Función ·Trémulo En Do· 25 De Setiembre En Carmelo



“Trémulo en Do” es una caja torácica resonante; un altavoz sobre cuya madera se derraman gotas de agua, y estas laten en respuesta a la concentración de ondas sonoras sobre la superficie. Los protagonistas dentro del cuadro son enteramente agua. Sus líquidas anatomías replican en lengua de danza la expansión del sonido cómplice surgido de las entrañas de Zitarrosa. La densa poesía emergiendo desde su garganta lóbrega no es el tema sino el aglutinante, como sucede con el aceite amalgamador en la pintura al óleo.

Una de las particularidades del Grupo es la fabricación de estructuras a ser utilizadas en escena, las cuales resultan absurdas e inútiles fuera de ese universo, pero en el mismo son columna vertebral. Estos objetos pertenecen a la esfera de lo imaginario. Para “Trémulo en Do” el escenario es como -quien escribe imagina- un inmenso instrumento ya extinto; osamenta por la que se deslizan los intérpretes probando a hacerlo sonar. Los cuerpos buscan algún secreto recurso acústico que acompase a la banda sonora.

Esta mirada es reforzada por los seis trazos blancos paralelos sobre las tablas -metáfora de guitarra-, así como la reverberación de este concepto por intermedio de cuerdas en los armazones y en las extremidades de los cuerpos del elenco. La vana tentativa por tañer el musical artilugio, deviene en el hecho estético; la resonancia que no nace se permuta en coreografía.

“Trémulo en Do” es la reconstrucción y ejecución de una máquina coral carente de instrucciones. Motivo por el cual cada una de las piezas ofrece un esquema diferente en la ubicación del andamiaje, y por consiguiente en los danzantes instrumentistas quienes digitan con todas las variantes posibles unas cuerdas vocales que no cantan. Tal es que la emoción ante el cortejo del bailarín sobre el instrumento, transforma la cadencia de los movimientos en un tono vibrante bajo el costillar.

Diego Alfonso Más, artista plástico – setiembre de 2014, Montevideo

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