el trabajo de las personas que estaban en esa área, tienen que ver con la contribución que uno pudo hacer, pero tiene que ver también con una decisión política del ministro”. Para el director, lo importante no era solo crearlo en el papel, sino que lo fundamental era dotarlo de recursos y crear los equipos necesarios. De hecho al día de hoy son 41 los funcionarios que allí trabajan. 

Por último, Scagliola resaltó que en las transiciones siempre hay cosas que pueden compartirse o no, pero que una de las decisiones que en forma personal celebra, es la continuidad de Adriana Rovira como directora del Instituto. 

Los datos 

El ministro Olesker decidió cerrar su gestión en el ministerio destacando tres temas que no están vinculados a los sectores de pobreza extrema. Uno fue la presentación de los 1500 asistentes personales para personas con discapacidad severa; otro fue el lanzamiento de la marca social ProVas; y el tercero, la presentación de los datos del relevamiento de los hogares de larga estadía. 

Olesker partió desde la perspectiva de un enfoque de derechos. Si bien reconoció que sobre la materia Uruguay cuenta con una de las más avanzadas legislaciones de América Latina, afirmó que le faltaba una visión mucho más integral del desarrollo social de los adultos mayores. 

Por otra parte, el ministro explicó la relación entre el papel rector del instituto y la sectorialidad de la temática. Según Olesker, esta última es clave para entender el fenómeno pero la rectoría es quien propone, controla y regula la actividad. Al mismo tiempo, sostuvo que la principal fuerza de la rectoría, radica en la separación entre las definiciones políticas y ejecución programática, debido a que la tarea en sí insume mucho tiempo y esfuerzo. 

A continuación se adjunta la presentación realizada en la oportunidad en la que están disponibles los principales datos de los relevamientos, líneas de trabajo y competencias del instituto.

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