Premio a la conservación

La protección, conservación y promoción de los pastizales naturales es hoy un tema instalado en la agenda pública de los gobiernos de la región, quienes reconocieron su aporte y valor agregado en el marco de un desarrollo productivo, armónico y sustentable.


En Uruguay, por primera vez el campo natural forma parte de las políticas agropecuarias del país, y se estimula y premia el esfuerzo de aquellos productores comprometidos y consientes de la importancia y de los beneficios asociados a su conservación.

Más de 20 productores ganaderos que viven y desarrollan su actividad en áreas protegidas de nuestro país, participaron del VIII Encuentro de Ganaderos de Pastizales Naturales del Cono Sur de Sudamérica, que tuvo lugar el pasado 10 y 11 de octubre, en Tacuarembó, en el marco de la Alianza del Pastizal.

Allí, tres establecimientos rurales de áreas protegidas de nuestro país fueron premiados por su contribución a la conservación de los pastizales naturales. El primer premio correspondió en forma a conjunta al “Grupo Las Palmeras” integrado por siete productores que trabajan en forma asociativa en el Paisaje Protegido Valle del Lunarejo, y a la Colonia Ruben Lena integrada por productores de la Cooperativa Quebrada de los Cuervos, localizados en el Paisaje Protegido del mismo nombre. El segundo premio fue para Carlos Patiarotti, cuyo predio se encuentra ubicado en suelos superficiales del Paisaje Protegido Valle del Lunarejo.

Productores, pobladores de estas áreas, que con apoyo y asesoramiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) del Mvotma, han avanzado en el desarrollo de este tipo de prácticas de conservación, reconocieron los beneficios económicos de esta metodología de producción y la importancia de la capacitación para mejorar y optimizar las pasturas. “Lo que decían los libros no era lo que mi marido estaba acostumbrado a hacer, hicimos cambios y ahora tenemos mejores pasturas y más cantidad”, reconoció Maríaneusa Caballero, productora de Laureles – Cañas.

Así mismo, destacaron la independencia de insumos y tecnología que implica el trabajo en el campo natural. “Si somos más independientes tenemos mejor calidad de vida. Hay que romper con el modelo que nos tiene por siempre atados al paquete tecnológico”, sostuvo Juan Muzio de Laguna de Rocha.

Entre los criterios evaluados, por la Alianza del Pastizal y el SNAP para la premiación, se tuvieron en cuenta: la aplicación del Índice de Conservación del Pastizal (ICP), y la valoración del esfuerzo que realizan los productores en estas prácticas de manejo ganadero. Ellos son, en definitiva, quienes sostienen los servicios ecositémicos del pastizal, de allí surge el concepto de incentivarlos o recompensarlos, ya que sus prácticas redundan en beneficios para toda la sociedad. En este sentido, el ICP se proyecta como eje de una política de incentivos para los productores, alentando la conservación.

Este VIII encuentro tuvo por objetivo generar un espacio de intercambio de experiencias y aprendizajes, a nivel regional, en torno a esta temática. La Alianza del Pastizal es una institución que nuclea organizaciones y productores, del sector público y privado, y de la sociedad civil de la región, interesados en la conservación de los pastizales naturales y su biodiversidad. Desde el SNAP se busca vincular esta institución con las áreas protegidas y sus productores, dado que representa un instrumento para la producción sostenible.

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