El rol educativo y social de la lectura fue materia de fermental debate académico

Las diversas dimensiones de la enseñanza y la promoción educativa y social de la lectura y la escritura, fueron abordadas por expertos y referentes de Uruguay, Argentina, Chile y Colombia, en el marco  del “Segundo Encuentro Nacional de Bibliotecas Solidarias”. El proyecto -que tiene un fuerte acento inclusivo- se desarrolla en 300 escuelas de Primaria, a las cuales concurren más de 81.000 alumnos.


La actividad, que fue organizada por el Programa de Lectura y Escritura en Español (ProLee) se desarrolló en la Sala “Mario Benedetti” del Complejo Torre de las Telecomunicaciones, con la presencia de autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

Antes del comienzo de la ceremonia oficial de apertura, fue proyectado un documental que condensa las experiencias participativas de maestros, alumnos y familiares en la construcción de comunidades de lectores.

Las imágenes trasuntan el fuerte compromiso institucional de los educadores con el programa, a lo cual se suma el entusiasmo generalizado de quienes comparten las jornadas de lectura.

La ponencia inaugural estuvo a cargo de  Ana María Kaufman (Universidad Nacional de la Plata, Argentina), quien expuso acerca del tema “Aprender a leer es leer”. La conferencia fue retransmitida en simultáneo en las salas de ANTEL de todo el país.

EDUCARSE EN LA LECTURA

En la primera mesa panel, Enrique Riquelme (Universidad Católica de Temuco, Chile) y Fabiano Dos Santos (Secretaría de Cultura del Estado de Ceará, Brasil), disertaron en torno a “La lectura mediada de literatura infantil para el desarrollo de competencias emocionales en la escuela” y “Agentes de lectura como estrategia de inclusión social”.

La segunda mesa panel abordó el tema “La lectura de los sordos” (Alicia Oviedo, de la Escuela Nº 197 “Ana Bruzzone de Scarone”, de Montevideo), y de “Libro álbum: el género, los lectores y los mediadores” (Ana Sirio, del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina).

En otro orden, la Coordinadora Académica del Programa ProLee (Programa de Lectura y Escritura en Español), Maestra María Guidali, desarrolló el “Estudio de las condiciones y las prácticas de lectura y escritura, antes y después de la implantación de la Biblioteca Solidaria”.

La conferencia de cierre estuvo a cargo de Silvia Castrillón (Universidad de Antioquía, Colombia), quien concentró sus reflexiones en torno a la fundamentación de la lectura de los clásicos universales.

En el marco de la ceremonia inaugural, el Presidente del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la ANEP, Profesor Wilson Netto, consideró que el encuentro “es una prueba de la confianza en nuestra gente y en nuestros profesionales de la educación”.

En ese marco, afirmó que “el equipo son todos, los que se encuentran aquí y todos los que trabajan a nivel territorial, para que este programa tenga el impacto que tiene que tener a nivel nacional”.

En otro orden, reflexionó que “esto va más allá de la escolarización. Es la generación de una nueva cultura en nuestra sociedad, porque es un trabajo articulado entre todos los actores de esa sociedad”.

Respecto a la participación de expertos de la región, el orador afirmó que “trabajamos para construir una nueva sociedad. Somos parte de un proyecto que va más allá de los límites de lo geopolítico”.

Finalmente, Netto elogió la participación de las familias y las comunidades locales, así como “la generación de materiales para socializar, compartir y darle sustentabilidad al proyecto”.

BUSCAR A LA COMUNIDAD

La Coordinadora Académica del Programa de Lectura y Escritura en Español (ProLee), Magíster María Guidali, destacó la participación de todos los actores que comparten el proyecto, valorando particularmente el rol de la Consejera del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Maestra Irupé Buzzetti.

Por su parte, Buzzetti resaltó el talante eminentemente solidario de esta experiencia, en cuyo marco “se trabaja con cada maestro y cada familia”.

El Director Nacional de Educación del MEC, Maestro Luis Garibaldi, reivindicó el rol de la escuela como instrumento de inclusión social. “Este proyecto busca a la comunidad, le da un lugar a las familias y a toda la sociedad”.

Como se sabe, el proyecto “Biblioteca Solidaria: por una comunidad de lectores”, que fue inaugurada el año pasado, está actualmente implantado en 300 escuelas y cuenta con la participación de 400 maestros y 81.000 alumnos de Educación Inicial y Primaria.

Esta experiencia, que propende a difundir y promover la lectura como práctica cotidiana socialmente internalizada y enriquecedora, es una de las herramientas fundamentales del plan estratégico del Programa ProLee. En ese marco, tiene el propósito de colaborar en la inclusión y el sostenimiento de los estudiantes en el sistema educativo.

La oferta de lectura de la Biblioteca Solidaria incluye una variada dotación de sesenta y cuatro títulos –de ficción y no ficción- la mitad de ellos de autores nacionales y el resto de extranjeros. Los ejemplares fueron adquiridos por la ANEP y distribuidos en todas las escuelas que conforman la estructura del proyecto.

Los materiales apuntan a atender las necesidades de los alumnos de todos los niveles y pueden ser leídos por los alumnos durante todo su trayecto educativo.

En esta selección prima la conceptualización subyacente, “partiendo de la premisa que el caudal léxico de nuestros estudiantes se expande en la medida que estos tengan posibilidades de leer y releer las mismas obras”, explicó la coordinadora académica del ProLee, Maestra María Guidali.

CREAR CAPITAL CULTURAL

La idea primordial es generar un capital cultural compartido, “a través de la creación de las condiciones materiales en las escuelas para que los niños puedan acceder a los libros”, precisó la educadora.

Concomitantemente, el equipo de ProLee trabajó en la elaboración de materiales de formato y contenido didáctico, con el propósito de garantizar la movilidad y circulación de los libros en las escuelas.

En ese contexto, fueron diseñadas cuatro guías de trabajo, la primera de las cuales orienta a cada colectivo docente en torno a cómo elaborar su propio plan lector, contemplando particularmente la historia del centro y las experiencias particulares de las comunidades educativas en la materia.

La segunda guía promueve el trabajo participativo tendiente a compartir ejemplos de propuestas, que apunten a dinamizar la lectura de los títulos disponibles.

En tanto, la tercera guía recomienda que cada escuela construya un equipo comunitario de lectura, que estará integrado por vecinos, ex alumnos y todos los miembros de la comunidad que colaboran habitualmente con la escuela pública.

Finalmente, la cuarta iniciativa propone a los niños que, a través de sus XO del Plan Ceibal, recomienden a sus pares las lecturas a las cuales han tenido acceso, en una dinámica de efecto multiplicador que apunte a potenciar la lectura en la sociedad.

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