Seiscientos jóvenes culminan cada año los bachilleratos agrarios que imparte la UTU

Seiscientos jóvenes egresan en la actualidad de los bachilleratos agrarios que ofrece el Consejo de Educación Técnico Profesional-UTU, de los 18.000 estudiantes que aproximadamente culminan sus estudios de Educación Media Superior. Estas instancias formativas preparan a los jóvenes para trabajar en uno de los sectores que requieren más mano de obra calificada.


La educación agraria -como fuerte apuesta a la construcción de saberes y recursos humanos capacitados, que sustenten el proyecto del país productivo- es una de las más importantes apuestas educativas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). En este sentido, el Seminario Taller “El rol de la Educación para el Desarrollo Sustentable de la Agricultura Familiar”, organizado por la UTU, congregó a docentes y especialistas de Uruguay, Argentina y Brasil.

El Director General del Consejo de Educación Técnico Profesional-UTU, Ingeniero Agrónomo Eduardo Davyt, destacó la importancia de la agricultura familiar y de fomentar el intercambio con técnicos de experiencia y capacitados de la región.

“Desde la UTU, siempre estamos preocupados por el tema de la sustentabilidad de las producciones, no solamente de las agropecuarias sino de todos los procesos de producción que llevan adelante el hombre y la sociedad”, indicó.

El Presidente del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Profesor Wilson Netto, señaló que “hoy tuvimos la presentación de un grupo de docentes que están trabajando en un proyecto no menor, que se propone al 2015, para que la Administración no tenga más argumentos para justificar que un niño que culmina sexto año en una escuela rural, no pueda continuar sus estudios medios en cualquier punto de nuestro país”.

Netto valoró la transformación de la educación agraria en los últimos años, a través de los cursos de educación media y superior de la UTU. “Han permitido que en esos niveles, en 2013, hayan egresado 264 estudiantes del bachillerato agrario clásico y a esos 264 se hayan sumado 320 estudiantes del bachillerato agrario de la UTU, que en la actualidad se desarrolla en todos los rincones del país. Hablamos de 600 estudiantes que terminan ese bachillerato, de los 18.000 egresados de otros bachilleratos en todo el país, cifra que para el próximo quinquenio nos proponemos duplicar”.

El Presidente de la República, José Mujica, consideró que “nada enseña más que el trabajo efectivo, pero en el trabajo efectivo se acorta el aprendizaje si hay una formación previa y si hay a quién consultar y a quién acudir. Los hombres aprendemos los unos de los otros. Vivir es sembrar. El asunto es que alguien coseche algo cada tanto”.

“Dicen por ahí que hay una crisis de valores. El primer valor que tenemos olvidado es la importancia de la vida. Esta es la vida que tenemos y hay que pelearla, para que sea lo más hermosa e intensa que se pueda”, reflexionó el orador.

El encuentro, que se desarrolló en la sede central de la UTU, se enmarcó en la conmemoración del Año Internacional de la Agricultura Familiar y del Día de la Trabajadora Rural.

El tema adquiere singular trascendencia, en tanto la agricultura familiar reúne a 37.000 de los 45.000 productores rurales que existen en el país y constituye uno de los más importantes polos de captación de mano de obra en el campo, cuyo aporte resulta vital para la producción de la renta agropecuaria.

Según el último estudio de la FAO, a nivel internacional, el 80% de los alimentos que consume la humanidad lo produce la agricultura familiar y el restante 20% al agronegocio de gran porte.

TÉCNICOS DE ALTO NIVEL

El seminario, que fue declarado de interés por los Ministerios de Educación y Cultura y de Ganadería, Agricultura y Pesca, promovió disertaciones y conformación de mesas temáticas, que abarcaron los tópicos más trascendentes de la educación agraria, con un foco particular en la agricultura familiar.

Durante la primera jornada, se desarrollaron dos mesas sobre “Educación y Agricultura Familiar” y “Políticas públicas y agricultura familiar”.

En ese marco, expusieron el Maestro Límber Santos (Departamento de Educación para el Medio Rural del Consejo de Educación Inicial y Primaria), la Ingeniera Agrónoma Susana Lerena (Programa Agrario de la UTU), el Veterinario Humberto Tommasino (Universidad de la República), el Director General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Veterinario José Olascoaga, y la Ingeniera Agrónoma Jacqueline Gómez (Instituto Nacional de Colonización).

Al día siguiente, se conformaron otras dos mesas de debate, en las cuales se abordaron los temas “Propuestas productivas para la agricultura familiar” y “Extensión – investigación y co-innovación para la agricultura familiar”.

