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"Feliz Año", fue el título en letras gigantes de la tapa de Ovación el 16 de noviembre del pasado año. "El campeón de América cierra el 2011 con un resonante triunfo en Roma", apuntaba sobre la foto de Sebastián Fernández celebrando el gol que le dio la victoria por 1-0 a La Celeste ante Italia. Fue el último partido del año en que Uruguay obtuvo su decimoquinta Copa América y la tabla de las Eliminatorias lo mostraba en lo más alto. Parecía que, como nunca antes, el seleccionado oriental no iba a sufrir para llegar al Mundial. La presencia en Brasil 2014 estaba casi asegurada. La realidad hoy es muy distinta, porque 2012 no fue todo lo feliz que se auguraba.
Se termina el año y a decir verdad es bueno que ello ocurra, porque los últimos 12 meses han sido una tortura para los dirigidos por el maestro Oscar Tabárez. Los números lo dicen claramente: de los 10 encuentros que disputaron, sumados los de Eliminatorias y los amistosos, sólo ganaron dos, empataron cinco y perdieron tres, todos por goleada.
Caída libre.
De los últimos 12 puntos que se jugaron por la clasificación a la Copa del Mundo sólo se sacó uno y fue ante Ecuador en el Centenario. Los restantes 11 se perdieron ante los propios ecuatorianos (1-1), contra Colombia en Barranquilla (0-4), ante Argentina (0-3) y finalmente la debacle total en La Paz frente a Bolivia (4-1). Las cifras son preocupantes, pero más aún lo es el rendimiento colectivo que presentó el equipo, que estuvo muy lejos de ser aquel conjunto que presionaba en la mitad del terreno y recuperaba muchos balones, que manejaba con criterio el esférico hasta imprimirle velocidad en los últimos tres cuartos de cancha y llegaba hasta el área rival con sus tres atacantes estrella (Forlán, Cavani y Suárez) con posibilidades de anotar. Abundaron los pelotazos, el medio no contuvo, tiró la presión en forma desordenada y quedaron espacios entre la línea media y la final que los rivales aprovecharon cuando rompieron la primera línea de contención. Uruguay pasó de defenderse con la pelota a correr atrás de ella y esa fue la principal diferencia conceptual para explicar el mal momento.
Genial 2011.
El 24 de julio de 2011 Uruguay celebraba la nueva conquista de Buenos Aires. En el estadio Monumental los futbolistas y el cuerpo técnico festejaban en la cancha la decimoquinta Copa América, que lo puso como el máximo ganador del torneo continental, luego de vencer en forma contundente a Paraguay por 3-0. El seleccionado de Tabárez llegaba a la cúspide de su proceso, iniciado en 2006, confirmado con el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010 y ratificado con el título de América. Uruguay era el mejor equipo del continente sin discusión y uno de los mejores del mundo, porque el ranking FIFA así lo reflejaba.
La victoria 3-2 (goles de "Tata" González, Lugano y Hernández) ante Ucrania en Kharkov fue el preámbulo de unas Eliminatorias que lo encontraron sólido, con victoria 4-2 sobre Bolivia (goles de Suárez, dos de Lugano y otro de Cavani), empate 1-1 que debió ser victoria en Paraguay (Forlán) y goleada 4-0 a Chile (todos de Suárez). El cierre de ese 2011 fue con el ya mencionado triunfo en Roma y desde entonces, apagón.
Tortuoso 2012.
El presente año se inició con dos amistosos: empate 1-1 con Rumania en Bucarest (Cavani) el 29 de febrero y otro 1-1 ante Rusia (Suárez) en Moscú el 25 de mayo. Junio deparaba dos partidos en casa por Eliminatorias. Una vez más no se pudo en casa con Venezuela el 2 (1-1, gol de Forlán) y sí se logró vencer a Perú en el Centenario por 4-2 (Suárez, Maxi Pereira, "Cebolla" Rodríguez y Eguren), en lo que fue el único triunfo del año en el torneo premundialista. Luego llegó el empate sin goles ante Francia en Le Havre, con el previo fracaso en los Juegos Olímpicos por parte de la Sub 23 reforzada por Suárez, Cavani y Arévalo Ríos. Y la hecatombe se produjo con los últimos cuatro partidos de Eliminatorias ya mencionados. El cierre fue al menos alentador: un 3-1 contundente ante Polonia, con tantos de los goleadores Suárez y Cavani.
