La importancia del camino

En los procesos industriales se generan diversos residuos, muchos de los cuales tienen valor y pueden volver al mercado. Hasta ahora los industriales tenían el desafío de encontrar una propuesta de tratamiento y valorización de sus desechos, lo cual dejaba en sus manos y en un mercado sin demasiadas ofertas, la gestión de un porcentaje importante de los residuos de nuestro país.

A partir del Decreto 182/13 Uruguay está ordenando la gestión de los diferentes residuos de acuerdo a las actividades que los generan. Trasladando la responsabilidad al generador, quien deberá desarrollar y aplicar un plan de gestión en un plazo de uno a dos años, que adecue la forma en que trata los residuos de su emprendimiento.

Pero además de esta responsabilidad se requiere de una infraestructura que permita  materializar la valorización de los residuos. Parte de esta adecuación tiene que ver con los servicios que se desarrollan y hacen al camino que va desde el generador al ingreso a nuevas cadenas de valor, incluyendo el manejo, el transporte, el reciclaje, el relleno, etc. Y que deberá garantizar la trazabilidad del residuo.

Uno de los pasos en la cadena, que es sustancial mejorar, son las condiciones del transporte, tanto en su seguridad como en los destinos que se dan. Para ello el Decreto establece que el transporte de los residuos industriales y asimilados deba estar habilitado por DINAMA para tal fin (accede aquí al Formulario de solicitud de habilitación de transporte de residuos sólidos industriales y asimilados).

Bajo la categoría de residuos industriales y asimilados se nuclean una gran diversidad de elementos, uno de los primeros desafíos en la implementación del Decreto fue encontrar la manera de identificarlos y nombrarlos, para ello se generó un Catálogo donde se le da un código numérico y un nombre a los residuos derivados de las diferentes actividades, a su vez cada residuo es categorizado en función de su peligrosidad.

Este catálogo nos permite, por un lado conocer mejor los desechos que se generan y sus destinos, y por otro brinda una herramienta para facilitar la toma de decisiones tanto a nivel nacional o sectorial como al empresario que debe resolver situaciones concretas o analizar procesos de mejora.

Estamos como país en medio del desafío que implica reordenar y adecuar procesos, organizaciones, servicios y emprendimientos para transformar definitivamente nuestros residuos en recursos, reduciendo sus impactos ambientales.