Un ida y vuelta de risas entre niños sirios y uruguayos

Un grupo de alumnos y maestras de la Escuela Experimental de Malvín, más precisamente del turno tarde de la Escuela N° 274 “Dr. Héctor Lorenzo Ríos”, visitaron a las familias sirias que se encuentran en el Hogar San José de los Hermanos Maristas, donde los niños, especialmente, pudieron compartir los primeros juegos e intercambios de vivencias

El próximo martes 21 de octubre los alumnos y maestras de la Escuela Experimental de Malvín, más precisamente los del turno de la tarde, pertenecientes a la Escuela N° 274 “Dr. Héctor Lorenzo Ríos”, recibirán a los primeros niños sirios que, de forma paulatina, comenzarán su inserción en el sistema educativo público, buscándose con esto una mejor integración. 

De hecho, para que este intercambio progresivo tenga buenos resultados, un grupo de alumnos y maestras de la Escuela N° 274 de Malvín dieron el primer paso y visitaron, en el Hogar San José de los Hermanos Maristas, a las familias sirias que allí se encuentran. 

Si bien la excusa de los alumnos de la Escuela Experimental de Malvín era la de entregar a los niños sirios una invitación simbólica –escrita en árabe y español– para que concurran a su escuela, la jornada terminó siendo mucho más que eso: fue un ida y vuelta de alegría, de juegos, de sonrisas cómplices y de gestos que valen más que cualquier palabra, porque si bien el idioma puede ser a priori una barrera de acercamiento, es la mirada genuina y transparente la que conecta a las personas. 

Y esto fue lo que sucedió entre los niños sirios y los uruguayos, los primeros con muchas ganas y expectativas de ir a la escuela, y los segundos, con los brazos abiertos y felices por recibirlos. De hecho, como pudo verse en diversos medios de comunicación, uno de los alumnos de la Escuela N° 274 dijo: “Cuando bajamos del ómnibus, las caras que pusieron a mí me mataron, fue como una cara de compañerismo. Ya somos amigos”.

Y realmente lo que se vio en el Hogar San José de los Hermanos Maristas fue eso: un gesto de amistad, dado que enseguida hubo conexión entre los niños, quienes a través de dinámicas de juego propuestas por una profesora de Educación Física, una de Danza y dos maestras, se entreveraron como si lo hicieran siempre en un recreo. 

Vale recordar que los alumnos de la Escuela N° 274 –escuela a la que irán 13 de los niños sirios, en principio a 1°, 3°, 5° y 6° año–, vienen trabajando desde el mes de setiembre, sensibilizándose y preparándose para la integración mediante diversas actividades en las aulas y con la comunidad de padres. 

“Toda la escuela está preparada para recibirlos y con mucho entusiasmo”, señaló Laura Beytia, directora del centro educativo, agregando que se hicieron carteles escritos en árabe en la escuela para que ellos puedan sentirse cómodos y guiarse más fácilmente. 

Comentarios