Se termina 2012 con Uruguay quinto (detrás de Argentina, Ecuador, Colombia y Venezuela) y en la ya habitual zona de repechaje en las Eliminatorias y decimosexto en el ranking FIFA, en el cual había iniciado el año como cuarto.
Se termina el año y a decir verdad es bueno que ello ocurra, porque los últimos 12 meses han sido una tortura para los dirigidos por el maestro Oscar Tabárez. Los números lo dicen claramente: de los 10 encuentros que disputaron, sumados los de Eliminatorias y los amistosos, sólo ganaron dos, empataron cinco y perdieron tres, todos por goleada.
Caída libre.
De los últimos 12 puntos que se jugaron por la clasificación a la Copa del Mundo sólo se sacó uno y fue ante Ecuador en el Centenario. Los restantes 11 se perdieron ante los propios ecuatorianos (1-1), contra Colombia en Barranquilla (0-4), ante Argentina (0-3) y finalmente la debacle total en La Paz frente a Bolivia (4-1). Las cifras son preocupantes, pero más aún lo es el rendimiento colectivo que presentó el equipo, que estuvo muy lejos de ser aquel conjunto que presionaba en la mitad del terreno y recuperaba muchos balones, que manejaba con criterio el esférico hasta imprimirle velocidad en los últimos tres cuartos de cancha y llegaba hasta el área rival con sus tres atacantes estrella (Forlán, Cavani y Suárez) con posibilidades de anotar. Abundaron los pelotazos, el medio no contuvo, tiró la presión en forma desordenada y quedaron espacios entre la línea media y la final que los rivales aprovecharon cuando rompieron la primera línea de contención. Uruguay pasó de defenderse con la pelota a correr atrás de ella y esa fue la principal diferencia conceptual para explicar el mal momento.
Genial 2011.
El 24 de julio de 2011 Uruguay celebraba la nueva conquista de Buenos Aires. En el estadio Monumental los futbolistas y el cuerpo técnico festejaban en la cancha la decimoquinta Copa América, que lo puso como el máximo ganador del torneo continental, luego de vencer en forma contundente a Paraguay por 3-0. El seleccionado de Tabárez llegaba a la cúspide de su proceso, iniciado en 2006, confirmado con el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010 y ratificado con el título de América. Uruguay era el mejor equipo del continente sin discusión y uno de los mejores del mundo, porque el ranking FIFA así lo reflejaba.
La victoria 3-2 (goles de "Tata" González, Lugano y Hernández) ante Ucrania en Kharkov fue el preámbulo de unas Eliminatorias que lo encontraron sólido, con victoria 4-2 sobre Bolivia (goles de Suárez, dos de Lugano y otro de Cavani), empate 1-1 que debió ser victoria en Paraguay (Forlán) y goleada 4-0 a Chile (todos de Suárez). El cierre de ese 2011 fue con el ya mencionado triunfo en Roma y desde entonces, apagón.
Tortuoso 2012.
El presente año se inició con dos amistosos: empate 1-1 con Rumania en Bucarest (Cavani) el 29 de febrero y otro 1-1 ante Rusia (Suárez) en Moscú el 25 de mayo. Junio deparaba dos partidos en casa por Eliminatorias. Una vez más no se pudo en casa con Venezuela el 2 (1-1, gol de Forlán) y sí se logró vencer a Perú en el Centenario por 4-2 (Suárez, Maxi Pereira, "Cebolla" Rodríguez y Eguren), en lo que fue el único triunfo del año en el torneo premundialista. Luego llegó el empate sin goles ante Francia en Le Havre, con el previo fracaso en los Juegos Olímpicos por parte de la Sub 23 reforzada por Suárez, Cavani y Arévalo Ríos. Y la hecatombe se produjo con los últimos cuatro partidos de Eliminatorias ya mencionados. El cierre fue al menos alentador: un 3-1 contundente ante Polonia, con tantos de los goleadores Suárez y Cavani.
Se termina 2012 con Uruguay quinto (detrás de Argentina, Ecuador, Colombia y Venezuela) y en la ya habitual zona de repechaje en las Eliminatorias y decimosexto en el ranking FIFA, en el cual había iniciado el año como cuarto.
DANIEL ROSA | Ovación
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