También se dictaron conferencias centrales sobre la Educación Agraria, el Desarrollo Sustentable, la Agroecología y la Agricultura Familiar, a cargo de distinguidos panelistas nacionales e internacionales.

Además, el Ingeniero Agrónomo Diego Piñeyro, quien ha trabajado intensamente en todo lo concerniente a la sociología rural ofreció una panorámica sobre la realidad de la agricultura familiar en nuestro país.

En este sentido, el técnico realizó un relato histórico, que dio cuenta de la evolución del número de productores dedicados a esta actividad, la superficie trabajada y los rubros en los que operan.

La segunda conferencia la dictó el Ingeniero Agrónomo argentino Santiago Sarandón, docente de la Universidad de la Plata, quien se refirió concretamente a la agroecología, como instrumento de desarrollo para la agricultura familiar.

APOYOS Y APRENDIZAJES

El coordinador de la Tecnicatura de Producción Agropecuaria Familiar de la UTU, Profesor Marcelo Fossatti, precisó que, en este caso, uno de los temas primordiales fue el cambio climático y su relación con la producción agropecuaria.

Otro de los ponentes fue el especialista brasileño Clarilton Rivas, quien expuso en torno a las cadenas agroindustriales. También se refirió a todo lo atinente a las compras públicas a la agricultura familiar.

Al respecto, recordó que el Ministerio de Desarrollo Social realizó una propuesta similar para nuestro país, que se encuentra en discusión en la órbita parlamentaria.

Las conferencias y las mesas temáticas contaron con la activa intervención del público, en instancias de debate e intercambio en las que participaron estudiantes, docentes y pequeños productores rurales.

“La idea del seminario fue discutir y buscar alternativas de apoyo a la agricultura familiar, que es muy importante para la soberanía y la seguridad alimentaria”, reflexionó Fossatti.

Al respecto, explicó que el trabajo de la agropecuaria familiar tiene una fuerte participación en la generación de riqueza, pero también una crucial influencia en materia social y cultural.

Asimismo, el educador precisó que los 37.000 pequeños productores que se dedican a la agricultura familiar, están naturalmente radicados en el medio rural, por lo cual, sus hijos estudian en escuelas agrarias y de alternancia.

En otro orden, aclaró que la producción rural familiar no se limita a la mera actividad de la granja, ya que la mayoría de los productores se dedican a la ganadería.

Finalmente, Fossatti puntualizó que, en todos los casos, se trata de pequeños y medianos productores, que posee superficies de hasta 500 hectáreas de extensión. En este caso, también se contempla el índice de productividad de la tierra.

PROPUESTAS ADAPTADAS

Por su parte, la Directora del Programa de Educación para el Agro de la UTU, Ingeniera Agrónoma Susana Lerena, destacó el rol de la educación para el desarrollo sustentable de la agricultura familiar.

Al respecto, informó que durante las dos jornadas los alumnos de escuelas agrarias presentaron diversos proyectos, lo cual les permitió involucrarse aún más en esta temática, con la participación de revelantes especialistas.

La técnica señaló que, además de los alumnos de las escuelas rurales de alternancias que están radicados en las áreas productivas, el proyecto otorga también participación a los estudiantes de la Tecnicatura de Audiovisuales, de la Tecnicatura de Comunicación Social con Relaciones Públicas y la Tecnicatura de Hotelería y Gastronomía.

Lerena destacó el significativo peso de la educación agraria en la oferta educativa de la UTU, tanto a nivel de Ciclo Básico cuanto del Superior. Al respecto, explicó que, en estos casos, las propuestas educativas son adaptadas al medio de residencia de los estudiantes, con fuerte presencia en el medio rural y el Uruguay profundo.

Además de las escuelas de alternancia, la UTU también ofrece ciclos básicos extendidos sin internado y cursos de Educación Media Profesional, Educación Media Tecnológica y Tecnicaturas.

También se desarrollan carreras de nivel terciario, como el Tecnólogo Cárnico, el Tecnólogo en Madera y el Tecnólogo Agroenergético, con cooperación con la Universidad de la República.

Actualmente, la UTU cuenta con treinta escuelas agrarias distribuidas en todo el territorio nacional, con una población estimada en más de 4.000 estudiantes.

Estos centros cumplen un rol que trasciende a lo meramente educativo, ya que el régimen de internado cumple un importante rol social y desarrolla un fuerte sentido de pertenencia.

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