Kechichian: Gobierno reafirma apego y compromiso con las normas constitucionales

Con la presencia del vicepresidente en ejercicio de la Presidencia, Danilo Astori, se conmemoró el 184º aniversario de la Jura de la Constitución. En el acto realizado en la Plaza Constitución, la ministra de Turismo y Deporte, Lilian Kechichian, dijo que Uruguay seguirá teniendo en la carta magna su herramienta principal e insustituible y que la peores tragedias ocurrieron cuando la Constitución fue avasallada.
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En nombre del Poder Ejecutivo, la ministra de Turismo y Deporte, Lilian Kechichian, sostuvo en su discurso, que la nación es una construcción colectiva, permanente y constante, que traduce la vocación racional y libremente asumida de convivencia pacífica de un conjunto de personas a partir de bases éticas, culturales, jurídicas y políticas.

La Constitución es el contrato social que da marco y garantía, expresando los preceptos que constituyen la base de ese acuerdo, siendo además, el reflejo de un tiempo histórico y político. 

Recordó la situación económica, social, demográfica y política de la población de la Banda Oriental en 1830. “En un país atravesado por las guerras de la independencia y sometido a poderes extranjeros, no es de extrañar que nuestra primera Constitución, tuviera como prioridad afirmar la vigencia del Estado nacional, la independencia de todo poder extranjero y la defensa y protección a los derechos a la vida, a la seguridad, al trabajo y de propiedad”.

La afirmación de derechos personales, la distribución de poderes, las garantías para su funcionamiento fueron rasgos positivos de aquella primera Constitución que la hicieron perdurable. “Era una garantía de vida civilizada, un símbolo de orden al que todos se remitían. Estuvo no solo por encima de los caudillos sino también de los partidos políticos”. 

“Todos fueron conscientes de que muchos de los males de la República derivaron de su no acatamiento”, afirmó la integrante del Poder Ejecutivo.

Manifestó, además, que fue inevitable su vinculación con el tiempo histórico y el contexto social que la condicionó. Recordó, según palabras del historiador Benjamín Nahúm, que privó de la ciudadanía a analfabetos, mujeres, esclavos, peones y soldados, dejando al margen de la vida política al país real. No se pronunció claramente a la libertad de cultos, no previó la coparticipación de los partidos políticos en el poder, desnaturalizó el papel de la Asamblea General, excluyó  a los militares del Parlamento y no organizó debidamente los gobiernos locales estimulando su autonomía. 

Sin embargo, dijo que aquella Constitución inicial debe ser tomada como un inicio del constitucionalismo uruguayo y como un paso importante en el proceso de formación de la nación.

Destacó además, la posterior incorporación de las reivindicaciones sociales, los derechos laborales, las leyes de horarios, el derecho de huelga. La escuela laica, obligatoria y gratuita aportó a la formación de valores como la igualdad, tolerancia, solidaridad, ayuda mutua, conciencia cívica y  respeto, sin discriminación de ninguna índole.

La jerarca dijo que 184 años después se ha certificado la vigencia de aquel sentimiento comunitario y se avanzó en un camino constructor de una identidad colectiva, que "nos muestra, hoy, a los uruguayos ante el mundo, como un país institucionalmente maduro, consustanciado con el  ejercicio democrático, que supo acompasar su proceso constitucional y legislativo a la realidad social, política y medioambiental, la globalización y el desafío de las nuevas comunicaciones, a una agenda de nuevos derechos ante nuevas realidades". 

“Hoy estamos aquí, en nombre del Poder Ejecutivo, reafirmando nuestro apego y compromiso con las normas constitucionales y los valores que ella expresa, convencidos de que las peores tragedias que conmovieron a nuestra sociedad sucedieron cuando la Constitución fue avasallada”.

"Este Uruguay seguirá teniendo en la Constitución su herramienta principal e insustituible”, afirmó la jerarca.

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