Egresaron los primeros alumnos de UTU - Cerro Pelado

En las serranías del departamento de Lavalleja, en las nacientes del Río Santa Lucía en el Cerro Pelado, al frente hacia el Este, a varios cientos de metros, mirando al horizonte, la Escuela en Alternancia de la UTU –a partir de la tenacidad de la gente del pago- se transformó en el punto de destino de un numeroso grupo de adolescentes y jóvenes “rurales”, que encontró una oportunidad para seguir viviendo en “su lugar”, construyendo su futuro en igualdad de condiciones que el resto de sus pares cercanos a las facilidades del medio urbano.


La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) inauguró oficialmente el local de la Escuela en Alternancia anexo Cerro Pelado, que depende de la Escuela Agraria Pirarajá, la cual funciona en la órbita del Consejo de Educación Técnico Profesional-UTU, y despidió a la primera generación de alumnos egresados.

El acto se realizó en el remozado local del centro educativo, ubicado sobre el Camino de los Troncos, a 17 kilómetros de la Ruta 8, a la altura del km 162, encabezado por el Presidente del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la ANEP, Profesor Wilson Netto, el Director General de la UTU, Ingeniero Agrónomo Eduardo Davyt, y autoridades departamentales.

El protocolo de la ceremonia quedó rápidamente de lado, luego que la entusiasta y nutrida concurrencia -conformada por padres, vecinos, amigos, docentes, y hasta un ex alumno de 82 años de la ex Escuela Rural N° 61, que funcionó en el mismo local durante más de 100 años- cantaran, emocionados, el Himno Nacional, ejecutado por la excelente Orquesta Juvenil “Eduardo Fabini” de Lavalleja.

En el encuentro no faltó el Pericón Nacional, bailado con gracia y acierto por los alumnos que egresaron –sin olvidar las relaciones, cuyos textos fueron escritos por los protagonistas, en función de su realidad cotidiana- además, de una representación artística del tema “A Don José”, interpretado por el joven Juan Valentín Gómez Aparicio, quién es sordo y se comunica mediante el leguaje de señas, y fue apoyado por la experta Marta Rodríguez, intérprete de lengua de señas del Uruguay.

AFIRMARSE EN EL TERRUÑO

El pago llegó al centro educativo para vivir su fiesta. El motivo central de la celebración fue demostrar la alegría de muchas familias y agradecer a la Educación Pública por ofrecer una respuesta adecuada para que sus gurises puedan acceder a capacitación y formación de calidad, que les permita construir sus historias personales sin desarraigarse del terruño.

En el Boletín “Huellas de Identidad” –editado por los alumnos y el cuerpo docente de la Escuela- cuentan acerca de la procedencia de los estudiantes y del acierto de la instalación de la propuesta educativa.

“De todas partes vienen…” señala uno de los artículos, explicando que “con este sistema de funcionamiento de semana en alternancia y de poder pernoctar en la escuela, única en el departamento, hace que sea importante para los que vivimos en el campo”.

“Venimos de varias zonas, unas cercanas, otras no tanto, y además de departamentos vecinos como Maldonado. Entre ellas: Marmarajá, Paso de los Troncos, El Perdido, Cuchilla Juan Gómez, Barriga Negra, Polanco, Santa Lucía, Cerro Colorado, Carapé, Tapes, José Pedro Varela, Zapicán, Molles de Aiguá, El Sauce, Villa Serrana, Campanero, Puntas de Pan de Azúcar, Las Cinco Esquinas, El Soldado, San Francisco”, demostrando la importante cobertura que alcanza la oportuna decisión de la ANEP.

“MANANTIAL DE OPORTUNIDADES”

La Coordinadora de la Escuela en Alternancia Cerro Pelado, Licenciada Andrea Rodríguez, visiblemente emocionada, recordó los “últimos e intensos tres años”, que alcanzaron un momento clave con el egreso de la primera generación de estudiantes, quienes afrontaron el desafío con “voluntad, convicción y entusiasmo”.

La educadora reconoció a los vecinos, docentes y estudiantes, quienes “se pusieron la camiseta” para lograr que la propuesta se instalara y se desarrollara paso a paso, mejorando sustancialmente las posibilidades de la infraestructura para albergar a los alumnos y al resto de la comunidad educativa, en un ambiente confortable y adecuado.

