MGAP coordina controles fitosanitarios


Zulma Gabard, directora de la Granja del MGAP, aclaró que la aplicación de productos fitosanitarios en frutas o verduras está totalmente controlada. "Queremos dar tranquilidad (…) en los últimos tiempos los resultados de los análisis nunca superaron los límites máximos de residuos", dijo. Resaltó que el ministerio espera que se apruebe la reglamentación sobre la disposición final de los envases de agroquímicos.

Gabard sostuvo que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) implementa un plan de vigilancia de residuos tóxicos en el que intervienen el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Universidad de la República (UdelaR), la Intendencia de Montevideo, la Comisión Administradora del Mercado Modelo (CAM), el Laboratorio Tecnológico de Uruguay (LATU), Obras Sanitarias del Estado (OSE) y las cámaras de productos agroquímicos y fertilizantes. El objetivo es contribuir a garantizar la salud de la población y el comercio internacional.

Además aclaró que ciertas producciones para ser exitosas no pueden prescindir del uso de productos fitosanitarios, pero en los casos en que sí es posible la Dirección General de Granja (DIGEGRA) procura nuevas opciones de menor toxicidad y así controla los efectos no deseados. Para esto la Junta investiga alternativas junto al INIA y la Facultad de Agronomía.

La jerarca señaló que la población puede estar tranquila a la hora de consumir de lo que consume, porque los productos como frutas y verduras son sometidos a pruebas constantes y en los últimos tiempos no se ha detectado ningún caso que supere los límites máximos permitidos de residuos tóxicos.  

Disposición final de envases de agroquímicos
En otro orden, los productores se enfrentan al problema de la disposición final de los envases plásticos de los insecticidas, herbicidas y fungicidas que utilizan que, por su elevado nivel de toxicidad, no pueden ser depositados en cualquier parte.

En este sentido, la Dirección General de Desarrollo Rural mediante el Proyecto de Producción Responsable (PPR), a partir del año 2008 suscribió convenios de co-financiación de organizaciones de productores para la construcción de plantas receptoras de envases de agroquímicos en distintos departamentos del país.

La iniciativa se tomó para dar cumplimiento a la normativa que regula el descarte de envases plásticos, pero la reglamentación específica para los envases rígidos de productos plaguicidas aún no fue aprobada. Por esta razón, actualmente se acumulan alrededor de 1100 toneladas de estos recipientes, anualmente, sin contar el nailon que se desecha de los invernaderos y los elementos veterinarios como las jeringas.

El hecho de que por el momento no sea obligatoria la entrega de los envases a los centros de acopio, que luego realizan las acciones necesarias para un posterior reciclaje, hace que solo los sectores exportadores —como el forestal, el citrícola y los productores de manzanas y peras— cumplan con la mencionada tarea.

Estos recipientes reciben un tratamiento especial, de triple lavado, y luego del proceso de reciclaje se convierten en objetos que no deben estar en contacto con seres humanos o animales, como caños sanitarios para desagües o para embutir cables eléctricos.

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