Noventa y siete nuevos maestros volcarán su vocación en las aulas de las escuelas públicas


Noventa y siete estudiantes de la generación 2013 de los Institutos Normales (IINN) “María Stagnero de Munar y Joaquín R. Sánchez” de Montevideo, recibieron sus títulos en las especialidades de Educación Común y Educación Inicial, que los habilitan para dictar clases en las escuelas del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), en una emotiva ceremonia realizada en el Teatro Solís.


El acto de colación contó con la participación de la Orquesta Sinfónica Metropolitana Juvenil, que con 70 músicos en escena, realizó un repaso por algunas de las obras más icónicas de la música clásica, adaptadas con movimientos y ejecuciones que remiten a la creatividad de músicos adolescentes.

La Directora General del Consejo de Formación en Educación, Magíster Edith Moraes, celebró la culminación de esta primera fase de la formación profesional, es decir, la titulación. “Celebramos también que con ese entusiasmo hayan saltado todas las vallas que en el camino se les pudieron haber interpuesto y por eso decimos que esto es una fiesta”.

EDUCAR CON CORAJE

“Para ejercer esta profesión se precisa deseo, ganas y fervor. También se precisa conocimiento profesional. Hoy hay muchos desafíos para los que además se precisa coraje, pero todas las épocas tuvieron sus desafíos. Lo que sí queremos transmitirles es que las políticas educativas que el sistema está llevando adelante, son aquellas que están sustentadas en el derecho a la educación”, reflexionó.

La Directora de los IINN, Maestra Cristina Hernández, se refirió al video realizado por Cine Educa que se proyectó durante la ceremonia y que relata el origen y la historia de la carrera magisterial en nuestro país. Al respecto, reflexionó que “nunca debemos olvidar de dónde venimos, porque de ahí provienen los pilares que sostienen una cultura institucional”.

Mtra. María Mañana Garcé
Hernández recordó que los orígenes pueden rastrearse con la fundación del “Internato Normal de Señoritas” en 1882, fundado por María Stagnero de Munar, que era recordada por una de sus alumnas de la siguiente manera: “la veo avanzar con paso reposado, con andar impregnado de augusta majestad atenta a todo, con cuidados que fueron de maestro, de médico, de enfermera, de madre".

“Las chicas aspirantes al título viajaban desde el Interior con apenas 13 años cumplidos a la zona de la Aguada, donde funcionaba el internado. Allí convivían con la Directora María Stagnero de Munar, “esta mujer, madre, directora y amiga, que generó una cultura que quisiéramos seguir sosteniendo”, valoró.

También evocó a Joaquín R. Sánchez, que fundó y dirigió en 1891 el Internato Normal de Varones, que luego se convirtió en Instituto Normal para Varones.

“Estamos convencidos de que donde se encuentra un maestro o una maestra, algo cambia y mejora. Ellos permanecen en su lugar dando la pelea diaria contra los efectos de la desigualdad y de la exclusión, pero tenemos que cuidar a nuestros colegas, sin dejar de asistir al otro en su dolor y en su ignorancia, a quienes no pueden sobreponerse a su condición de excluidos y no dejemos de exigir lo que por derecho nos pertenece: el reconocimiento de nuestro rol profesional”, opinó.

ASIGNATURA PENDIENTE

Mariza Yolanda Falagian, de 73 años de edad, fue ovacionada por sus compañeros cuando subió al escenario a recibir su título de Maestra y fue interrumpida con aplausos varias veces, mientras relataba su historia de vida.

La educadora quiso cursar Magisterio cuando tenía 30 años de edad, luego de haber abandonado la carrera de abogacía, pero no pudo ingresar porque los requisitos de la época impedían que alguien de su edad realizara estos estudios.
Mtra. Mariza Yolanda Falagian

Mariza estudió en el Centro de Investigación y Experimentación Pedagógica (CIEP), pero siempre sintió deseos de estudiar en los IINN. Relató que llegado el momento en que tuvo que dejar de trabajar como maestra en el nivel de 4 años, ya estaba en la época del retiro. “Sufrí mucho, porque me dolió separarme de mis pequeñitos y como mis compañeros del colegio sabían que siempre había anhelado el título y justo el gobierno de la época tomó la decisión de permitirnos revalidar el título en Magisterio a quienes estudiamos en el CIEP, pude hacerlo. Algunas cosas me resultaron difíciles, pero lo logré. Hoy soy la Directora Pedagógica de un Instituto de Educación Inicial”.

La Maestra invitó a familiares y amigos a contar que “esta es la profesión más hermosa del mundo. Porque si no hubiera maestros, piensen qué pasaría en el mundo, no tendríamos ni ciencia, ni ningún descubrimiento, ni avances en absoluto. Los maestros somos esenciales y en el área de educación inicial es donde nosotros formamos a los seres humanos y también a los padres, es una doble misión, por eso la abracé. No hay barreras para estudiar, solo se necesita esto que se llama vocación”.

EDUCACIÓN AUTÉNTICA

Por su parte, María Mañana Garcé, la mejor alumna de la promoción 2013, recibió el premio “Nilda Castelucci de Barbagelata”,  que consiste en ochocientos dólares, un diploma y una medalla de oro alusiva, entregado por la “Asociación de Amigos de los Institutos Normales”.

Esta asociación está integrada por profesores y antiguos directores de la institución, entre los que se cuentan, por ejemplo, la maestra Élida Tuana. Nilda Castelucci fue maestra y profesora en los IINN y, luego de su muerte, sus hijos, con el fin de homenajearla, iniciaron este reconocimiento.

María Mañana dijo a sus compañeros que “como docentes nos une un elemento fundante en nuestra profesión, y es que ninguno de nosotros puede escapar de la naturaleza esencialmente política de nuestro quehacer. Todo acto educativo es político. La educación es política porque ella refiere a una manera de intervenir en el mundo y, como tal, siempre está sostenida por una opción ética. No es posible ser docente escépticamente. Nuestra profesión nos obliga a tomar una posición desde la realidad actual”.

“La educación auténtica es aquella concebida como acción liberadora, dice Paulo Freire. Nos une esta responsabilidad de alcanzar una educación auténtica y este compromiso que a diario elegimos hacer nuestro”, indicó.

Por último, valoró la vocación de los maestros y su objetivo: “educar para superarnos, para recuperar la confianza en el ser humano, como sujeto de posibilidad y de transformación, y así poder transformar la injusticia en empatía, la competencia en solidaridad, la heteronomía en autonomía, y la dependencia en creatividad”.

Cabe destacar que hasta el 30 de diciembre estarán abiertas las inscripciones para la carrera de Magisterio, que se reanudarán en el mes de febrero. Por más información: http://iinn.cfe.edu.uy/

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