“Ellos son los verdaderos agentes de cambio”, sentenció Rodríguez, valorando que la opción educativa de la Escuela en Alternancia “representa un manantial de oportunidades”.

La alumna Emilia Méndez, quién integra la primera generación de egresados –hablando en representación de sus pares- agradeció a las autoridades, a los vecinos y a todos quienes trabajaron para establecer la propuesta, que les permitió “estudiar donde vivimos y nos gusta”.

La adolescente detalló las distintas comodidades que fueron logrando incorporar a la Escuela, en la cual, durante los tres años de estudio, “vivimos momentos que formarán una parte muy especial de nuestra historia personal”.

El Director General de la UTU, Ingeniero Agrónomo Eduardo Davyt, señaló que cuando se trata de “impulsar una propuesta educativa, vimos una cosa esencial, que es el compromiso de la gente, y vimos que era posible”.

“Observar las dificultades que debieron superar los chicos para estudiar, nos da nuevos impulsos para seguir trabajando”, aseguró.

El jerarca hizo hincapié en el hecho que “afortunadamente hay jóvenes que no quieren abandonar el media rural”, razón por la cual, es imprescindible  construir “propuestas educativas adecuadas a cada lugar, teniendo en cuenta las necesidades, y el Programa en Alternancia ha demostrado ser uno de los mejores”.

Por su parte, el Presidente del CODICEN, Profesor Wilson Netto, al comenzar su reflexión, convocó a su lado a la Coordinadora Andrea Rodríguez, y a la responsable de “Estudios Orientados”, Rosa Correa -también impulsora de la propuesta- para que lo acompañaran. “Son dos mujeres rurales que tuvieron el coraje de afrontar un proyecto que impacta en las posibilidades de futuro de la gente”, afirmó.

Para Netto, personas que demuestran una actitud y disposición similar a la de las docentes mencionadas, “son los verdaderos constructores de políticas”, cuyos resultados reflejan “el final de un proceso exitoso”.

PROPUESTA IMPORTANTE

La Escuela en Alternancia Cerro Pelado, que cuenta con una matrícula de 54 estudiantes (21 en primer año, 16 en segundo año y 17 en tercer año), dicta cursos de Ciclo Básico Tecnológico Agrario, acorde con las demandas de la población local.

En ese contexto, además de las asignaturas meramente curriculares, se han desarrollado proyectos en distintas áreas de interés: pedagógica, social, productiva y comunitaria.

Estas propuestas operan como complemento de los aprendizajes curriculares, contribuyendo a la generación de comunidades educativas comprometidas con la construcción del desarrollo humano en clave colectiva.

La población estudiantil está integrada por hijos de productores familiares o de asalariados rurales que asisten en régimen de alternancia, permaneciendo una semana en la escuela y la siguiente en sus hogares.

Este régimen de funcionamiento permite que las familias sigan radicadas en el lugar, pudiendo desarrollarse plenamente sin necesidad de dispersarse.

El encuentro contó con la participación adicional de escuelas rurales de la región, lo cual coadyuvará a seguir profundizando el sentido de pertenencia de los alumnos y el vínculo con referentes locales y familiares.

Entre las actividades se conformó de un panel temático con la participación de docentes, en cuyo marco se compartieron reflexiones sobre la historia de la zona, ilustradas con imágenes alusivas.

También se instalaron varios stands, en los cuales se exhibieron las diferentes actividades y proyectos que desarrollan los estudiantes del centro, con un fuerte énfasis en las características sociales, productivas, geográficas y culturales de la región.

La Escuela de Alternancia de Cerro Pelado, que inició sus actividades en 2012, es el fruto del esfuerzo conjunto entre los actores institucionales y los vecinos de la zona.

En el local, que tiene más de un siglo, otrora funcionó una escuela dependiente del Consejo de Educación Inicial y Primaria, la cual fue cerrada en 2001, por su baja matrícula estudiantil.

Ante esta contingencia y la inminencia del remate del edificio, la comunidad se movilizó y gestionó la instalación de un nuevo centro educativo de la UTU, durante la gestión del Profesor Wilson Netto al frente del organismo.

En ese contexto, la escuela se ha transformado en una vital herramienta formativa, en tanto capacita a los jóvenes en tareas inherentes al perfil eminentemente productivo de la populosa localidad.

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