Obelisco, 1983: aniversario del Río de Libertad

Ayer se cumplieron 29 años del Acto del Obelisco (27 de noviembre de 1983), la manifestación más multitudinaria e integradora que se recuerda en la historia nacional. Se realizó frente al Obelisco a los Constituyentes de 1830, bajo la consigna Por un Uruguay sin exclusiones. 


Este acto cerraba un año de lucha popular por la recuperación de la democracia, donde se había celebrado por primera vez luego de mucho tiempo el Día de los Trabajadores con un acto masivo organizado por el reciente PIT, el Plenario Intersindical de Trabajadores. También en 1983 nació la Asceep, (luego Asceep-Feuu) que nucleaba a los estudiantes de la enseñanza pública y realizó la Semana de la Primavera, que culminó con una marcha por 18 de Julio y Bulevar Artigas reclamando cogobierno, democracia y autonomía en la Universidad de la República.

La proclama del Obelisco fue redactada por Enrique Tarigo y Gonzalo Aguirre (vea original manuscrito).

La respuesta de la dictadura, leída por el dictador en ejercicio Gregorio Álvarez, sostuvo:

“Si uno de los postulados del acto fue la defensa de la democracia, no se puede entender que en el estrado hayan estado presentes quienes por su ideología han sido y son sus más recalcitrantes enemigos. Es incomprensible que se trate de reivindicar desde el estrado y en la proclama a los dirigentes marxistas que accionaron como grupo subversivo, infiltraron los centros de enseñanza, subvirtieron todas las formas de la actividad nacional e intimidaron a la población por la violencia y el miedo. En cuanto a la proclama, es en su contenido mentirosa e insultante. Cabe preguntar, y así lo hacemos, a los dirigentes de los partidos políticos: cuando se habla de conjunción nacional, ¿estamos asistiendo a la creación de un frente amplísimo en donde veríamos mancomunados a quienes dicen defender la democracia con quienes pretenden destruirla desde siempre?. Para que podamos vivar siempre la patria, la libertad, la república y la democracia y no tengamos que avergonzarnos mas de oír esos gritos sagrados en boca de la anti-patria. Al culminar este mensaje en nombre del gobierno y las fuerzas armadas declaramos: no defraudaremos jamás al pueblo oriental renunciando a nuestra responsabilidad cuando están en juego la paz, la libertad, la justicia y la democracia, valores innegociables del ideario artiguista. El pueblo oriental no vive ni vivirá jamás sometido a doctrinas de terrorismo y esclavitud.”

Comentarios